Los mandatarios de Chile, España, Brasil, Colombia y Uruguay, reunidos en Santiago de Chile, reafirmaron su “compromiso” en defensa de “la democracia, el multilateralismo y el trabajo conjunto para abordar las causas profundas y estructurales” que socavan las instituciones, y “hacer frente a los discursos de odio, la desinformación y la intolerancia”.
BUENOS AIRES (NA).- Así consta en la declaración titulada “Democracia Siempre”, tras la cumbre en el palacio La Moneda, que contó con el jefe de Estado de Chile, Gabriel Boric, como anfitrión; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez Pérez-Castejón; el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi Martínez; y el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
El encuentro se produce en momentos en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, intensifica su ofensiva arancelaria contra varios países, incluido Brasil, y luego de la reunión “En defensa de la democracia: la lucha contra el extremismo”, celebrada en septiembre de 2024 al margen de la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, que convocaron Lula y Pedro Sánchez.
Los presidentes de izquierda coincidieron en la necesidad de “proyectar una narrativa alternativa al retroceso democrático, con reformas centradas en la equidad y la integridad informativa; a favor del respeto irrestricto a la equidad de género, contra el racismo y por la diversidad étnica; con herramientas que permitan fortalecer la seguridad pública y ciudadana y hacer frente a los discursos de odio, la desinformación y la intolerancia”.
“Podemos tener diferentes visiones del mundo pero no se pueden falsear los hechos. Consideramos necesario para la buena política que esta resuelva los problemas de nuestros pueblos y que se promueva un diálogo de buena fe, que busque siempre la mejor versión del argumento de nuestros interlocutores”, dijeron.
Tras “reafirmar el compromiso decidido con la paz, el respeto del derecho internacional y del derecho internacional humanitario”, los presidente hicieron un llamado “urgente a un alto el fuego en Gaza” y exigieron “el acceso pleno, seguro y sin restricciones de ayuda humanitaria a la Franja, conforme a los principios del derecho humanitario, y bajo la coordinación de Naciones Unidas”.
“Como miembros de esta nueva iniciativa, subrayamos la urgencia de articular respuestas conjuntas, innovadoras y concretas que fortalezcan la resiliencia democrática a nivel global. Los desafíos del presente requieren de liderazgo, audacia y acción coordinada”, apuntaron los presidentes.
Otros puntos que constan en las iniciativas acordadas son: apoyar el establecimiento de una red global de centros de pensamiento que generen análisis riguroso, fomenten un debate basado en datos y contribuyan a la búsqueda de propuestas en defensa de la democracia; la colaboración internacional para la transparencia algorítmica y de gestión de datos en el entorno digital y la cooperación técnica para una gobernanza digital democrática; el refuerzo a la Iniciativa Global de las Naciones Unidas y de la UNESCO para la Integridad de la Información sobre el Cambio Climático; y el seguimiento del Compromiso de Sevilla como un paso constructivo para el fortalecimiento de la financiación para el desarrollo.
Boric salió al cruce de quienes “critican este encuentro: yo les digo abiertamente, nunca es un mal momento para fortalecer la democracia y el respeto irrestricto a los derechos humanos, al derecho internacional, a la justicia, a la igualdad. Nunca es un mal momento y por eso estamos reunidos acá”.
Lula sostuvo que “la clave para un debate público libre y pluralista es la transparencia de los datos y la gobernanza digital global. La libertad de expresión no debe confundirse con la autorización para incitar a la violencia, propagar el odio, cometer delitos y atentar contra el Estado de derecho democrático”, según reportó Agencia Brasil.
Sánchez abogó por “reducir las desigualdades, porque la injusticia social, ambiental y económica termina quebrando la confianza de las personas en sus instituciones” y postuló que “la desigualdad es el caldo de cultivo utilizado por la ultraderecha para propagar el virus del extremismo y la polarización”. según reportó Prensa Latina.