Si el IMEI -código de identificación- de un teléfono fue adulterado, se lo dará de baja y no se podrá utilizar. Las recomendaciones.
BUENOS AIRES.- Los celulares denunciados como robados o perdidos serán bloqueados a partir de hoy y no podrán ser utilizados en ninguna red dentro del país. Estos equipos ingresarán en una llamada “lista negra” y cuando la persona que lo tenga intente cambiar el chip, automáticamente quedarán inhabilitados.
Para abordar este problema no sólo económico sino también de seguridad pública, se darán de baja todos los celulares con un IMEI -el número de serie único de cada aparato- que sea inválido y/o haya sido adulterado. En otras palabras, si el teléfono no se activa es porque el IMEI fue copiado y/o adulterado.
El robo y hurto de celulares es moneda corriente en el país. Se estima que en la actualidad se roban casi 4.000 dispositivos por día. Vale aclarar que la cifra viene en baja, atribuido, en buena parte, a las medidas tomadas por el Ente Nacional de Comunicaciones desde 2016.
Lo importante recalcar es haber denunciado el robo. ¿Cómo? A través del *910. Hasta ayer, el equipo con la identificación adulterada no figuraba en la base de datos de la asociación mundial GSMA, desde la cual el Enacom chequea el número de IMEI y detecta los que figuran como robados.
Según la resolución 2.459, el usuario debe denunciar el robo, hurto o extravío de su línea telefónica y su equipo asociado al prestador del servicio, quien estará obligado a bloquear la línea telefónica y su último IMEI asociado, mediante la inclusión del IMEI en su base de datos negativa.
¿Cómo verificar si un teléfono comprado fue robado? Todo aquel que haya adquirido un celular usado puede ingresar el número de IMEI en www.enacom.gob.ar/imei para verificar que no esté bloqueado.
Sin embargo, hay una medida más sencilla. A la hora de comprar el teléfono, desde el Enacom piden probar la tarjeta SIM (el chip) en el equipo nuevo. De no funcionar, mejor optar por comprar el dispositivo en otro lugar. Como siempre, la recomendación principal es adquirir los smartphones en tiendas oficiales.
En Argentina unas 23,34 millones de personas usan smartphones, es decir, más de la mitad de la población. Con tantos dispositivos que valen cientos de dólares, el robo de teléfonos que alimenta el mercado negro ha crecido considerablemente en los últimos años.