El Vasco Arruabarrena fue despedido y ya suena el Melli

BUENOS AIRES, (NA).- Rodolfo Arruabarrena dejó ayer de ser el entrenador de Boca, tras una reunión con el presidente Daniel Angelici, que decidió ponerle punto final a su gestión, luego de un irregular arranque de temporada en el torneo de Primera División y la Copa Libertadores.

Así lo confirmaron a la agencia NA fuentes del club de la Ribera, que detallaron que la decisión fue tomada por Angelici mediante una conversación telefónica que tuvo con el “Vasco” en la que le comunicó la decisión de cambio de rumbo en la conducción técnica.

Ahora será el entrenador de la reserva, Rolando Schiavi, quien se hará cargo de manera interina del plantel, que el jueves recibirá a Racing por la Copa Libertadores -sin público local- y el domingo irán al Monumental para el Superclásico por el torneo local.

Angelici le hizo saber a Arruabarrena -quien estaba acompañado por su representante- que “el ciclo estaba terminado”, dado que no tenía el apoyo de la Comisión Directiva y le pidió que diera un paso al costado, pero el entrenador le dijo que él tenía las fuerzas necesarias para continuar.

Una vez consumado el despido, Angelici le dijo a Arruabarrena que dirigiera a Boca por última vez el jueves ante Racing, pero el “Vasco” desestimó esa opción, y por ese motivo mañana irá al entrenamiento a despedirse del plantel.

El contrato del “Vasco” vencía en junio de 2017, tras la renovación a finales del 2015.

La reprobación para el “Vasco” comenzó en los amistosos del verano, cuando perdió ante Estudiantes de La Plata (2-0), Racing (4-1), dos veces el Superclásico ante River (ambas 1-0) y sólo le ganó a Emelec (3-0), en San Juan.

Luego fue goleado por San Lorenzo (0-4) en la Supercopa argentina disputada en Córdoba, y cuando se inició el torneo de Primera División, igualó 0-0 con Temperley, perdió como local frente a Atlético Tucumán (1-0), se recuperó con dos triunfos ante San Martín de San Juan (1-0) y Newell´s (4-1), pero este último domingo volvió a caer contra Racing (1-0).

Más allá de los resultados, que incluyeron un empate (0-0) en la visita a Deportivo Cali de Colombia en su debut en la Copa Libertadores 2016, el ciclo había quedado agotado hace algunas semanas, aunque Angelici decidió darle una segunda oportunidad por las ganas que demostró el “Vasco” de torcer el rumbo.

El candidato natural, ahora, sería Guillermo Barros Schelotto, que luego de su alejamiento de Lanús asumió durante dos semanas en el Palermo de Italia, donde no pudo dirigir por no tener el carnet habilitado como técnico en Europa.
Dos títulos, pero falta de juego y pocos éxitos con los “grandes”
La temporada pasada, Arruabarrena había asegurado que si no ganaba al menos un título con el “xeneize” se iba a alejar del cargo, aunque la obtención de la Copa Argentina -en una polémica final ante Rosario Central (2-0)- y el torneo de Primera División renovaron su crédito.

La victoria de Angelici en las elecciones de diciembre, dos semanas después del título en la Liga, confirmaron su continuidad al frente del primer equipo, en un vínculo que se renovó por 18 meses, hasta junio de 2017.

Sin embargo, la falta de respuestas futbolísticas en este arranque de temporada motivaron la reprobación de los hinchas y los dirigentes, que ya lo habían dejado contra las cuerdas hace dos semanas, previo a la visita a San Martín de San Juan, donde ganó por un tanto de Carlos Tevez.

Lo cierto es que el “Vasco” nunca pudo trasladar sus convicciones al equipo, que se notó frágil defensivamente y no supo qué hacer con la posesión de la pelota que, por ejemplo ayer frente a Racing, fue de más del 65 por ciento.