Andy Gorostiaga se transforma para sumergirse en la violencia de “Tres hermanos”

Andy Gorostiaga viene de protagonizar “Broder” y participar en “El Marginal”, con experiencias que lo ayudaron a dar un giro de 180 grados con su papel en “Tres Hermanos”, filme claustrofóbico de Francisco Paparella en el que personifica a un taciturno y violento hermano del medio, dedicado al heavy metal, la cerveza y a su aserradero.

“Yo tenía en claro el espíritu de la película, con esta visión extrema en el vínculo entre los tres, que representan lo peor que puede hacer el hombre. Mi masculinidad, la de Andy, no era suficiente para lo que quería el personaje. En los últimos años pude interpretar diferentes personajes en muy buenos proyectos, como en ‘El Marginal’ y ‘Broder’, y Marcos, el de ‘Tres hermanos’, es como la culminación de una observación de toda mi vida”, dijo Gorostiaga a Télam.

“Mi masculinidad -profundizó- me oprimió y me hizo sentir inferior. Yo soy un artista queer y me costó adaptarme a lo que un hombre tenía que ser. Para Marcos, pude aplicar mucho de toda esa observación porque va muy lejos de como soy yo”.

La cinta, que ganó una Mención Especial del Jurado y Diseño de Arte en el último Festival de Mar del Plata, se sitúa en un idílico pueblo del sur, rodeado de lagos, ríos y montañas. Una vida bucólica que se añora desde las ciudades, pero que guarda una violencia inusitada, encarnada en tres hermanos que guardan dolor por la violenta desaparición de su madre y el resquemor contra el recuerdo de su padre, que ocultan bajo litros de alcohol, gramos de cocaína y el desprecio por la mujer.

“Yo creo que en los tres personajes hay acciones que los convierte en esa especie de seres del mal. Pero por fuera de las acciones, yo creo que un poco se ve este machismo intrínseco que existe en tantos hombres. No todo el mundo es así y hace esas cosas pero, en menor o mayor medida, yo creo que estos personajes representan a un porcentaje de la sociedad de hombres que existe. A veces depende de cómo educar, según lo que te tocó en tu vida; en otros casos tenés que aguantar y sobrevivir”, comentó Gorostiaga.

“Me divierte -agregó- porque la mayoría de las personas se sorprenden con Marcos y yo. Sus características y las mías. Hay un muy buen trabajo de Francisco, pero por otro lado hay una creación de un personaje bastante marcada. Hubo mucho entrenamiento físico, que no requería la película, pero sí sabía que iba a ser un rodaje que requería de un cuerpo fuerte. Cuando estás filmando no sabés si te estás yendo de mambo. No sabés si es una caracterización exagerada o no. Para eso, hay que confiar en la visión del director”.

Emanu Elish interpreta al hermano mayor y Ulices Yanzón al menor. Entre los tres se genera una sinergia que crece a lo largo de la trama, con la tensión de algo que siempre parece que puede explotar, pero que también se aquieta cuando aceptan abrirse al sentimiento fraternal. La violencia los rodea desde niños y lo que puede ser un arte marcial para uno, como el jiu jitsu, se convierte en una herramienta para lastimar.

“A mi no me conviene hacer a un personaje que es el peor del mundo, sino mostrar que son de alguna manera víctimas de una crianza y sociedad. Ellos se formaron de esa manera, en un ambiente de violencia. Yo soy de pensar que son así porque no tuvieron esperanza y no había margen para la deconstrucción. Hay mucha gente así en esta sociedad. Hay rincones, en un país tan grande, con otra realidad. Acá intentamos mostrar esos rincones”, sostuvo Gorostiaga, que está en la previa del lanzamiento de “Objetos”, cinta de Jorge Dorado, protagonizada por el español Álvaro Morte y Eugenia “China” Suárez.

Télam: ¿Cómo fue la convivencia laboral con actores no profesionales en “Tres hermanos”?

Andy Gorostiaga: Fran tenía una visión muy clara de lo que quería. Este realismo muy extremo, de alguna manera. Con escenas medio documentales. Por eso se empapó con gente de allá, dirigiendo el casting a “no actores”. Fran me dijo que me eligió porque vio parte de mi trabajo anterior (“Broder”, serie de hip hop que ganó en Canneseries). Convivían actores y raperos y raperas. Para mí, eso fue una experiencia que me valió muchísimo para encontrar el equilibrio entre el arte y la realidad y que en esa simbiosis entre ambos mundos termina sucediendo algo que, bien dirigido, llega a un buen puerto. Para mí, esta película fue otra experiencia en esa dinámica, pero con gente que vivía realidades parecidas.

T: Desde las ciudades se ve como un lugar ideal este tipo de pueblos, pero la película muestra que, a veces, puede ser un infierno vivir ahí.

AG: Siento que ahí hay como un blanco y negro. Es una gran virtud que está en cada plano. Francisco vivió gran parte de su vida en El Bolsón y tenía la intención de mostrar los lugares y experiencias que lo interpelaron durante tantos años. Mucho tiene de la historia de él, pero hay algo consciente de buscar en el paraíso esas miserias humanas, acompañadas por un gran trabajo de arte y fotografía. Esa dicotomía de la belleza natural y la miseria física de la casa de ellos y los espacios, se hace muy consciente con el fin de acompañar estas historias. Cuentan un poco esas vidas. Estar en estos lugares tan buscados, pero que cuando se tienen historias de vida tan difíciles la historia es así.

T: Pese a ser adultos y tener su empresa, a la que mal no le va, están atrapados. Pareciera que ninguno de los tres puede vivir en libertad.

AG: Yo creo que la libertad de uno es la lucha que uno intenta todos los días. La libertad es una palabra que está muy mal usada. Pensando solo en uno mismo, uno trata todo el tiempo de buscar esa libertad personal, sexual o laboral, para poder sentirse bien, pero hoy en día esto se vuelve difícil porque hay tantos factores que te complican poder hacer lo que uno quiere y ser feliz. Es una lucha que tenemos las personas pero que es indispensable para ser la mejor versión de uno mismo.

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