El sábado un grupo de referentes del colectivo “No a las salmoneras en Tierra del Fuego” se reunió en la sala Niní Marshall de Ushuaia para celebrar los 3 años de la Ley que regula la cría de salmónidos en la Provincia y dialogaron sobre la amenaza cierta de que la ley se modifique por presiones de intereses empresarios.
USHUAIA.- El pasado sábado, unas 50 personas compartieron una “sopa de canoero” cocinada por Lino Adillon y brindaron con vino para festejar tres años de la Ley provincial 1355 que regula la producción intensiva de salmónidos en Tierra del Fuego, protegiendo las aguas abiertas. “Fuimos más de la que esperábamos porque fue un día bastante feo, pero tuvimos cubierto prácticamente el 70% de la sala. Disfrutamos los tres años de la ley. Ese era el espíritu que reinaba. Hay preocupación, pero no tenía que empañar el motivo de festejo.”, aseguró el reconocido chef que ofició de anfitrión.
“La idea fue eso, encontrarnos y seguir hablando y tomando conciencia de lo que sabemos. La preocupación que tenemos es la llegada de estos nuevos actores con intenciones de darnos de baja la ley. Sería terrible que pase”, dijo Adillon.
“Si llegara a suceder sería muy triste. Porque después de haber tenido una ley, que la saquen, es como que la seguridad jurídica de la provincia sería una farsa, una mentira” afirmó.
El cocinero, que recorre el país y el mundo defendiendo las prístinas aguas australes y difundiendo sus sabores, contó que “en abril, estuve invitado para hablar de ese tema en un congreso que se realizó en Europa. Allí nos miran con admiración. En Europa están tomando los ejemplos de lo que hemos transitado nosotros. Aunque no lo crean, están trabajando muchísimo en función de lo que nosotros logramos. Y de repente de un día para el otro, un empresario al que se le ocurre hacer esto, toma dos o tres legisladores y se ponen a trabajar en esto y tildan de “hippies con OSDE” a los legisladores que terminaron el mandato. Son unos maleducados y nos están faltando el respeto a todos”.
El prestigioso chef recordó que la Ley 1355 que está vigente, “fue debatida, analizada y consensuada durante tres años para que llegue a ser sancionada. No fue un capricho de nadie, tuvo un gran aporte académico, científico. Es muy descabellado tener que hablar de esto por intereses de empresarios locales y no tan locales, cuando ya está demostrado lo perjudicial que es esta actividad”, lamentó
“Hay una sociedad completa que defiende el mar. Hay ONG involucradas, tanto nacionales, provinciales, como internacionales. Volver a la carga con este tipo de actividades es absurdo. Porque no es que no permite la cría de salmones. La ley actual lo permite, pero en tierra, no en las aguas”.
Adillon recordó que en el Beagle también hay una fuerte posición del lado de Chile y que en 2020 la comunidad hizo desarmar tres jaulas por el camino legal. Y fue la primera vez que en Chile quisieron desarmar una jaula.
“Las otras jaulas que se han desarmado en Chile han sido producto de los vientos, de las marejadas, produciendo grandes escapes de salmones que han tenido consecuencias letales para la vida marina de otras especies en la cercanía. Está totalmente comprobado el daño que hace una salmonera flotando en el mar”, sostuvo.
Producto de cuarta
Como conocedor del salmón como producto gastronómico, el chef explicó que “como producto terminado para consumir, lo que comemos en Argentina es todo salmón de Chile. Es decir, salmón criado, forzado, no controlado, extremadamente cargado de antibióticos”.
“En la escala del valor de un producto comercial el salmón número uno, lo vas a encontrar salvaje en el hemisferio norte de donde son los salmones. Y luego vas a encontrar un salmón de segunda categoría que van a ser los noruegos. Un salmón criado, pero con controles”.
Según Adillon, otros países como Islandia y Canadá, producen un salmón de tercera categoría. “Y lo que produce Chile es un salmón de cuarta categoría. El valor que tiene es mucho más barato que cualquier otro salmón en el mundo”.
“Si nosotros llegáramos a producir algo de salmón, sería un salmón de última, porque los salmones de cuarta que hace Chile, los hace después de casi 50 años de experiencia haciendo esto. Entonces no tiene ningún sentido”.
Una sociedad diferente de la Argentina
Lino Adillón contó que el 30 de junio, cuando se cumplieron efectivamente los tres años de la ley, un grupo de personas se juntaron para festejar. “Tuvimos una cena. Éramos cuatro o cinco de la mesa chica, por llamarlo así, y festejamos, gritamos. Al otro día nos despertamos con las declaraciones del empresario diciendo todas estas cosas. Y ahí la noticia empezó a rodar, y se sostiene como noticia, no por la presión empresaria, sino por la fuerza social que sigue diciéndole al poder que no queremos eso”.
“Y es fantástico que eso suceda. A mí me llena de orgullo, lo he dicho en Europa: Tierra del Fuego es una sociedad totalmente diferente en Argentina. Hemos elegido un lugar para vivir y lo amamos, lo queremos y lo protegemos. Y eso no sucede y no se manifiesta de esa manera en las otras provincias”, agregó.
“Hay lugares devastados porque están tirando el bosque nativo para poner soja o están tirando la montaña al piso para buscar una piedra; o están desviando los cauces de los glaciares y el agua para inventar estas minerías. Hay cosas que están sucediendo que tienen que ver con la explotación intensiva de algo puntual. Y eso es el poder económico. No hay otro interés que el económico por sobre el respeto a la gente”, concluyó.