La Liga Árabe cerró su cumbre de hoy, que incluyó el retorno del presidente sirio, Bashar al Assad, doce años después de la suspensión de su país, y la presencia del mandatario ucraniano Volodimir Zelenski, con una declaración en la que destacó las gestiones para resolver el conflicto en Sudán, respaldó la causa palestina y reclamó a Líbano la realización de elecciones.
TELAM.- La Liga, en el encuentro que se celebró en la ciudad saudita de Yeda, a orillas del mar Rojo, celebró la reincorporación de Siria, el acercamiento saudí-iraní y los esfuerzos de paz en Yemen y Sudán como una nueva fase de integración regional.
La 32ª Cumbre de la Liga Árabe también estuvo marcada por la presencia de Zelenski, que exhortó a los países de la Liga a que no “aparten la mirada” de lo que está ocurriendo en su país a partir del ataque de Rusia.
El paso de Zelenski por la cumbre de la Liga Árabe marcó su primera visita a Oriente Medio desde el inicio de la invasión rusa, de febrero de 2022. El presidente ucraniano acusó en su intervención a algunos dirigentes árabes de cerrar “los ojos” ante las “anexiones ilegales”.
Vestido con su característico uniforme militar, Zelenski había sido recibido en Yeda por el embajador de Ucrania y varios funcionarios sauditas, según imágenes transmitidas por el canal Al Ekhbariya, afiliado al estado saudita.
Las principales calles de Yeda estaban flanqueadas por las banderas de los Estados miembros de la Liga Árabe, incluida Siria, y el periódico Al-Riyadh dijo que sería “la cumbre de todas las cumbres”.
En su discurso, al Assad señaló el retorno de su país como el comienzo de una era de solidaridad regional frente a un Occidente “vacío de principios y valores” y reivindicó los vínculos indisolubles de su país con la organización.
“El arabismo es el pasado, el presente y el futuro de Siria”, remarcó el presidente, doce años después de que la organización suspendiera a su país por el estallido de la guerra.
Para al Assad, los países miembros de la Liga Árabe enfrentan una “oportunidad histórica para reorganizar sus asuntos con la menor interferencia extranjera posible”, lo que requiere “reposicionarse en un nuevo mundo a través de la atmósfera positiva generada por reconciliaciones previas”, como el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí.
“Hoy nos enfrentamos a una oportunidad para cambiar la situación internacional en un mundo multipolar, resultado del dominio de un Occidente vacío de principios, morales, amigos y aliados”, añadió el mandatario sirio en su discurso.
Asad se benefició de la ola de solidaridad internacional tras el terremoto del pasado 6 de febrero, que mató a miles de personas en Turquía y Siria. En la sala principal de la cumbre, intercambió saludos con el presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, y antes de la ceremonia inaugural se reunió con el presidente de Túnez y el vicepresidente de Emiratos Árabes Unidos. El anfitrión del evento, el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, también juzgó el retorno de Siria como un ejemplo de integración regional.
“Esperamos que el retorno de Siria a la Liga Árabe pueda contribuir a lograr la estabilidad en el país y a resolver su crisis”, expresó Bin Salman durante su discurso de apertura.
Afirmó también que la Liga nunca permitirá que la región “se convierta en una zona de conflicto”.
Sobre el punto, la declaración de Yeda celebró especialmente las negociaciones de paz para poner fin al conflicto entre Ejército y paramilitares en Sudán y el avance de las conversaciones en Yemen, y respaldó la iniciativa árabe como un “camino viable hacia la resolución” del conflicto entre Israel y Palestina.
En el único “debe”, los Estados de la Liga Árabe piden finalmente a Líbano, atascado desde hace años en una enorme parálisis política y económica, que celebre de una vez elecciones para concretar de una vez nuevo gobierno que suceda al actual ejecutivo en funciones.
A título particular, Arabia Saudita subrayó “la posición del Reino en apoyo de todo lo que contribuya a reducir la intensidad de la crisis en Ucrania, el no deterioro de la situación humanitaria y la disposición para continuar los esfuerzos de mediación entre la Federación Rusa y Ucrania”.