Alejandro Godoy fue el mejor arquero del campeonato

Alejandro Godoy posa junto a Facundo Perpetto, los dos mejores jugadores que tuvo el certamen Patagónico.

RIO GRANDE.- A una semana del cierre del V Torneo Patagónico de Selecciones Mayores de Futsal AFA que se desarrolló en Bahía Blanca, aún quedan frescos los recuerdos de lo que fue la actuación del seleccionado de Río Grande y sobre todo la actuación de algunas piezas clave, y una de ellas fue la del arquero Alejandro Godoy, lejos el mejor del certamen con actuaciones sobresalientes que lo llevaron a ser una de las gratas sorpresas del elenco ganador.

El Sureño compartió su gran torneo y tuvo la oportunidad de hablar con el guardameta de Camioneros.

– ¿Pensabas tener un campeonato como éste?

– La verdad que me salieron todas en este campeonato, igual con los monstruos que viene todo fue mucho más fácil, pero la verdad que muy contento con el nivel que tuve y todo se basó en el sacrificio y en el trabajo que vengo realizando últimamente; gracias a Dios que me salieron las cosas de diez.

– Antes de viajar estabas un poco asustado porque las lesiones no te abandonaban…

– Es así, una semana antes de viajar a Bahía Blanca la pasé muy mal porque tuve muchos problemas en el ciático, fue una semana muy dura inyectándome para calmar los dolores, después por la Liga Nacional en el último partido frente a Parque sentí mucho dolor y tuve que salir, la verdad que tenía miedo de llegar al Patagónico y no tener la oportunidad o bien que se me agrave la lesión, pero gracias a Dios no sentí muchos dolores y pude rendir muy bien con el apoyo de mis compañeros y de toda la gente que rodea a la Selección que se ha portado muy bien conmigo, siempre atentos a hacerme algún masaje o sólo con preguntarte cómo estaba, era muy importante para mí, fueron fundamentales para que yo pueda tener el rendimiento que tuve.

– Te tocó ingresar justo en el Superclásico de Tierra del Fuego y luego no soltaste más el arco de Río Grande.

– En los dos primeros partidos no me tocó la oportunidad de atajar, pero estaba tranquilo porque sabía que enfrente mío estaba un ídolo como Gustavo Torres, y si me tocaba jugar sabía que iba a dar lo mejor de mí; me tocó ingresar ante Ushuaia y si bien estábamos clasificados, los muchachos querían ganar a toda costa y creo que respondí de la mejor manera y fue muy bueno el apoyo de mis compañeros sobre todo porque Gustavo (por Torres) la venía rompiendo, después Pablo Cobián siguió confiando en mí en el resto del certamen y no quise desaprovechar esa oportunidad y yo darle desde mi posición, la confianza a mis compañeros y a la gente de Río Grande.

– En la final tuviste dos atajadas iniciales clave para sostener el cero en el arco cuando tus compañeros aún no se habían acomodado al partido, ¿te acordás de ellas?

– Sí como en todos los partidos nos pasó que ingresábamos algo relajados a los mismos, como que estábamos dormidos por el hecho de jugar siempre muy temprano, pero en la final Mar del Plata ingresó con todo, con muchas ganas de superarnos y nos sorprendieron en los primeros pasajes y ahí fue dónde yo tuve que hacer mi trabajo y trasmitirle confianza a mis compañeros y que supieran que el arco iba a estar bien defendido; tuve la fortuna de sacar un par de pelotas importantes en el inicio y luego fue todo mérito de mis compañeros que jugaron una final extraordinaria, se corrieron la vida, jugaron de forma excelente, fue una alegría enorme verlos jugar así porque sé como se matan en todos los entrenamientos y los resultados estuvieron a la vista.

– La despedida es toda tuya.

– Quiero agradecer el apoyo de toda la gente de Río Grande que durante la semana estuvo pendiente de nosotros, sobre todo de mi mujer que es un pilar muy importante para mí y la que me cuidó las últimas tres semanas cuando llegaba de entrenar con dolores y era ella la que estuvo ahí hablándome, haciéndome masajes, tuvo que aguantar mis quejidos a la noche por los dolores que tenía en mi cintura, y pese a que a veces se enojaba porque todos esos dolores eran por jugar, sabe lo mucho que amo el futsal y volvía a alentarme para no bajar los brazos; a mi viejo también que es incondicional que me sigue siempre en todos los partidos, en lo que sea siempre está. Quiero agradecer de corazón a todos mis compañeros de selección que me hicieron sentir uno más, fue un grupo excelente donde estuvimos unidos en todo momento, al cuerpo técnico que se mató por nosotros para que no nos falte nada y solo pensáramos en jugar, a la dirigencia, a Guillermo Vargas que fue importante para conseguir el permiso en el trabajo, al Sindicato de Camioneros que nos permitió venir, y nuevamente a la gente de Río Grande que festejó éste Pentacampeonato.