La Secretaría de Ambiente Desarrollo Sostenible y Cambio Climático
de la provincia elevó un requerimiento de información respecto al
incidente de derrame de hidrocarburos ocurrido el jueves en la Planta
Cullen de ENAP en territorio chileno, operada y mantenida por la
empresa YPF S.A, bajo contrato de arrendamiento.
RÍO GRANDE.- Si bien el derrame ocurrió del lado chileno de la Isla y por ello no resulta competencia de la Secretaría de Ambiente su verificación, seguimiento y monitoreo, igualmente se ha solicitado a la empresa YPF S.A información sobre el mismo. La finalidad de este requerimiento es establecer una alerta tendiente a la protección de los recursos naturales de nuestra jurisdicción (recursos hídricos y suelo argentino) y también, llevar calma a la población respecto a que el hecho no ocurrió del lado argentino, no encontrándose en peligro nuestros recursos naturales.
El incidente consistió en un derrame de aproximadamente 700 m3 de hidrocarburos de las instalaciones mencionadas, ubicadas a unos 25 km. del límite argentino-chileno, que afectó un curso de agua afluente del río Cullen denominado Chorrillo Paraguaya, no siendo afectado el cuerpo principal que constituye una cuenca compartida con nuestro país.
Ante el requerimiento formulado, la firma YPF S.A informó que tras la detección del incidente se puso en marcha en forma inmediata el Plan de Contingencias, cuya primera acción es la contención del derrame y la notificación a las autoridades locales chilenas.
La Secretaría de Ambiente Desarrollo Sostenible y Cambio Climático de la provincia elevó un requerimiento de información respecto al incidente de derrame de hidrocarburos.
Durante este viernes se llevan a cabo los trabajos de saneamiento de la zona afectada, habiéndose recuperado el 60 % del hidrocarburo derramado. En estas tareas se emplean tres cuadrillas destinadas a labores manuales, retroexcavadoras y siete camiones de recuperación. De acuerdo a lo informado por YPF S.A, este despliegue de recursos había sido triplicados con el objetivo de finalizar lo antes posible con el saneamiento.
Si bien brinda tranquilidad la rápida respuesta de la petrolera, la Secretaría de Ambiente ha ordenado a sus áreas técnicas de Recursos Hídricos y de Gestión Ambiental quedar atentas a cualquier situación que pudiera derivarse del incidente, dada la cercanía del río Cullen al lugar del suceso, con la frontera de nuestra provincia.
Greenpeace: “Es el derrame de petróleo más grande de los últimos 20 años de Chile”
El derrame de petróleo en Tierra del Fuego, en la región chilena de Magallanes -al límite de la frontera con Argentina- proviene de la planta de hidrocarburos de la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) operada por YPF. “Constituye el derrame de mayor magnitud en Chile de los últimos años”, enfatizan desde Greenpeace.
La organización ecologista Greenpeace denunció ante las autoridades chilenas las infracciones ambientales cometidas por YPF y la Empresa Nacional del Petróleo – Magallanes (ENAP), solicitando que se dé inicio a un procedimiento sancionatorio a los responsables por el derrame de petróleo producido en la provincia chilena de Tierra del Fuego.
Los reportes indican que se derramaron unos 720.000 litros de petróleo, el equivalente a 21 camiones cisterna llenos.
La organización ecologista realizó una denuncia ante el superintendente de medioambiente chileno, Cristián Franz. “Instigamos a la Superintendencia chilena a que dé respuesta y aplique las sanciones correspondientes a los responsables de este desastre ambiental”, enfatizó Estefanía González, Coordinadora de Campañas de Greenpeace en Chile.
Desde la ONG explican que este derrame tiene consecuencias irreversibles en el medio ambiente dado que ocasionará graves impactos sobre la biodiversidad de la zona, incluida la fauna autóctona. “El petróleo tiene contaminantes altamente tóxicos, que pueden afectar los sistemas de reproducción y alimentación de las especies a largo plazo”, agregó González.
La semana pasada, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), demostró que para evitar impactos irreversibles en el planeta, la extracción de combustibles fósiles debe reducirse drásticamente en la próxima década. El consumo de petróleo debe disminuir casi un 40% para 2030.
“Este derrame evidencia el verdadero rostro de la industria petrolera: contaminación e impactos ambientales irreversibles. Continuar apostando a estas energías contaminantes, implica vulnerar el derecho de las personas a un ambiente sano, no sólo por los impactos del cambio climático, sino por estos derrames que afectan directamente a la biodiversidad circundante”, finalizó González.