El CADIC justificó la fumigación

Desde la institución afirman que la erradicación del conejo es necesaria porque al ser una especie introducida, no tiene predadores naturales y se reproduce sin control. Además garantizaron que no inocularán virus ni agentes patológicos para eliminarlos.

El conejo de Castilla fue introducido en Tierra del Fuego desde Europa.

USHUAIA.- El Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC) salió a explicar oficialmente las razones por las cuales realizará un control de plagas sobre la población de conejos instalada en los cimientos de su edificio, y aseguró que no utilizará métodos de control biológico como los utilizados en otras ocasiones para erradicar la especie.
La explicación oficial llegó luego de que la asociación proteccionista ARAF, anoticiada de la matanza que se proyecta realizar, interpuso una acción de amparo con el patrocinio de AFADA para detener la medida, entendiendo que los métodos a utilizarse, ponen en peligro a la fauna silvestre. La causa se encuentra en el juzgado Civil y Comercial Nº 2, a cargo del doctor Gustavo González a la espera de una resolución.
El CADIC reiteró que a pesar de haber evaluado otros métodos para el control de la plaga, se consideraron las opciones que representan el menor sufrimiento posible para los conejos en el proceso de erradicación por lo cual “se procederá a realizar una fumigación pasiva y extracción manual. Este procedimiento no implicará riesgo para la seguridad ni la salud de humanos ni de otras especies animales y posee un impacto nulo para el medioambiente. No se emplearán métodos de control biológico como la inoculación de virus o agentes patológicos”, garantizaron.
Recuerdan que el conejo de Castilla fue introducido en Tierra del Fuego desde Europa por los primeros colonos y sin predadores naturales, se diseminó por todo el territorio causando daños ecológicos de gran envergadura. “Desde el año 2000, luego de un control demográfico que se había logrado en la década del 80, las poblaciones de conejos comenzaron a recuperarse en la Península de Ushuaia -donde se encuentran las instalaciones del CADIC-. Este año, debido a las particulares condiciones climáticas, se produjo una explosión demográfica que enciende nuevas alarmas ambientales y sanitarias”, explican.

Las madrigueras de los conejos que pretende erradicar el CADIC.

“Esto obliga al CADIC a tomar acciones de control de esta especie dañina que, a pesar de no ser agradables, se revelan como indispensables en pos de evitar su diseminación por la Isla Grande de Tierra del Fuego y la producción de daños mayores. Desde la institución se prioriza siempre la protección del ambiente, tanto a partir de la investigación como de la intervención directa y esta medida va en el mismo sentido: mantener la biodiversidad nativa y tratar de reparar los daños producidos por la acción humana”.
Por otra parte, los responsables de la institución científica, indican que la presencia de madrigueras produce hundimientos y derrumbes en los terrenos donde las colonias se instalan y que “en este caso, tanto el edificio principal del CADIC -dedicado a investigaciones- como las viviendas que alojan a su personal están sufriendo las consecuencias”.
Asimismo recuerdan que la invasión del conejo conlleva riesgos para el medioambiente, la salud de la población y la operación aerocomercial, haciendo hincapié en que “tanto el conejo -presente en el Aeropuerto Internacional de Ushuaia Islas Malvinas-, como sus predadores y carroñeros -aves, zorros y perros, por ejemplo- representan un riesgo para las aeronaves que allí operan, ya que pueden ser ingestados por las turbinas”.
“La erradicación del conejo no solo resguarda un patrimonio estatal, sino que, principalmente, constituye una contribución al control de una plaga para proteger a la flora, la fauna y la población de Tierra del Fuego de un desastre ecológico como el que ya se vivió el siglo pasado; asumiendo la responsabilidad social que comporta nuestra función profesional”, argumentaron.
Finalmente, destacan que, “con estas acciones se sigue lo que demanda la legislación vigente, en particular el Convenio sobre la Diversidad Biológica, al que se adhirió la Argentina que establece que se impedirá que se introduzcan, y se controlará o erradicará a las especies exóticas que amenacen a ecosistemas, hábitats o especies”.
Además recuerdan que la medida adoptada “contribuye a cumplir con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas a los que adhirió la Argentina en 2015. El Objetivo 15, en una de sus metas se propone para 2020, adoptar medidas para prevenir la introducción de especies exóticas invasoras y reducir de forma significativa sus efectos en los ecosistemas terrestres y acuáticos y controlar o erradicar las especies prioritarias”.