BUENOS AIRES (NA).- Independiente jugó ayer un gran partido en todas sus líneas para ganarle 3 a 0 a Racing en el estadio Libertadores de América y dejar a su histórico rival casi afuera de la pelea por el título.
El local dominó las acciones siempre, pero durante la primera media hora, fue criterioso para conducir el balón, aunque careció del pase profundo para romper entre líneas.
El quiebre llegó cuando se rompieron estructuras a partir de una jugada que comenzó con un pase largo de Méndez: Benítez apareció por el medio, tocó de primera para Diego Vera, éste descargó para Gustavo Toledo y su centro encontró al propio Benítez para empujarla al gol.
A partir del festejo, se vio lo mejor de Independiente debido a que Vera comenzó a tirarse atrás para asociarse con Benítez.
En el complemento, Independiente no se desesperó por liquidar la historia pero tampoco se tentó con la idea de retrasarse demasiado.
El ingresado Matías Pisano se paró como carrilero derecho y fue un socio interesante para el misionero Benítez.
Racing tan sólo contestó con un desborde y centro del ingresado Oscar Romero, pero el cabezazo de Diego Milito se fue por encima del travesaño.
Sin embargo, Benítez fabricó una falta en la puerta del área y Méndez se encargó de ejecutar el tiro libre que terminó en gol.
La frutilla del postre la puso Diego Vera, de cabeza, luego de una buena combinación entre Pisano y el Marciano Ortiz.
