RIO GRANDE.- Hace 23 años atrás, un 22 de mayo, Florentino Maidana, junto a su esposa Gladis, fundaban el Centro de Autoayuda para Pacientes Oncológicos (CAPO) con el fin de ayudar justamente a esos pacientes que, sufriendo la enfermedad, tenían escasos o nulos recursos para afrontar su tratamiento.
Florentino, quien es paciente oncológico desde hace más de dos décadas, en una de sus habituales derivaciones percibió que otros pacientes eran derivados a Buenos Aires con un viático escaso y otros sin que una obra social los cubriera en los costosos tratamientos, fue entonces que comentó en su seno familiar, “algo hay que hacer para ayudarlos, hay pacientes que a veces pueden comer una sola vez al día, otras veces después de una quimioterapia regresan caminando desde los hospitales al hospedaje porque no tienen plata ni para un colectivo o el subte”. De condición humilde, pero de una rica condición humana, con un corazón desbordante de solidaridad, pensó en los demás y con su esposa Gladis, hoy también paciente oncológica, comenzaron, en su casita medio caño de calle 9 de Julio, a hacer empanadas para vender y juntar plata para solventar los gastos de esas personas que no tenían recursos económicos para pelearle al destino por una salud deteriorada y una condición económica desfavorable. Así nació CAPO.
En 23 años mucho ha sido el tiempo de lucha y CAPO ha crecido junto al dolor. También junto al llanto hubo alegrías y una de ellas fue concretar la sede propia en José Ingenieros y Antártida Argentina de la ciudad de Río Grande, donde pacientes junto a colaboradores se juntan para elaborar comidas, arreglar indumentaria para sus ferias de ropas -con lo que pueden juntar algún dinero-, participar de distintos talleres de contención o simplemente compartir sus emociones con otras personas que los comprenden porque hablan el mismo idioma, el del sufrimiento, la incertidumbre sobre el mañana, pero también el de la esperanza y el de no bajar los brazos ante la adversidad.
Una cena a la canasta reunió este domingo a quienes conducen la institución con pacientes y colaboradores; por algunos momentos se dejaron de lado las preocupaciones propias de cada una de estas personas y hubo sonrisas y agradecimientos. Se reconoció al oncólogo Dr. Aldo Orrego Cáceres, por su colaboración con CAPO, y a la presidenta de la institución Ilda Linares, quien desde hace 20 años realiza allí una gran labor totalmente ad honorem.
Al momento se sumó el Prof. Santiago Soto con chicos de su ballet y deleitó a los presentes con dos interpretaciones; también Gonzalo Lemui interpretó canciones del acervo musical fueguino, finalizando justamente con el tema “El fueguino”, cantada a dúo con su autor, Walter Buscemi.
Fue una noche de relajada y fructífera camaradería que sirvió para renovar el compromiso de solidaridad, de empatía y de acompañamiento que posee CAPO, una institución que late al ritmo de su enorme corazón.
Colaboración: Miguel E. Vázquez
