Gabriel Boric asumió como nuevo presidente de Chile

“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo”, dijo en la ceremonia celebrada en el Salón de Honor del Congreso Nacional en Valparaíso, en cumplimiento del protocolo de asunción del cargo.

BUENOS AIRES (NA).- El exdirigente estudiantil Gabriel Boric juró este viernes como nuevo presidente de Chile con la promesa de dar un giro a la experiencia neoliberal, impulsar un Estado de bienestar con conciencia ecológica, feminista y capaz de reducir las desigualdades.

Boric se convirtió a sus 36 años en el presidente más joven de la historia de Chile, sucede al conservador Sebastián Piñera y llega con la promesa de convertir a Chile, donde el 1% de la población posee el 26% de la riqueza, en “la tumba” del neoliberalismo.

En día del cambio de mando presidencial también fueron designadas las nuevas autoridades del Congreso de Chile. El Senado de Chile eligió a Álvaro Elizalde (Partido Socialista) para presidir el Senado.

Tras la elección, con 35 votos, Elizalde fue el encargado de entregarle la banda presidencial a Boric.

En tanto, la Cámara de Diputados y Diputadas eligió a Raúl Soto (Partido por la Democracia) como nuevo presidente hasta el 21 de octubre de 2022, con 88 votos a favor. Claudia Mix y Alexis Sepúlveda serán vicepresidentes del cuerpo.

Como parte del protocolo de la ceremonia de investidura, el mandatario saliente se quitó la banda presidencial y se la dio al presidente del Senado, quien hizo el traspaso de mando. Saludando con su mano en alto, Boric recibió la banda presidencial.

“Vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos que tenemos en nuestro país”Gabriel Boric

“Queda investido como nuevo presidente de la República el señor Gabriel Boric Font”, cerró Elizalde.

“Señor presidente electo juras o prometes desempeñar el cargo de presidente de la república y hacer cumplir la Constitución y las leyes de Chile”, dijo ante el mandatario electo.

“Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí, prometo”, respondió Boric.

“Con un gran sentido de responsabilidad”, respondió Boric en un breve mensaje a la prensa, consultado sobre cómo se sentía.

“Vamos a dar lo mejor de nosotros para estar a la altura de los desafíos que tenemos en nuestro país”, dijo el mandatario justo antes de subirse al auto descapotable en el que se trasladó escoltado por granaderos a caballos.

Luego tomó juramento a los ministros: “Estoy profundamente orgulloso de este gabinete, de que sean más mujeres que hombres -y eso es gracias al movimiento feminista. No olvidemos nunca que nos debemos al pueblo de Chile”, expresó el mandatario.

Invitados especiales

Antes de asumir la investidura presidencial, Gabriel Boric recibió a los mandatarios de la región como un gesto para “sostener relaciones diplomáticas fluidas” y “consolidar una visión global y colaborativa” entre todas las naciones del continente.

Los presidentes de República Dominicana, Luis Abinader; Perú, Pedro Castillo; Ecuador, Guillermo Lasso; y Paraguay, Mario Abdo, como también los vicepresidentes de Brasil, Hamilton Mourao, y Honduras, Salvador Nasralla Salum, fueron algunos de los líderes políticos que se reunieron con Boric antes de su asunción como presidente de Chile.

“Consolidar una visión global y colaborativa es fundamental para sostener relaciones diplomáticas fluidas. Hoy nos reunimos con representantes de distintas naciones para avanzar en ese camino. Gracias a todas las autoridades por acompañarnos previo a asumir la presidencia”, agradeció Boric, reportó estas declaraciones en Buenos Aires Página/12.

Alberto Fernández, presidente de la República Argentina, también viajó especialmente en carácter de invitado especial a la ceremonia.

Boric llamó a “reparar las heridas del estallido social”

En su primer discurso tras asumir la presidencia de Chile, Gabriel Boric llamó ante una multitud a “reparar las heridas que dejó el estallido social” de 2018, al anunciar que el jueves se retiraron las 139 querellas que se iniciaron bajo la Ley de Seguridad del Estado.

“Juicio a (Sebastián) Piñera”, gritó buena parte de la colorida multitud reunida en la Plaza de la Constitución cuando Boric anunció que se retiraron las querellas, pero el mensaje del mandatario más joven de la historia de Chile se centró en no atacar a las personas sino a los problemas pendientes.

“Este Gobierno no se agota en sus adherentes”, dijo, y reivindicó que “de las movilizaciones venimos, hoy día estamos acá, pero no nos olvidamos de dónde venimos”, al hablar desde el balcón del Palacio de La Moneda. “Vamos lento porque vamos lejos, pero no vamos solos”, agregó.

Boric también se dio tiempo en su discurso para reivindicar a todos los presidentes democráticos de Chile de los últimos 50 años.

“Aquí se escuchan también las voces de los que lucharon por los derechos humanos”

Pidió a “todos los chilenos y chilenas” que “nos acompañemos en esta tarea, a que caminemos juntos la ruta de la esperanza y construyamos un país que sea digno y justo… dignidad, qué palabra tan linda”, agregó y levantó una vez más el aplauso de la plaza, donde ondeaban banderas chilenas, mapuches, comunistas y de la sureña región de Magallanes.

También había pancartas individuales, entre las que destacaron una en forma de libro que decía “Constitución nueva para un nuevo Chile” y una pequeña, en manos de una mujer canosa, que simplemente resumía en negro sobre blanco el sentimiento de buena parte de los asistentes: “Gabriel Boric, esperanza”.

“Nos vamos a ocupar específicamente por la educación, donde hay una brecha gigante”Gabriel Boric

“Pondremos especial atención a los efectos de la pandemia sobre los trabajadores de la salud, que tanto esfuerzo han puesto” y “vamos a continuar también la exitosa estrategia de vacunación del gobierno anterior”, señaló Boric.

“Nos vamos a ocupar específicamente por la educación, donde hay una brecha gigante”, señaló en alusión a uno de los problemas centrales de Chile, detonante de las protestas históricas que marcaron el nacimiento de una nueva camada de dirigentes, de la que él es el principal emergente.

“Vamos a implementar la consolidación de nuestra economía. Un crecimiento que sea sustentable, que no tenga nunca más zonas de sacrificio”, prometió.

El nuevo presidente chileno también prometió impulsar políticas que lleven a un empleo digno, y asoció la inestabilidad laboral y la degradación social con los niveles de delincuencia, “porque reconocemos que millones de chilenos y chilenas viven con temor”.

“Vamos a enfrentar el problema de la delincuencia y también el de la desigualdad social, que es su origen”, pero también con una reforma de las fuerzas de seguridad” fuertemente cuestionadas por el ensañamiento con que reprimieron las movilizaciones durante el estallido social que puso en vilo a Chile desde octubre de 2018.

Debajo, los asistentes reflotaron un cántico muy en boga durante los últimos años: “el que no salta es un paco”, que es como la jerga popular chilena identifica a los carabineros.

“Pondremos especial atención a los efectos de la pandemia sobre los trabajadores de la salud, que tanto esfuerzo han puesto” y “vamos a continuar también la exitosa estrategia de vacunación del gobierno anterior”

“Vamos a enfrentar el problema de la delincuencia y también el de la desigualdad social, que es su origen”, pero también con una reforma de las fuerzas de seguridad”Gabriel Boric

Boric también habló de los problemas pendientes “en el norte y en el sur” del país.

“En el sur también tenemos un problema. Antes se hablaba de la pacificación de la Araucanía, qué término más injusto”, se lamentó. “Se hablaba de conflicto mapuche” cuando “es un conflicto entre el Estado chileno y la reivindicación de un pueblo que tiene derechos”, afirmó. “El camino será el diálogo, la paz y la empatía con todas las víctimas”, aseguró, poniendo énfasis en la palabra “todas”.

“En este primer año también nos hemos impuesto acompañar de manera entusiasta el proceso constituyente”, porque “necesitamos una Constitución que nos una, que sintamos como propia, una diferente a la que fue impuesta a sangre y fuego por la dictadura, una Constitución que nazca en democracia, que sea para todos y no para pocos”, arengó.

En este sentido, invitó a todos los sectores políticos y sociales “a que nos escuchemos de buena fe, sin caricaturas. Sin caricaturas de todos los bandos, nosotros también, y podamos tener por primera vez una Constitución democrática, paritaria, con participación de todo nuestro pueblo”.

Abajo, en la Plaza de la Constitución, donde están las estatuas de todos los presidentes, la gente respondió una vez más con la canción del mítico grupo musical Quilapayún, convertida en una consigna de las luchas latinoamericanas: “El pueblo unido jamás será vencido”.

Boric habló desde el clásico balcón que está sobre la entrada principal de La Moneda, aquella que una foto icónica del golpe de Estado de 1973, encabezado por Augusto Pinochet, mostró incendiada por las bombas que tiraban los aviones militares.

“Aquí se escuchan también las voces de los que lucharon por los derechos humanos” y las reivindicaciones feministas y las marchas por la educación, pero también “desde donde estamos hablando ayer entraban cohetes, y eso nunca más se puede repetir en nuestras historia”, dijo en alusión a ese golpe cívico-militar perpetrado muchos años antes de que Boric naciera, pero que fue uno de los temas recurrentes en su discurso cuando tocó reivindicar las luchas por los derechos humanos.

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