Bárbara y Cristian, pareja en la vida como en la danza

“La danza es el motivo y la razón por la que nos conocimos, y es la excusa para seguir desafiándonos en cada nuevo día, a cada nuevo paso”.

Su mayor satisfacción es dirigir la ‘Compañía Escuela de Tango, Bailarines Del Sur’

RIO GRANDE.- Bárbara Belén Sánchez es licenciada en Danzas Folklóricas y Tango, profesora en Artes en Danza, mención Danzas Folklóricas y Tango. También es profesora de Danzas Clásicas.

Bárbara y Cristian subcampeones patagónicos de Tango Escenario 2019.

Cristian Ledesma es licenciado en Folklore, con mención en Danzas Folklóricas y Tango. Ambos egresados de la Universidad Nacional de las Artes.

Docentes de vocación, desde el 2013 se dedican a la enseñanza del Tango y el Folklore Argentino en diversos espacios públicos y privados de la ciudad de Río Grande. En todo este tiempo, su mayor satisfacción es dirigir la ‘Compañía Escuela de Tango, Bailarines Del Sur’, la que incluso durante los períodos de aislamiento preventivo y obligatorio se ha adaptado para trabajar de manera virtual.

Son subcampeones patagónicos de Tango Escenario 2019 en la Subsede del Mundial de Tango BBT, Bariloche, y 3er puesto en Tango de Pista 2019, en “Vientos de Tango”, subsede del Mundial de Tango en Comodoro Rivadavia.

Como artistas independientes, una de sus últimas presentaciones destacadas fue en la Noche Más Larga, en la ciudad de Ushuaia 2019, acompañando en vivo a “Los Herederos del Compás”.

“La danza ha estado y seguirá estando en cada etapa de nuestras vidas”.

En la actualidad se desempeñan en diversos trabajos, como labor principal Cristian es preceptor en el Centro Polivalente de Arte y Bárbara trabaja para el Municipio de Río Grande como jefa de Departamento de los Talleres Culturales del Centro Cultural Leandro N. Alem.

Juntos, están iniciando ahora un trabajo de tutorías para la Universidad Nacional de las Artes y el Municipio de Río Grande, acompañando el aprendizaje y la formación de bailarines, en el marco de la carrera de pregrado.

Al mismo tiempo, continúan con la labor de dirección coreográfica, esta vez sumando a su Compañía Escuela a bailarines de otras escuelas de danza, en un proyecto denominado ‘Efecto Tango’, con el objetivo de lograr un doble homenaje: ‘Los 100 años de Piazzolla en los 100 años de Río Grande’.

De manera paralela, dictan clases de tango de manera virtual y se preparan para seguir proyectando actividades cuando los protocolos vigentes así lo permitan.

Los profes disfrutando de una noche de Milonga.

Compartir la vida y sus experiencias

Bárbara se inició en la danza muy pequeña, con apenas 5 años, en danzas clásicas en el polideportivo de la ciudad de Ushuaia. Años más tarde y preparándose para ingresar a la secundaria, Cristian, por su parte, comenzaba a bailar danzas folklóricas y allí se conocieron, en Luis Guillón, zona sur del Gran Buenos Aires. Desde entonces, aunque con algunas interrupciones, compartieron numerosas y diversas experiencias vinculadas al mundo de la danza y su enseñanza.

Es extensa la lista de personas a quienes tienen presentes y por quiénes sienten inspiración, admiración, gratitud.

Sin dudas, en primer lugar, están las familias de cada uno, que los alentaron a tener perseverancia y responsabilidad en cada una de las actividades que decidieran emprender.

Cada uno de los profesores que a lo largo de todos estos años los han incentivado. Docentes con vocación que han inculcado en Bárbara y Cristian los valores y raíces fundamentales para proyectarse como artistas y como educadores del arte.

“No podríamos mencionar a todos porque la lista es sumamente extensa, pero no podrían dejar de nombrar a Mónica Gálvez, Mario Morales, a todos y cada uno de los docentes del Polivalente de Arte Nº’1 de Luis Guillón, a cada profesor de la Universidad Nacional de las Artes, a los reconocidos artistas con los que a través de los años fueron perfeccionándose, y principalmente a colegas y amigos, con quienes compartimos ilusiones, desafíos, aprendizaje”, expresaron los profesores.

La mejor herramienta para brindar y recibir amor

Al preguntarles qué es la danza para ellos respondieron que “es una forma de vida, un medio de expresión, la mayor fuente de vitalidad, la mejor herramienta para brindar y recibir amor, el mejor refugio para afrontar y superar las adversidades propias de la vida misma”.

Es tan importante en la vida de ambos, que en la pequeña casa que proyectan juntos, la danza ocupa el lugar central.

Para Bárbara y Cristian el camino recorrido de la mano de la danza es tan extenso que se vuelve imposible pensar la vida cómo algo independiente al camino de la danza.

La danza es el arte que pasa por sus cuerpos.

“Y la vida, de por sí, es una aventura compleja, que vale la pena en cada uno de sus desafíos. Sin dudas, uno de los momentos más difíciles fue el de decidir sentar raíces en la ciudad de Río Grande, asumiendo los pro y los contra que esto implicaba en relación directa con la danza; la posibilidad de capacitarnos y perfeccionarnos a pesar de las distancias, y abrir las puertas necesarias para que los proyectos personales pudieran concretarse”.

“Sin dudas, el covid-19 ha sido hasta el momento el mayor desafío a afrontar, pero también se ha convertido con el tiempo en inspiración para que nuevas puertas se abran y nuevos proyectos se concreten, como por ejemplo formar parte del Área de Extensión Universitaria de la U.N.A., y dictar clases para nuestros vecinos chilenos en Punta Arenas”.

Son subcampeones patagónicos de Tango Escenario 2019 en la Subsede del Mundial de Tango BBT, Bariloche, y 3er puesto en Tango de Pista 2019, en “Vientos de Tango”, subsede del Mundial de Tango en Comodoro Rivadavia.

“También está el lado gratificante de este camino… principalmente el de dedicarse a la docencia. Ver la superación de sus estudiantes, alentarlos a afrontar los desafíos, poder despertar en ellos la pasión por lo que tanto les gusta hacer… verlos crecer..! Hoy se ven con los niños que un tiempo atrás eran estudiantes de los talleres infantiles y con cariño cruzan la calle corriendo para saludarlos. Algunos estudiantes con el tiempo se han convertido en amigos, y disfrutan incluso compartir momentos con sus hermosas familias, las que algunas también se han construido gracias a la magia de la danza”, contaron.

Si bien ambos tienen experiencia y herramientas para desempeñarse a la perfección trabajando de manera individual, el trabajo en pareja les permite una mayor versatilidad. Cada uno se especializa en temáticas concretas, complementando a la perfección cada una de las actividades que desarrollan juntos.

“Cómo en el tango, así en la vida”

Les gusta sostener “cómo en el tango, así en la vida”, y lo reflejan en su actividad cotidiana, dialogando y complementando cada una de las acciones que encaran.

Los bailarines y profesores tienen miles de sueños por concretar y siempre están en la búsqueda de nuevos proyectos: Disfrutan mucho de viajar, en cortas o largas distancias; proyectos que tienen por el momento suspendidos, hasta que la pandemia permita retomarlos.

Anhelan un futuro con derechos reconocidos para los trabajadores de la danza, donde bailarines, profesores, coreógrafos, puedan tener sueldos dignos, una obra social que comprenda lo fundamental de trabajar con el propio cuerpo y los cuidados que eso requiere, una jubilación digna, etc.

Por ese motivo, participan activamente en el Movimiento Federal de Danza, y en la Red Nacional de Tango, con la intención de visibilizar un sector tan postergado en el mundo del arte.

Sin duda Bárbara y Cristian tienen la danza en su ADN, van sembrando el amor al tango y contagiando ese amor a sus alumnos.

También sueñan con poder concretar una Escuela Integral que permita a sus estudiantes proyectarse y desempeñarse profesionalmente en el mundo de la danza.

Finalizando preguntamos si imaginan la vida sin la danza, a lo que respondieron:

“Es imposible imaginar la vida sin la danza… La danza ha estado y seguirá estando en cada etapa de nuestras vidas; ha sido canalizadora de los sentimientos y sensaciones más extremos, puros e intensos. La danza es el motivo y la razón por la que nos conocimos, y es la excusa para seguir desafiándonos en cada nuevo día, a cada nuevo paso… Nos hemos alejado un tiempo de la danza, el suficiente para volver a reencontrarla y saber que nunca más la podemos dejar”.

Sin duda Bárbara y Cristian tienen la danza en su ADN, van sembrando el amor al tango y contagiando ese amor a sus alumnos.

Verlos bailar es un placer, destilan delicadeza, seducción y belleza en cada una de sus performances.

Gracias profes por transmitir esa pasión por lo que hacen!

Un comentario sobre «Bárbara y Cristian, pareja en la vida como en la danza»

  1. Infinitas gracias y felicitaciones por compartir su amor por la danza con todos los vecinos/as de Río Grande, de TDF, de La Patagonia y la red federal de danza! Abrazo digital desde Río Grande, TDF ! –

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