Analía Cubino

Ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

¿Quién es Analía Cubino?

A.C: Soy fueguina por deseo desde mi infancia, diseñadora industrial de la Universidad Nacional de Córdoba y una agradecida de la educación pública.

¿Cómo fue que decidiste venir a Tierra del Fuego?

A.C: Vine a Tierra del Fuego en 1982 cuando tenía ocho años, con mi padre, madre y hermano, persiguiendo el sueño de estar mejor y de crecer. Mi papá fue trasladado a Río Grande por una empresa electrónica internacional en la que trabajaba en Buenos Aires. Por aquellos tiempos un lugar tan distinto que nos cobijó, y donde crecimos armando la familia ampliada con amigos. Soy Egresada de la Escuela N°7 “El Abrazo de Maipú” y del Colegio “Soberanía Nacional” y desde hace 23 años trabajo en el ámbito educativo más allá de los demás trabajos que desarrollé en distintos ámbitos.

¿Cómo fueron tus primeros pasos en la política?

A.C: Empecé a transitar la política como joven en espacios sociales, y luego convocada por el partido radical para integrar el proyecto de las elecciones de 2007 en el ámbito municipal, luego asesorando en el Concejo Deliberante y en la Legislatura provincial.

¿Qué análisis hacés de todo lo que viviste en la política? y ¿Cómo te vinculás con el área a cargo?

A.C: Creo firmemente en la militancia social, en los espacios que generan intercambios y lugar para la pluralidad. Mi vínculo con Gustavo Melella surge desde ese mismo punto en que ambos creemos y para lo que trabajamos, en distintos ámbitos, por ello acepté con tanto gusto su invitación a ser parte de este proyecto desde 2017 asumiendo el rol de conducción de su área de Promoción Social, y siempre nos hemos mantenido juntos en ese camino. Me sumé a FORJA, desde donde proyectamos junto a un equipo los desafíos que nuestra provincia tiene respecto a la transformación educativa, al respeto por los derechos, a un proyecto de provincia que sea con visión de futuro, a la atención de los requerimientos que nuestros jóvenes tienen frente a un mundo muy distinto al que nosotros como jóvenes tuvimos, a las oportunidades que debemos fortalecer y acercarles para que se desarrollen en la provincia. Mi rol dentro de la política es el de trabajar por una mirada integral en las acciones que lleguen a la gente como individuos, pero también como ciudadanas y ciudadanos que se comprometan socialmente.

¿Cómo conjugás la vida de servidora pública con los quehaceres diarios?

A.C: Ser servidora pública y con rol de conducción de un ministerio me exige estar disponible todo el tiempo porque es necesario dar respuestas, estar en muchos temas a la vez, tomar decisiones complejas en todo momento. Es la amalgama entre ser parte del sistema educativo conociendo los mecanismos de su complejidad por ser uno de los derechos sino el más importante que tiene una sociedad. En este caso reconociendo desde adentro pero también trabajando constantemente con otros sectores y con distintos niveles del estado. Por ello cuesta mucho llevar una vida en la que pueda dar lugar a la vida personal con las previsiones que tienen otros trabajos.

Todos los días una se desvela por tratar de intervenir de la mejor manera y que ello implica muchas veces atender situaciones en que otras y otros viven situaciones graves y que requieren de un trabajo muy articulado.

Transitar a la vez en un rol político implica destinar tiempo también a la escucha, a los ámbitos de participación y discusión. De todos modos, destino tiempo de mi vida diaria a las tareas del hogar y a cuestiones familiares. Mi familia y pareja lo entienden y acompañan con paciencia y hacen junto a mi pequeño núcleo de amigos el soporte emocional que se necesita muchas veces para no abandonar.

¿Notás diferencias del rol de la mujer en la política, desde tus inicios a la actualidad?

A.C: Desde que inicié mi camino en la política, la posibilidad de participación de las mujeres ha mejorado y se ha fortalecido, pero tuvo que ver -creo yo- con un reclamo que venimos sosteniendo las mujeres y con que muchas de nosotras, podamos participar sostenidamente en los espacios políticos, comunitarios y de las organizaciones sociales. También importantísima la militancia en las calles de los movimientos de mujeres organizadas en consignas que identificamos todas como importantes e irrenunciables.

Creo firmemente que en estas conquistas es fundamental el rol de la escuela, la implementación de la Educación Sexual Integral, la construcción de ciudadanía con perspectiva de género y el respeto por la pluralidad de ideas. Es si dudas una gran herramienta el ejercicio de una escuela que democratice el conocimiento y que reconozca los saberes que tienen los demás. Por ello una escuela más popular y una democracia viva y una memoria activa.

¿Qué mensaje les darías a las mujeres?

A.C: A las demás mujeres decirles que nos convoca seguir en este camino de consagración de derechos, que nos escuchemos más, que nos acompañemos desde el lugar que nos toque y que siempre prioricemos la comprensión asumiendo que la salida de la opresión es la unión colectiva.

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