El Club Náutico Ioshlelk Oten festejó sus Bodas de Plata

RIO GRANDE.- En la tarde de ayer, los Amigos del Agua festejaron sus primeros 25 años de vida junto a la comunidad, un cuarto de siglo de pleno crecimiento que lo ha convertido en una de las instituciones más importantes de Río Grande, por caudal de socios y por lo conseguido en tan corto periodo teniendo en cuentas otros clubes de diferentes disciplinas deportivas.

El acto central se desarrolló al aire libre, en el monolito fundacional de la institución, cuyo bronce fue robado y próximamente lo reemplazarán con uno idéntico al que supo estar, y ahora, debajo del faltante, se descubrió una plaqueta conmemorativa a la primera Comisión Directiva del Club Ioshlelk Oten.

El acto fue presidido por Fabián Leiva y Luis Gamín, actualmente presidente y vice de la institución, y donde se hicieron presentes el senador José Ojeda -socio del club-, el jefe de la Prefectura Río Grande Prefecto Jorge Balestra, el jefe del Escuadrón 62 de Gendarmería Nacional Alejandro Pablo Lafay, socios y amigos del club.

Tras las formalidades protocolares con el izamiento de nuestra bandera patria, los himnos, fue el turno de escuchar al principal orador del acto, Lucho Gamín, miembro de aquella primera comisión directiva, más tarde presidente del club y uno de los tres remeros que ha realizado las 26 ediciones que lleva el Raid Náutico Internacional de Tierra del Fuego, la prueba más importante que tienen en su calendario deportivo.

“Amigos, socios; familiares, en este momento tan especial para nosotros a quienes nos apasiona esta tierra, este clima, el agua por eso somos ‘Amigos del agua’, porque un día nos propusimos en dejar de darle la espalda al mar y al río, este mar y este río que tanto tuvo que ver en el desarrollo de ese pueblo de antaño y vale recordar un poco de historia…”.

“Nuestro Río Grande… río y nuestro Río Grande, hoy ciudad, tienen una rica historia marinera desde sus comienzos con la actividad económica ganadera principalmente y con la instalación del hoy centenario Frigorífico CAP y su muelle de madera. El segundo hecho que marcó, y es fundamental, fue la instalación por parte de la Armada Argentina del faro en el Cabo Peñas y más tarde otro en Punta Páramo donde fondeaban los barcos de gran tonelaje que aguardaban a los más pequeños que transportaban la mercadería de exportación. Con la primera faena del frigorífico allá por mayo de 1918 con los vapores Amadeo y Austral sale el primer embarque de carne congelada con destino a Inglaterra, luego se sucederían 22 faenas mas hasta el año 1940, es decir que durante estos 22 años se podía apreciar la gran la actividad marinera en nuestro Río Grande con la entrada y salida de estos barcos de mediano porte”.

“Como la actividad comercial se centraba en éste lado del río donde funcionaban los grandes almacenes, y la única alternativa hasta ese momento era dar la vuelta por el puente colgante; se debía de alguna forma dar solución rápida a quienes así lo solicitaban para trasladarlos de costa a costa y así surgieron los boteros que a remo cruzaban el río y a quienes hoy recordamos entre otros a Doña Ariela Saldivia y a Don Sixto Alderete, se dice que en algún momento, entre los cuarenta y los cincuenta, llegó a brindarse el servicio con tres botes simultáneamente. El bote cruzaba siempre cuando el río estaba ancho. La fuerza del mar equilibraba el torrente del curso de agua y en esa calma el botero enfilaba río arriba. A cierta altura de travesía se dejaba arrastrar por el caudal descendente y orientaba con los remos la aproximación a la otra costa”.

“En la segunda parte de la travesía y en muchos casos ofrecía los remos a algún valiente que se atreviera a llevar a buen término al pasaje que en algunos casos comprendía una docena de almas.

Un cruce sin grandes preocupaciones podía durar media hora”.

“Si el tiempo no acompañaba el botero se ponía mañoso, llegando a cobrar una tarifa mayor. Pero en algunos casos era la Prefectura que decía que no, enviando un marinero con la orden, levantando una bandera roja de peligro o bien con un tiro de fusil por sobre la cabeza de los ocupantes del bote. Eran años difíciles…”.

“La actividad náutica deportiva ha sido prácticamente nula. Con la realización del primer Raid Náutico de la Tierra del Fuego en el mes de noviembre de 1991 en el cual participaron casi 90 remeros de diferentes nacionalidades, se escribió un hecho histórico inspirado no solo en el marco del espíritu deportivo, sino también en el sentimiento de hermandad de dos pueblos que comparten estas mismas latitudes, y se funda en la seguridad de que constituirá un hito mas en las relaciones binacionales y el antecedente válido para que en las sucesivas ediciones se promuevan nuestras bellezas naturales principalmente en la zona norte de la Isla”.

“De ese grupo de aventureros que participó de la primera navegación a remo por el río Grande surge la pregunta… y ahora cómo seguimos; se sabía que no se debía dejar pasar la oportunidad del entusiasmo puesto de manifiesto en tamaña hazaña. y fue así que un grupo del cual había sido parte de ese primer raid náutico empezó a reunirse para dar forma a la creación de una marina; de un Club Náutico para la ciudad de Río Grande y por ende trabajar en su Estatuto Social, éste tendría sus bases extraídas del estatuto del Rowing Club Argentino del Tigre, club al que pertenecía el señor Carlos María Ratier hasta antes de venirse a radicar a Tierra del Fuego. Luego de sucesivos encuentros se llega a la culminación del trabajo y se convocan a todos a la Casa de la Cultura; pero principalmente, se convoca a ese grupo de aventureros que protagonizó ese primer raid, para conformar la que sería la primera Comisión Directiva, y fue así que un día como hoy, el 20 de Junio de 1992, se funda el “Club Náutico Ioshlelk Oten” cuyo nombre significa “Amigos del Agua” en lengua shelk’nam, etnia que dominaba los territorios del norte de la isla grande de la Tierra del Fuego”.

“Nuestra primera sede fue una casilla simple de madera de 3×4 y se emplazó en este mismo lugar, en la calle Montilla 1047 del Barrio AGP, predio a orillas del río Grande donde la Compañía Tennessee Argentina construyera en el año 1960 el malecón y rampa donde desembarcaban los diferentes materiales para la explotación de hidrocarburos. Sin dudas era el mejor lugar para nuestro club por el fácil acceso al río principalmente para embarcaciones mayores. Luego se logra la adjudicación precaria de este predio y casi de inmediato se inicia la proyección de lo que será la futura sede y guardería del club”.

“Las primeras actividades náuticas se centraban en bajadas del río desde proximidades al puente colgante con diferentes embarcaciones y donde predominaban en esa época las canoas tipo canadiense, luego los kayak 400 o zapatitos y por último los kayak de travesía, había mucho por descubrir y emprendimos la búsqueda de los diferentes cursos y espejos de agua, el río Chico; Candelaria; Menéndez; Rasmussen; el Fuego, varios de ellos como el río Ewan Sur y el Grande son parte del calendario anual, este último protagonista de una de las travesías mas reconocidas y en la que nos visitan año a año diferentes palistas provenientes de diferentes lugares de nuestro país y de Chile; el Raid Náutico Internacional de la Tierra del Fuego y que esta próximo a realizarse y de manera ininterrumpida su edición Nº 27, y la segunda travesía de mayor importancia que se realiza en el corazón de la Isla a través del lago Yehuin, río Indio; lago Yakush, río Claro y lago Kami o Fagnano denominada “Travesía de los lagos del Fin del Mundo” y promete ser el mayor atractivo por sus bellezas paisajísticas”.

“Hoy contamos con un gran grupo humano que trabaja muchísimo para que este club siga creciendo y brindando servicios a la comunidad y para que sigan surgiendo muchos mas remeros, así se refleja hoy que en cada travesía se vean muchas caras nuevas, esto gracias a los cursos de iniciación al kayakismo de travesía que se realizan todos los años. Para estos curso hemos logrado adquirir equipamiento nuevo e indumentaria. Contamos con un bote semirrígido de 4.30 mts, con su motor fuera de borda botado hace muy poquísimo tiempo y que nos sirve para la seguridad en el agua.

Se remodeló totalmente lo que era la antigua guardería y lo que es hoy un salón para eventos familiares que está abierto a toda la comunidad”.

“Tenemos ya los planos aprobados para iniciar la construcción de 50 boteras mas y de un salón que contará con vestuarios y sanitarios para nuestros navegantes”.

“Uno cuando ve todo lo logrado piensa en los pioneros en aquellos que tuvieron un sueño… que comenzó siendo un proyecto.. y hoy es una realidad”.

“No me queda mas que agradecer a todos nuevamente su presencia e invitarlos a participar de nuestras actividades, sientan esta casa como la suya propia. Gracias por haber compartido ese momento tan importante; y un agradecimiento a nuestras familias por bancarnos siempre”.

Luego tomó la palabra el actual presidente del Club Náutico, Fabián Leiva, quien tras una palabras relativas invitó a tres socios fundadores de la institución a descubrir una placa alusiva a la primera comisión directiva y tras la foto de rigor, todos se dirigieron a la sede social donde no solo que se hizo un brindis por los 25 años de vida, sino que además se descubrieron dos placas más que lucen en el pasillo de ingreso a la institución. Salud, y ahora por las Bodas de Oro.

 

Socios y amigos del Club Náutico Ioshlelk Oten posan para las cámaras luego del acto protocolar en el terreno que posee la institución en el barrio AGP la cual ha crecido a pasos agigantados.