Argentina se metió en cuartos

BUENOS AIRES (NA).- Después de una semana de dudas e incertidumbre, la Selección argentina logró ayer el primer objetivo en la Copa América de Brasil: venció 2-0 a Qatar por el peso de su jerarquía individual y avanzó a cuartos de final, donde por haber sido segundo del Grupo B enfrentará a Venezuela, el viernes, en Río de Janeiro.

Los goleadores del juego, Martínez y Agüero, celebran el primer gol de la Selección ante Qatar.

El camino se allanó a los dos minutos de partido en el Arena de Gremio de Porto Alegre, cuando Lautaro Martínez recibió un regalo en la salida del defensor catarí Al Rawi y definió con un fuerte zurdazo al primer palo.
El conjunto albiceleste, dirigido por Lionel Scaloni, sufrió algunas desatenciones en ese primer tiempo, pero con espacios, en el complemento fue claro dominador hasta que definió la historia por una genialidad de Sergio Agüero.
A diez minutos del final, el “Kun” recibió de Paulo Dybala – que tuvo su primera aparición en el torneo- y dibujó un desborde típico de su calidad técnica para definir con un remate cruzado que sentenció el 2-0.
Así volverá a cruzarse en el camino con Venezuela, segundo del Grupo A, que le dio un duro cachetazo en Madrid, en marzo pasado, en un partido amistoso que tuvo presencia del capitán Lionel Messi.
El duelo será el viernes a las 16:00 en el estadio “Maracaná” de Río de Janeiro, mismo sitio donde hace casi cinco años atrás, perdió la final del Mundial frente a Alemania, en alargue.
Si bien estuvo condicionado por ese gol inicial, Argentina volvió a sufrir la falta de orden y contacto en el mediocampo, aunque haber puesto dos delanteros con Martínez y Agüero le dio más presencia y opciones ofensivas.

Rápido gol argentino

Los errores defensivos de Qatar y el oportunismo argentino fueron clave para la apertura del marcador, apenas empezado el partido en Porto Alegre.
Jugados dos minutos, Giovani Lo Celso lanzó un centro desde la izquierda, Boualem Khoukhi cerró mal, hacia el medio, y le regaló la pelota a Martínez, que remató apurado, por arriba.
Pero segundos después, el atacante del Inter estuvo más afilado y les hizo pagar caro el yerro a los defensores cataríes: Bassam Al Rawi quiso cambiar de frente en la salida, su pase quedó corto, acertó la posición de Martínez y éste definió al gol de zurda, cayéndose, apremiado por la marca.
El rápido gol le dio tranquilidad a la Argentina, que buscó imponer su juego plantado en campo rival, aunque los futbolistas asiáticos no se amedrentaron y de a poco empezaron a animarse a emparejar el trámite.
Así fue que a los 18 minutos Tarek Salman dejó solo a Al Haidos con un pase profundo y el “10” no pudo doblegar a Franco Armani, que manoteó el balón, salvando a la Argentina.
Tres minutos más tarde, otra salida defectuosa de la defensa catarí casi termina en un nuevo gol argentino, pero el “Kun” Agüero no acertó con un remate cruzado, de zurda, que pasó cerca de un palo.

Agüero liquidó el partido

Ya en el segundo tiempo, los cataríes perdieron un poco el orden, producto de la desesperación, y aparecieron algunos espacios, ideales para la velocidad de Messi, Agüero y Martínez.
Cuando el reloj marcaba 15 minutos, Messi encaró rumbo al arco rival, buscó a Agüero por izquierda y el “Kun” ensayó un fuerte zurdazo, bien tapado por el arquero.
De este tiro de esquina llegó otra doble tapada de Al Sheeb, nuevamente ante el punta del Manchester City. Primero voló sobre su palo izquierdo para evitar el gol y luego, en una segunda jugada derivada de su atajada, anticipó abajo a Agüero cuando éste entraba de atropellada.
Con el partido abierto, llegó el segundo gol argentino, que liquidó definitivamente el pleito en Porto Alegre. Dybala, que sumó sus primeros minutos en el certamen, buscó a Agüero en ataque, el “Kun” encaró como en sus habituales jugadas de la Premier League, dejó atrás a Al Rawi, le ganó en la carrera a Khoukhi y definió cruzado, batiendo por fin a Al Sheeb.
Los últimos minutos parecieron estar de más, Argentina jugó con más tranquilidad, Catar perdió ánimo y el partido se encaminó al final sin más emociones.