Una medida nacional encendió las alarmas en Tierra del Fuego. La Resolución 460/2025 habilita el ingreso de carne con hueso, comprometiendo un estatus sanitario estratégico. En consecuencia Chile ya suspendió importaciones y la Unión Europea anunció una revisión. Desde FINNOVA investigamos el impacto de la medida y entrevistamos a referentes productivos de la provincia para entender qué está en juego.
Por FINNOVA.- Luego de más de dos décadas, el SENASA habilitó el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa hacia regiones donde la enfermedad se encuentra controlada sin uso de vacunas. La decisión, oficializada mediante la Resolución 460/2025, revierte una prohibición vigente desde 2002, cuando la Patagonia fue declarada zona libre de fiebre aftosa sin vacunación.
La medida generó un inmediato rechazo por parte de sectores productivos, sanitarios y logísticos del sur del país, que advirtieron sobre los riesgos para el estatus sanitario de la región y sus implicancias en el comercio internacional. A los pocos días, esas advertencias comenzaron a confirmarse: la Patagonia perdió el estatus que habilitaba la exportación de carne con hueso a Chile, y la Unión Europea anunció una revisión del caso con nuevas auditorías en agenda.
“Estamos incorporando riesgo donde antes no lo había”
Desde FINNOVA dialogamos con Lucila Apolinaire, presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, quien fue clara al identificar los puntos críticos de la medida.
“Lo que cambia con esta resolución es que ahora puede ingresar carne con hueso desde el norte del país a nuestra región, que hasta ahora estaba resguardada.
En el caso de los bovinos, se permite el ingreso del asado con hueso plano; pero en otras especies, como ovinos y porcinos, se autorizó también el ingreso de hueso redondo, que representa un riesgo mucho mayor porque puede contener virus en la médula”, explicó.
Apolinaire advirtió que el cambio normativo compromete el estatus sanitario no solo de Tierra del Fuego, sino de toda la Patagonia y el Valle de Calingasta, una de las pocas zonas del país que gozan de esta certificación sanitaria.
“Ya lo vivimos. Cuando hubo un brote en el país, tardamos dos años en volver a cruzar la frontera para llegar al continente. Y esto puede pasar otra vez, como ya pasó este año en países como Alemania, Turquía o Hungría”, señaló.
El reclamo del Bloque Rural Patagónico
A las críticas iniciales se sumó un hecho de alto impacto: con la resolución 460/2025 la Patagonia argentina perdió automáticamente el estatus que habilitaba la exportación de carne a Chile. Así lo comunicó el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) del país vecino, al considerar que la nueva normativa compromete las garantías sanitarias vigentes. En paralelo, la Unión Europea informó que reevaluará el estatus de la región y que realizará nuevas auditorías. Lo que hasta hace días era señalado como un riesgo potencial, se transformó rápidamente en una consecuencia concreta, con efectos directos sobre los principales mercados internacionales de la carne patagónica.
En este contexto, el Bloque Rural Patagónico emitió un comunicado manifestando su profundo malestar por la implementación de la medida. Según explicaron, las autoridades nacionales se habían comprometido a no avanzar con la flexibilización de la barrera sanitaria sin contar previamente con el aval de países vecinos y socios comerciales clave. Sin embargo, sostienen que la medida fue publicada sin que se compartieran esas garantías ni se informara debidamente a las provincias involucradas. “Nos despojaron del estatus sanitario y pusieron en riesgo la confianza internacional. Es inaceptable”, expresaron.
Por ello el bloque solicita la derogación inmediata de la resolución y la recuperación del estatus que, durante más de dos décadas, permitió a la Patagonia acceder a mercados estratégicos con altos estándares sanitarios.
Sin beneficios para el consumidor
Lejos de las versiones que prometen una baja en el precio de la carne tras la implementación de esta medida, Apolinaire también puso en duda el impacto real de la medida en el bolsillo de la población. “No creemos que vaya a venir más barato. Por las exigencias que debe cumplir esa carne —doble packaging, cajas—, los costos no van a ser menores. O, si lo son en un primer envío, luego se van a acomodar al precio local, como ya ocurrió con otros productos”, remarcó.
¿Una decisión técnica o un intento de vaciar stock?
El productor y exministro Mariano Viaña, figura clave en la redacción de la Ley 19.640 y referente histórico del desarrollo ganadero en la isla, fue incluso más tajante:
“Es una falacia. Nos van a enviar carne que no tiene colocación en el norte. Y no vamos a tener ningún beneficio real”. En su visión, el objetivo de fondo no es reducir precios, sino liberar stock no exportable, como la carne recientemente rechazada por países como México.
Viaña añadió que, desde el punto de vista logístico, la implementación misma de la medida es inviable en Tierra del Fuego:
“Chile no permite el ingreso de carne con hueso, y es el único corredor terrestre hacia la isla. A menos que exista un convenio binacional —que no hay— esa carne no podrá ingresar. Tampoco por vía aérea o marítima, donde los costos serían aún más altos”.
La pérdida de una ventaja construida con esfuerzo
Pero más allá de los aspectos económicos, lo que se pone en juego es un diferencial productivo de largo plazo. Viaña recordó lo que significó alcanzar el estatus sanitario actual: “Yo estuve cuando hubo que sacrificar ganado en María Behety. Se cavaron pozos con topadoras y se ametrallaron animales para contener la enfermedad.
En Ushuaia pasó lo mismo. Esa historia de sacrificio nos dio el estatus que hoy quieren tirar por la borda”.
En este mismo sentido, Apolinaire advirtió que el país parece moverse en dirección opuesta a la tendencia regional: “Mientras Brasil, Bolivia y próximamente Paraguay avanzan hacia un estatus libre de aftosa sin vacunación —equiparándose con la Patagonia—, Argentina parecería ir hacia atrás. Estamos nivelando para abajo, en vez de mejorar los estándares del resto del país. Y eso podría significar volver a infectar el sur, que con tanto esfuerzo logramos mantener sano”.
Una industria que tiene un rol estratégico
Aunque la ganadería no representa un sector mayoritario en términos de empleo en la provincia, su rol estratégico es insustituible. “Generamos soberanía, producimos alimentos de calidad, en un mundo que necesita comida. No podemos sembrar soja acá. Esta es una de las pocas actividades que pueden sostenerse si otras políticas —como la 19.640— caen”, señaló Apolinaire.
Viaña coincide: “En vez de destruir lo poco que tenemos, deberíamos estar discutiendo cómo fomentar una industria frigorífica regional eficiente, con inversión y valor agregado local. Esa sería una verdadera política de reducción de precios, sin poner en riesgo nuestra sanidad”.
Ambos referentes advierten que la Resolución 460/2025 no es solo un retroceso sanitario, sino un golpe estructural a una provincia que construyó con esfuerzo su estatus diferencial. El principal punto de alarma es la autorización del ingreso de hueso redondo en ovinos y porcinos, que podría contener el virus de la fiebre aftosa en la médula. En un territorio que no vacuna y ha mantenido condiciones excepcionales de sanidad durante más de dos décadas, cualquier flexibilización representa un riesgo innecesario —incluso para la fauna silvestre, como los guanacos.
Ese riesgo ya se tradujo en consecuencias concretas: Chile suspendió las importaciones de carne con hueso y la Unión Europea anunció una revisión del estatus sanitario patagónico, lo que confirma que el impacto no es solo local, sino geopolítico y económico. Para Tierra del Fuego, donde cada sector estratégico cuenta, el daño puede ser profundo y difícil de revertir.
Qué se está haciendo y qué se puede hacer
Desde Tierra del Fuego ya se han puesto en marcha diversas acciones institucionales para intentar frenar los efectos de la Resolución 460/2025. La Sociedad Rural mantiene diálogo con el Gobierno provincial, legisladores y municipios, y ha enviado notas formales a Nación que, hasta el momento, no han recibido respuesta. A nivel regional, se sigue con atención el amparo presentado en Río Negro, que podría sentar un precedente legal clave en la defensa del estatus sanitario patagónico.
Más allá del reclamo político, crece el consenso entre productores y entidades rurales de toda la Patagonia sobre la necesidad de actuar en forma coordinada: exigir auditorías sanitarias, reforzar los controles y presionar por la derogación de la medida, son pasos fundamentales para intentar revertir la situación. El objetivo común es proteger un estatus que permitió acceder a los mercados más exigentes del mundo y que solo en 2024 generó exportaciones por más de 165 millones de dólares con destino a Chile. Hoy, la confianza internacional está en juego.
Claves para entender la Resolución 460/2025
Autoriza el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa hacia zonas que hasta ahora eran libres sin vacunación, como la Patagonia y el Valle de Calingasta.
En el caso de bovinos, se permite el ingreso de asado con hueso plano; para ovinos y porcinos, también se habilita el ingreso de hueso plano y redondo, excepto cráneo y columna vertebral.
La medida no contempla medias reses ni huesos largos, pero relaja una barrera sanitaria vigente desde 2002.
Requiere doble empaque, cajas sanitarias y transporte refrigerado, lo que eleva los costos logísticos y dificulta una baja real de precios para el consumidor.
Fue tomada sin consulta previa a las provincias involucradas ni al sector productivo, a pesar de los compromisos asumidos por autoridades nacionales de esperar el aval de países vecinos antes de flexibilizar la barrera.
Chile dejó de reconocer el estatus sanitario de la Patagonia como libre de fiebre aftosa sin vacunación, lo que implica la pérdida automática de la posibilidad de exportar carne con hueso y ganado en pie a ese país.
La Unión Europea anunció que revisará el estatus sanitario de la región y realizará nuevas auditorías, lo que podría afectar futuros envíos a ese bloque comercial si se considera que el nuevo esquema compromete la bioseguridad.
El Bloque Rural Patagónico denunció públicamente que hubo engaño por parte del SENASA y la Secretaría de Agricultura, y reclamó la derogación inmediata de la medida, al considerar que vulnera más de 20 años de sanidad reconocida internacionalmente.
En el caso de Tierra del Fuego, no existe un acuerdo con Chile para el tránsito terrestre de estos productos, lo que vuelve su ingreso prácticamente inviable, salvo por vías más costosas como el transporte marítimo o aéreo. Fuente FINNOVA