Ya pasó un año desde el cierre de Digital Fueguina. En este contexto, los 300 trabajadores de la firma continúan en el establecimiento fabril a la espera de una respuesta de parte de los responsables.
RIO GRANDE.- En el lugar, los delegados de los empleados de Digital, encabezados por Marcos González, realizaron un breve acto en el que agradecieron el acompañamiento de los empleados de las distintas firmas del Parque Industrial que se solidarizaron con ellos.
En su discurso, González entendió que esta “es una jornada dolorosa a la que nadie le gustaría llegar, son doce meses que estamos sin cobrar y nadie te da respuesta, es una incertidumbre total”.
En este sentido, indicó que al día de la fecha les siguen haciendo los aportes y emitiendo los recibos de sueldos, pero todos impagos, “es un año que estamos en la calle y no tenemos ni un centavo para llevar a nuestros hogares”.
El trabajador no olvidó a quienes se han solidarizado y han ayudado a los trabajadores que se quedaron sin sus fuentes laborales en medio de una incertidumbre total.
Por otro lado, fue tajante al analizar que “los Gobiernos, provincial y nacional, tienen las herramientas para decirle a los empresarios que den respuesta a esta situación”.
Un documento
En la oportunidad, Daiana Kotbahuer, una de las trabajadoras de Digital Fueguina, leyó un documento a los presentes.
“Hoy cumplimos un año de incertidumbre, un año de posibles soluciones que nunca fueron. Una vez leí en algún lado que una pérdida de algo valioso y significativo conlleva un duelo y nosotros perdimos nuestros puestos de trabajo, nuestra dignidad y, con eso, mucho más.
Durante este año, debimos sobrellevar como pudimos las 5 fases de un duelo. Comenzamos con la negación, creímos que esto no podía ser verdad y que de pronto todo volvería a la normalidad, que volveríamos a ensamblar aires por más inconvenientes que hubiera, y luego nos dimos cuenta de que estábamos en un abismo y caímos en la segunda fase, la ira. Un enojo nos envolvió el cuerpo y sentimos que todos eran enemigos, que nadie quería hacer nada para ayudarnos a salir de esta inmundicia en la que estábamos, fue uno de los momentos más difíciles de pasar, para poder seguir peleando con esta situación.
Luego vino la negociación. En esta etapa comenzamos a buscar esa ayuda que no venía sola. Empezamos a hablar con todos los que podían, de algún modo, darnos una mano para poder solucionar nuestra situación. Lamentablemente tuvimos que caer en la cuarta fase: la depresión. Comenzamos a sentir esa sensación de que no podíamos con todo, de que el mundo sigue girando con normalidad mientras nosotros nos manteníamos inmóviles cayendo en una oscuridad cada vez más profunda y creyendo que no podíamos salir de ahí y que nadie hacía nada para ayudarnos y que todos pasaban mirando para un costado mientras nosotros nos ahogábamos en desolación y, una vez que tocamos fondo, llegamos a la aceptación y ese fue un momento de gran aprendizaje, porque con esa aceptación logramos entender que si queremos algo hay que ir a buscarlo y nunca bajar los brazos y que estos puestos de trabajo son nuestros y nadie nos va a defender como lo podemos hacer nosotros.
Por eso, hoy, después de un año de haber pasado todas las etapas ya superadas, queremos reivindicar esta lucha y darla con más fuerza que nunca, con el apoyo de todos, porque ya no estamos trastabillando y todos van a tener que seguirnos el ritmo. Digital Fueguina es una fábrica de Tierra del Fuego, de la ciudad de Río Grande y merece ser reconocida como tal.
Hoy entendemos que lo que pasó no es responsabilidad nuestra y que los platos rotos no los tenemos que pagar nosotros. El responsable de esto es el Grupo Garbarino, es Carlos Rosales y es él quien tiene que solucionar todo esto pero también sabemos que sin nuestro reclamo y nuestra presión, no van a hacer nada, por eso tenemos que seguir. No se van a llevar esto de arriba y la única pelea que se pierde es la que se abandona”.