La juguetería Guadis celebró su décimo aniversario en familia, junto a sus clientes y la comunidad que los vio nacer. Una historia de trabajo y optimismo.
RIO GRANDE.- Hoy Guadis, es el único local dedicado exclusivamente a la juguetería en la ciudad. Durante el mes de abril cumplió 10 años. Además del aniversario, la familia de Guadis, quiso festejar junto a la comunidad la trayectoria, la historia de superación que vivieron durante esta década junto a sus clientes.
“Quisimos este año, más que hacer un sorteo para regalar algo a una sola persona, quisimos agasajar a todos nuestros clientes, y también, devolver un poco a la comunidad todo lo que nos da”, comentó Margarita Brignani.
Para comenzar, todo abril fue un mes de descuentos: los sábados del 15% y hasta 20% miércoles, en productos seleccionados. Los socios Gaudis duplicaron puntos todos los viernes. Y el 27 de abril, día aniversario el local compartió con los clientes una verdadera fiesta: “Tuvimos una torta en cada local, y les convidamos a los clientes. Además, el sábado 29 tuvimos durante esa tarde, a dos maquilladoras, así que todos los chicos que venían a comprar, si querían, podían maquillarse también”.
Guadis también regaló un set de accesorios para los cuatro niños nacidos en la ciudad el día del aniversario. También hicieron regalos al Jardín de infantes N° 27 de la Margen Sur, al Hogar de Día para adultos mayores del AGP y al Centro de jóvenes.
Los clientes contentos, sobre todo con los descuentos, porque a veces se enteraban justo cuando iban a pagar, que tenían el 15 o 20 % de descuento con pago en efectivo y débito.
Después las actividades solidarias son más que nada para devolver un poco a la comunidad, lo que recibimos de ellos. En lugar de hacer un regalo a un cliente en un sorteo, decidimos que estas donaciones fueran a determinados lugares.
La historia de Guadis, hoy tiene un final feliz, pero en un principio, toda la familia, debió superar un enorme desafío.
Guadalupe Brignani, la única hermana de la familia, padecía de una enfermedad crónica, con la que vivió durante toda su vida. Los Brignani, invirtieron durante todo ese tiempo, mucho amor y energía en acompañar a Guadalupe, cada día. A los casi 24 años, a raíz de una complicación imprevista en su salud, Guadalupe falleció.
“Ella estaba por cumplir 24 años, y llevaba una vida activa, intensa, con muchos proyectos. Y nosotros de golpe nos encontramos con que ya no estaba. Y qué hacemos con esa energía que nos había quedado de ella. Un cambio de vida teníamos que hacer”, comentó emocionada.
En principio no iban a poner una juguetería. Y hasta tenían todo organizado para instalar otro tipo de negocio.
“Yo justo tenía que comprar regalos para mis ahijados y sobrinos. En marzo, que estábamos a punto de abrir el otro local, decidimos poner una juguetería. En principio nos miraron con extrañeza, pero pusimos una juguetería. Sin tener idea, pero nos largamos”, recordó Margarita.
Al poco tiempo, a los juguetes se sumaron los accesorios para bebés, y en menos de cinco años sus dos hijos se sumaron a trabajar en el local.
Es muy lindo, como experiencia. Aunque también tiene sus momentos complicados trabajar con la familia. Sobre todo mi esposo y yo, que trabajamos y vivimos juntos. Pero cada uno tiene su rol”, explicó.
Son cuatro. Así que se dividen para la parte administrativa, para tratar con los proveedores, y para tratar con los clientes.
Se tiraron en un momento 3 o 4 nombres, que ya ni los recuerdo. Pero surgió Guadis, por Guadalupe, que tenía ese nikname en su espacio de chat. Y directamente, decidimos poner ese nombre, porque justamente surgió de esa energía que ella nos dejó.
Hay muchos motivos para regalar juguetes, algunos más felices que otros. Para los Brignani, es importante que cada cliente se lleve algo que esté dentro de sus expectativas, y también de su presupuesto: “Un juguete, te trae alegría. Con un juguete decís mucho, es placentero. Y si es compartido el juego mejor”.
“Tenemos clientes que empezaron a comprar en el local con 4 o 5 años edad y ahora ya son grandes, y entran y te dicen ‘te acordás de mí’, y cuando le ves la carita, te acordás, y rememorás cosas con ese cliente. Otros, que vienen los papás y les muestran ‘acá te compré la cuna, el cochecito…’. Es muy lindo, ese ida y vuelta. Es un orgullo tener clientes que se hicieron familiares con uno”.
Margarita, además, agradeció a las empresas que colaboraron de diferentes maneras, con las donaciones a diferentes instituciones: “Bontus, Zypyotys, I.R.V., Didáctica A y G, Apolo, Kiddy, Baby Company, Chicco y Sigmar”.
Y concluyó: “En estos diez años, primero, que Guadis nos ayudó como familia, a superar un momento muy penoso. Después, ver hoy que tenemos la oportunidad de dar trabajo a otras personas. Hemos crecido con la juguetería, aún en un momento como éste a nivel económico, si bien lo sentimos, podemos seguir haciendo esto, que nos gusta tanto”.
