Estudiantes, que busca meterse en la fase de grupos de la Libertadores, venció al conjunto chileno con gol de Pellegrini. La revancha será el próximo miércoles.
BUENOS AIRES (NA).- Un triunfo que vale oro. Una victoria que amerita ser celebrada con un puño bien apretado y un grito tan desaforado como el que pegó Matías Pellegrini para dejar en silencio a todos en el estadio El Sausalito de Viña del Mar. A todos menos al puñado de hinchas argentinos que llegaron desde La Plata y explotaron de euforia.
A Estudiantes no le sobró nada en Chile, pero afloró la mística y se trajo en la valija un resultado muy importante de cara a la revancha, que será el próximo miércoles.
Los dirigidos por Ricardo Zielinski pegaron en el lapso en que el trámite del partido menos invitaba a pensar en un gol de Estudiantes. El conjunto argentino dominó los primeros 30 minutos del encuentro, en los que incluso dispuso de una situación inmejorable para convertir: Del Prete tuvo un mano a mano con el arquero De Paul, pero su remate se fue desviado.
A partir de ese momento se produjo un quiebre en el encuentro. El Pincha no logró sostener el dominio ni la presión del arranque y Everton, que explotó las espaldas de los volantes del equipo platense, tuvo varias situaciones claras: Sánchez, Madrid y Di Yorio sacaron a relucir los reflejos de un inoxidable Andújar.
Estudiantes tuvo el mérito de resistir la tormenta. Y en el momento menos esperado castigó al Everton. El técnico metió un pleno con el ingreso de Matías Pellegrini, quien selló el triunfo con una muy buena definición tras un centro de Godoy.