El sindicato UPCN acordó ayer con el Gobierno una recomposición salarial para los empleados públicos nacionales del 1,5% para enero y 1,2% para febrero. Así se resolvió en una reunión paritaria que conduce Julio Cordero, mientras que fue rechazada por ATE.
BUENOS AIRES (NA).- La paritaria fue firmada por UPCN, el sindicato mayoritario del sector, y rechazada por ATE, que anticipó que seguirá protestando «en la calle».
El acuerdo establece una suba para aquellos sectores que reciben una remuneración en concepto de presentismo, que pasa de $30.000 a $50.000, en el marco de un período paritario que comenzó en junio y se extiende hasta el mismo mes de 2025, por lo que el acumulado ronda el 16,22%.
El último acuerdo salarial, validado por la conducción de UPCN, había sido firmado en octubre pasado y determinó un aumento del 3% para noviembre y diciembre, más el pago de un bono de $30.000.
El Gobierno recibió ayer en la Secretaría de Trabajo a los delegados paritarios de UPCN y ATE, en la reanudación de la negociación salarial del sector, después del cuarto intermedio que había sido fijado a fin del año pasado ante la falta de acuerdo entre las partes.
ATE ya había anticipado que no aceptaría la «imposición de un techo salarial» y volvió a abrir las puertas a un nuevo escenario de conflicto que se perfila, también, por el inminente nuevo mega DNU que presentará el Gobierno y que se centrará en el cierre y fusiones de organismos públicos.
«Ante esta situación, el sindicato se declaró en estado de alerta y asamblea permanente en todos los ministerios y convocará a un plenario federal para definir una nueva medida de fuerza este mes», sostuvo ATE en un comunicado difundido tras la firma de la paritaria.

Según el sindicato que conduce Rodolfo Aguiar, los aumentos de la paritaria 2024 apenas alcanzaron el 73,3% frente a una inflación que trepó al 117,8%.
«Se trata de una paritaria que no solo no mejora sino que empeora, que profundiza la crisis de ingresos en el sector público.
Sigue siendo usada para disciplinar y condicionar el resto de las negociaciones salariales en el sector público y en distintas actividades privadas. Para lograr el equilibrio fiscal se asaltan los bolsillos de los estatales y de los jubilados», apuntó Aguiar.