Fertilización asistida: “Hay mucho desconocimiento de las personas sobre cuáles son sus derechos”

Así lo manifestó una de las empleadas la oficina local de la Superintendencia de Servicios de Salud, que fiscaliza el cumplimiento del Plan Médico Obligatorio (PMO) en la mayoría de las obras sociales y prepagas.

RIO GRANDE.- Los tratamientos de fertilización médicamente asistida son de cobertura nacional obligatoria a partir de la sanción de la Ley 26.862. A partir de esta ley, los tratamientos, medicaciones y prácticas necesarias para llevarlos a cabo se incluyeron en el PMO de todas las prestadoras de servicios de salud, públicas y privadas. En el mes del cuidado de la fertilidad, El Sureño visitó la oficina local de la Superintendencia de Servicios de Salud para saber cómo iniciar un reclamo ante cualquier irregularidad.

La oficina de la Superintendencia de Salud está ubicada en calle Lasserre 418 y atiende de lunes a viernes, de 8:30 a 14:00. Atiende a toda la provincia, de forma gratuita.

Allí, trabajan cinco personas: el médico odontólogo Juan Pablo Stolowich, coordinador; la licenciada María Florencia Ortiz, asesora legal; Virginia Cabrera, Diana Ancao y Sebastián Verón, que son quienes atienden al público y hacen las demás tareas.

“Hay mucha gente que viene porque cree que el tratamiento de fertilidad o la medicación se le cubre, o le dijeron que es así pero no lo sabe… tenemos mucha gente que viene con la incógnita, pero con información segura, no”, comentó Virginia.

Es que la oficina está funcionando en la ciudad hace poco más de un año, y muchos de los fueguinos aún desconocen de su presencia o las tareas que realiza.

“A veces los trámites pueden ser largos, o muchas veces se especula con el desconocimiento de las personas, pero se han hecho muchos progresos”, agrega Diana, otra de las empleadas.

Para empezar los reclamos, es siempre igual. Ya sea en la ciudad de Río Grande, Tolhuin o Ushuaia. “Necesitan el formulario B Res 075, que lo pueden descargar por Internet, o lo llenan acá; fotocopia del DNI, la constancia de CUIL, copia de los últimos tres recibos de sueldo en caso que trabajara en relación de dependencia, y en caso que tenga una empresa de medicina prepaga contratada, las últimas tres facturas de pago. Si es servicio doméstico, pedimos el formulario de AFIP. También la prescripción médica actualizada, solicitud de tratamiento o medicación, una síntesis del resumen clínico, y la justificación de la prestación. Porque nosotros contamos con una auditora médica, en Río Gallegos, que es la encargada de señalar qué corresponde y qué no”, indicó Diana.

Teniendo en cuenta lo que prescribe el diagnóstico, se le pide a la obra social que cubra un determinado tratamiento. Si la obra social o prepaga no se hace cargo, se puede empezar el reclamo, ya sea, habiendo gastado el dinero en medicación, consultas u otras prácticas; o antes de empezar el tratamiento indicado por el médico: “Siempre les decimos a las personas que saquen fotocopias, para que después nosotros lo enviamos a nuestro médico. Hay un PMO ‘Programa Médico Obligatorio’, que contempla todas las prácticas, medicaciones, que tiene que cubrir la Obra Social. Las medicaciones que se toman durante un tratamiento de fertilización por ejemplo, el PMO dice que se tienen que cubrir en un 100%. Hay obras sociales que cubren solo el 40%, y esos son muchos de los reclamos que estamos teniendo ahora”, detalló Stolowich.

Y agregó: “Antes, acá en la ciudad no había una oficina de la Superintendencia de Servicios de Salud. A vos te decían que no te cubrían, y prácticamente no podías hacer nada. La gente no iba hasta Buenos Aires a reclamar. Hoy, podés hacer el reclamo desde acá, lleva su tiempo, porque nosotros intimamos a la obra social a que te reintegren 15 días, si no te reintegran en 15 días, les damos 5 días más para que nos vuelva a responder. En el caso que aún no respondan, o que se negativa la respuesta, (habiendo pasado por la parte médica que determinó que sí corresponde), ya lo mandamos a Buenos Aires, donde la parte legal dictamina si corresponde o no”.

En caso de necesitar un tratamiento de fertilidad, el paciente deberá solicitar formalmente que se le asigne el prestador. Ante la negativa, puede presentar junto a la documentación mencionada su propia historia clínica, con el resultado de tratamientos anteriores. “Lo que tiene que tener claro la gente es que la ley de fertilización asistida está, existe, el número es 26.862. Tiene que acercarse a su obra social o prepaga, pedir un prestador, si no lo tienen, que vengan para acá. Ante la falta de cobertura o de reintegro, se puede hacer el reclamo”, insistió el Coordinador.

 

 

Nuevas legislaciones

En enero de este año, se resolvió a la nivel nacional que las prácticas adyacentes a los tratamientos de fertilidad de alta complejidad, como la criopreservación y vitrificación, que tiene que ver con la conservación de los embriones, ovocitos y otros materiales biológicos para futuros tratamientos; como también la ovodonación en el caso de que la patología lo requiera, deben estar cubiertas por las prestadoras de servicios de salud, en todo el país.

La resolución es la N° 1-E/2017, e incluye dentro de la obligatoriedad todas las prácticas y etapas de los tratamientos de fertilización médicamente asistida. La resolución considera que si alguna de las prácticas necesarias para la totalidad del tratamiento no se cubre, el tratamiento queda incompleto, por tanto, infringe la ley.

“Se escuchan todo tipo de argumentos cuando no se quieren cubrir tratamientos, desde la edad o preexistencia de las enfermedades, reglamentos internos que diferencian afiliados. Nosotros hace un año y un poquito más que estamos trabajando acá, y hemos escuchado reclamos de todo tipo, relacionados con un montón de cosas. Suponemos que con el tiempo esto se va a ir sabiendo. Hoy la gente viene a consultar quiénes somos, para qué estamos, y si podemos resolver su problema. Pero viene con mucho desconocimiento de sus propios derechos”, explicó Virginia.

La oficina de la Superintendencia de Servicios de Salud, también participa del programa “El Estado en Tu barrio”, para atender éstos y otro tipo de reclamos. Recibe consultas de toda la provincia a través del teléfono o correo electrónico. Quienes deseen realizar consultas pueden acercarse a la oficina en calle Lasserre, enviar un correo electrónico a la casilla de la SSSalud TDF: tdf@sssalud.gob.ar, o comunicarse a los teléfonos 2964 429205 / 429090, de 8:30 a 14:00.

 

CARTA DE UN PADRE INFÉRTIL

Mi gran sueño, ser papá

 

Desde joven pensé que sería hermoso ser padre, veía a mis amigos con sus hijos y a mis sobrinos y pensaba que cuando conozca a “la indicada” si existiera me gustaría tener un hijo, o dos o tres. Finalmente conocí a quien es hoy mi esposa y cuando cumplimos 30 años pensamos que era tiempo de buscar ése primer bebé.

El tiempo empezó a correr, los médicos nos sugirieron unas vacaciones antiestrés. Las tomamos, pero el bebé no llegó. Empezó el camino de buscar un diagnóstico, acompañé a mi esposa en todo el proceso. ¿Cómo lo viví? Con bronca, esa palabra resume todo lo que pasó por mi mente, parecía tan simple, todo el mundo tenía hijos… ¿por qué nosotros no?

Dejando todo prejuicio de lado me sometí a todos los estudios que me pidieron, íbamos juntos a las consultas, porque era cosa de dos, éramos una pareja infértil y queríamos saber por qué. Mientras, no paraba de preguntarme ¿por qué a mí? ¿Por qué a nosotros? A lo que mi esposa respondía “hay que preguntarse ‘para qué’. Con qué propósito atravesamos esto. Yo no encontraba esperanza ni sentido en sus palabras.

Mi esposa me decía: “nosotros solo vemos una pieza de este rompecabezas que es la vida… Dios ve el cuadro completo y tiene la última palabra”. Yo como su compañero sentía culpa porque ella tenía que someter su cuerpo a intervenciones médicas y no podía hacer más que acompañarla.

Yo no podía ocultar la emoción en cada intento. Era una montaña desesperante de emociones y ella me consolaba, ella ponía el cuerpo y después me consolaba ella a mí. Nuestro amor se fortaleció, fueron, 1, 2, 3, 4 intentos, todos negativos.

Por quinta vez íbamos a intentar, esta vez en Buenos Aires. Renovamos la fe y la esperanza, “siento que se va a dar” me decía ella y allá estábamos haciendo un tratamiento más invasivo, más doloroso, tuve que aprender a poner inyecciones: 3 por día en su panza, ecografías y más, un curso intensivo de enfermero a domicilio. Terminamos todo el proceso y había que esperar.

Llegó el lunes, en que fuimos muy temprano a hacer los análisis, esperamos los resultados para la tarde, los vimos y era un valor pequeño pero fue en aumento semana a semana. Recibimos un email del médico de Buenos Aires “Felicitaciones estás embarazada”. Nos fundimos en el abrazo más largo y especial de todos llorando de alegría y respirando con alivio con ganas de gritarlo a los 4 vientos: ¡Voy a ser papá!

Y por fin nuestro sueño, nuestro milagro, nuestra Génesis. Hoy ya con un año de edad, camina a mi lado, me abraza, me besa y me dice ‘papá’. Cuando veo esos pequeños labios pronunciar mi nuevo nombre, pienso que pasaría por todo eso otra vez, no sé cómo será ser padre por accidente, tampoco sé lo que es ser padre en el tiempo planificado, ni lo que es ser padre muy joven. Pero sé la felicidad que es ser un padre de lucha. De manera natural no llegaría, tuvimos que caminar el sendero que parecía no acabar, pero valió la pena, a pesar de la infertilidad pudimos y ése mensaje quiero dejar a los padres que hoy reciben un regalo simbólico, que les recuerda un año más sin risas, llanto y olor a bebé: No bajen los brazos, la ciencia avanzó, hay más posibilidades y una ley nacional vigente. Somos padres de lucha. Las lágrimas que derramamos cuando sembramos la semilla se volvieron cantos de alegría cuando cosechamos. Feliz día a los futuros papás.

Ariel tiene en sus brazos a Génesis. Un papá feliz en este día especial.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Dr. Stolowich y parte de su equipo durante la visita a Tolhuin con el programa “el Estado en tu barrio”.