En Tucumán falleció el profesor Alberto Díaz

Innumerables muestras de dolor se sucedieron desde la tarde del sábado al conocerse la repentina muerte del profesor de Educación Física Alberto Díaz.

RIO GRANDE.- El hecho se produjo en su natal Tucumán, producto de un infarto, a dos meses de cumplir los 66 años.

De inmediato a través de las redes sociales se sumaron las condolencias y las palabras de apoyo para sus familiares, de parte de las innumerables personas que lo conocieron en la provincia donde se afincara a finales de la década de los ochenta.

Desde su rol educador  primero, al mismo tiempo como deportista, más adelante en su función de entrenador y también como funcionario, en el área de la Secretaría de Deportes de la provincia, fue ampliando el número de conocidos, amigos y discípulos.

Desde su paso por el básquetbol del Club San Martín con los hermanos Luis y Alberto Kovacic (en aquellos duelos entre bases y triplistas con Cachi Miranda, de YPF), coincidiendo con el resurgir de la selección de futsal a nivel nacional en esa década (campeones en 1991, 1993 y 1997; la primera aquí y en Ushuaia, un par de años más tarde en Rosario, y el restante título en la capital provincial).

El largo paso por el futsal CAFS del CEC y QRU, antes del desembarco en el futsal AFA con Metalúrgico. Sus viajes con las delegaciones a los Juegos Evita (desde la edición que reunió en 2001 –en Santa Fe- a las provincias gobernadas por el justicialismo, y donde Campolter fue campeón en fútbol 5 femenino, y Universitario subcampeón en básquetbol masculino) y de la Araucanía.

Durante muchos años se desempeñó en la Secretaría de Deportes, siendo el gimnasio Jorge Muriel su lugar habitual de trabajo. Ya jubilado, se volcó a la práctica del padel, interviniendo en los Juegos Evita.

Su manera de entrenar, su interés por la capacitación, el respeto hacia sus dirigidos lo volvieron uno de los DT más reconocidos por todo el ambiente, sobremanera entre aquellos jugadores que capacitó –dentro y fuera de la cancha-, a lo largo de casi tres décadas, en clubes y selecciones.

Descansa en paz, Alberto.

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