El camino hacia un destino democrático

Hoy se cumplen 210 años de la Revolución de Mayo, la primera oportunidad que se dieron las colonias del Virreinato del Río de la Plata de elegir un gobierno propio. Una multiplicidad de causas sociales, políticas y económicas, dentro y fuera de las colonias, posibilitaron el camino hacia la soberanía.

Cambio de guardia en el Cabildo de Buenos Aires, escenario de la Revolución de Mayo: sin público y con barbijos.

RIO GRANDE.- En 1810, aires de independencia corrían por el mundo, y la sociedad criolla no estuvo ajena a ellos. El movimiento revolucionario que se fue gestando en el corazón de las colonias del Plata, perseguía la independencia de España.
Analizar las causas de la Revolución de Mayo, implica ubicar a las Provincias Unidas del Río de la Plata, en el contexto geopolítico de esa época en el mundo, además de interpretar el complicado juego de pasiones en pugna por el poder, que se daba dentro de nuestro país.
Luego de las invasiones inglesas y de la respectiva victoria de las tropas criollas ante éstas, un sentimiento de unidad y fuerza emergió entre la población rioplatense. España vivía desde 1808 el avance de tropas napoleónicas y su poder político y económico se debilitó en poco tiempo. En efecto, sus colonias americanas se vieron desatendidas y desabastecidas durante todo este tiempo.
El siglo XIX comenzaba así con grandes cambios políticos y económicos. El Virreinato del Río de la Plata ya contaba con una elite intelectual, un sector comerciante -que a su vez estaba imposibilitado para comerciar libremente con Inglaterra- y un grupo de criollos armados que cada vez fortalecían más su poder militar. El descontento entre los criollos de Buenos Aires crecía a la par de las pretensiones de organizar un gobierno autónomo y la práctica del libre comercio. Así, un proceso intelectual, comercial y militar con ideas independentistas comenzó a desarrollarse en el Virreinato del Río de la Plata.
El 13 de mayo de 1810 llegó la noticia de que Sevilla había caído en manos de las tropas de Napoleón. Sevilla era el último bastión del poder español y de esta manera el virrey Cisneros se vio obligado a ceder ante la iniciativa de los criollos revolucionarios de Buenos Aires que pedían una convocatoria a Cabildo Abierto.
Con una participación de aproximadamente doscientas cincuenta personas, el 22 de mayo se realizó una sesión de Cabildo Abierto en la que se decidió destituir al virrey Cisneros. El pueblo de Buenos Aires finalmente impuso su voluntad al Cabildo el 25 de mayo, creando una Junta de Gobierno integrada por Cornelio Saavedra, presidente; Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu, Juan Larrea, vocales; y Juan José Paso y Mariano Moreno, secretarios.
La revolución fue, por un lado, la expresión de un pueblo que se había encontrado con su destino democrático y, por el otro, la liberación de las fuerzas económicas que el orden monárquico absolutista mantenían frenadas. Trajo como consecuencia la instauración de una soberanía, ya que a partir de entonces los representantes del país serían elegidos por el pueblo y significó el comienzo de la Independencia de Argentina, declarada posteriormente el 9 de julio de 1816.

Relevo de guardia
Este año se realizó un histórico relevo de la Guardia de Honor del Cabildo de Buenos Aires, que cada 22 de mayo está a cargo de los integrantes del Regimiento de Infantería 1 “Patricios”.
Este año el relevo se realizó sin público presencial, debido al aislamiento social y obligatorio decretado por el Gobierno nacional, por la pandemia COVID-19. Sin embargo se pudo seguir a través de las redes sociales.