Aviones de guerra, barcos y submarinos estadounidenses y británicos atacaron Yemen durante la noche en represalia contra las fuerzas hutíes respaldadas por Irán por las incursiones contra la navegación en el mar Rojo, una ampliación del conflicto regional desencadenado por la guerra en Gaza.
WASHINGTON/ADÉN, YEMEN (Reuters-NA)- Por Phil Stewart, Idrees Ali y Mohammed Ghobari.- Testigos confirmaron explosiones en todo Yemen, y afirmaron que las incursiones tuvieron como objetivo una base militar adyacente al aeropuerto de Saná, un emplazamiento militar cerca del aeropuerto de Taiz, una base naval hutí en Hodeidah y emplazamientos militares en la gobernación de Hajjah. “Estos ataques selectivos son un mensaje claro de que Estados Unidos y nuestros socios no tolerarán ataques contra nuestro personal ni permitirán que actores hostiles pongan en peligro la libertad de navegación”, declaró el presidente estadounidense, Joe Biden. John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, dijo en la tarde del viernes que los ataques se habían dirigido contra la capacidad de los hutíes para almacenar, lanzar y guiar misiles o aviones no tripulados, cuya repercusión se estaba evaluando. Los hutíes dijeron que cinco de sus combatientes murieron en un total de 73 ataques aéreos y afirmaron que tomarían represalias y continuarían atacando la navegación en apoyo a la lucha de los palestinos contra Israel. Poco después de las 1500 GMT, el Centro de Información de Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido dijo que había recibido informes de un misil que aterrizó en el mar a unos 500 metros de un buque al sureste del puerto yemení de Adén. La empresa de seguridad marítima Ambrey lo identificó como un petrolero con bandera de Panamá. En Yemen, se congregaron multitudes en las ciudades. Imágenes grabadas por drones en la cadena de televisión huti Al Masirah mostraron a cientos de miles de personas en Saná portando banderas palestinas y yemeníes y coreando consignas que denunciaban a Israel y Estados Unidos. “Sus ataques contra Yemen son terrorismo”, dijo Mohammed Ali al-Houthi, miembro del Consejo Político Supremo Huti. “Estados Unidos es el Diablo”. El Ejército estadounidense señaló haber alcanzado 60 objetivos en 16 lugares utilizando más de 100 municiones de precisión. “Hay mucha preocupación porque se repita la escasez de combustible y escaseen los alimentos”, dijo Ali Ahmad, de 52 años. “Nos estamos apresurando a llenar nuestro auto y hemos comprado harina y arroz por si hay alguna emergencia, porque esperamos que los hutíes respondan y haya una escalada”. Mahmoud, residente del principal puerto yemení del mar Rojo, Hodeidah, que sólo dio su nombre de pila, dijo que las tropas se estaban extendiendo por las calles y que los vehículos militares estaban saliendo de los cuarteles con escoltas de seguridad. En un país que acaba de salir de casi una década de guerra que llevó a millones de personas al borde de la hambruna, la mañana trajo largas colas en las gasolineras de gente que temía un nuevo conflicto prolongado con Occidente.
AUMENTAN PRECIOS DEL PETRÓLEO
Los precios del petróleo subieron con fuerza por preocupaciones sobre el suministro. El Brent escaló casi un dólar tras haberse disparado tres en su pico de la rueda. Los hutíes, un movimiento armado que se hizo con el control de la mayor parte de Yemen en la última década, han estado atacando las rutas marítimas en el mar Rojo, por donde pasa el 15% del comercio marítimo mundial en las rutas entre Europa y Asia. Datos de seguimiento de buques comerciales mostraron que al menos nueve petroleros pararon o se desviaron del mar Rojo.Estados Unidos y sus aliados habían desplegado una fuerza naval en la zona en diciembre, y la situación se había agravado en los últimos días. El martes, Estados Unidos y Reino Unido derribaron 21 misiles y aviones no tripulados en lo que calificaron como el mayor ataque hasta la fecha. Sin embargo, no todos los principales aliados de Washington decidieron respaldar la operación. Países Bajos, Australia, Canadá y Bahréin proporcionaron apoyo logístico y de inteligencia, mientras que Alemania, Dinamarca, Nueva Zelanda y Corea del Sur firmaron una declaración conjunta defendiendo los ataques y advirtiendo de nuevas acciones. Pero Italia, España y Francia optaron por no firmar ni participar, por temor a una mayor escalada. Irán, que apoya a grupos armados de todo Oriente Medio, incluidos los hutíes y los militantes de Hamás que controlan Gaza, condenó los ataques estadounidenses y británicos. Los ataques hutíes han obligado a las navieras a enviar buques por una ruta más larga y costosa alrededor de África, lo que ha generado temores de que un nuevo brote de inflación y la interrupción de la cadena de suministro hagan descarrilar la recuperación económica mundial.
(Reporte adicional de Andrew Mills en Doha, Maher Hatem en Dubái y Jeff Mason, Kanishka Singh y Eric Beech en Washington, Elizabeth Piper en Londres; escrito por Peter Graff; editado en español por Carlos Serrano y Sofía Díaz Pineda).