Agustín fue operado y aguarda por su recuperación

Agustín Altamirano fue operado en el Sanatorio Güemes de Buenos Aires. Finalmente se le efectuó la donación de médula ósea. Su hermano Ezequiel, de 23 años, fue el donante.

RIO GRANDE.- Finalmente y luego de una larga espera, Agustín Altamirano logró ser operado en la provincia de Buenos Aires gracias a que su hermano Ezequiel le concretara una donación de médula ósea. El joven Agustín, de 14 años, fue diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda, debiendo ser derivado de forma inmediata al norte del país, donde permanece desde el pasado mes de abril internado en el Sanatorio Güemes.

Ezequiel (hermano mayor de Agustín) destacó que la transfusión fue realizada durante la jornada del martes, “salió todo muy bien, diez puntos dijeron los doctores. Ahora hay que seguir luchando por su evolución, todo es un proceso muy largo”.

Cabe recordar que desde hace varios meses Agustín “comenzó a sentirse mal, no venía comiendo, estaba bajo de peso y entrenaba un montón. Empezó con vómitos, por lo que se sospechaba de que se trataba de Covid”. Allí Agustín fue enviado a su domicilio y al cabo de pocos días, ya con los resultados del laboratorio, se le informó que debía ser internado de urgencia, decretándose un cuadro de leucemia. “Es misma noche mis padres se vinieron a Buenos Aires, quedando internado desde ese día”.

Ezequiel relató que “yo viajé con otro de mis hermanos a Buenos Aires hace tres meses para constatar la compatibilidad de la médula y gracias a Dios éramos compatibles con mi hermano y con mi papá. Tres éramos los compatibles”. Luego del tiempo transcurrido, en las últimas horas se logró concretar la donación de médula, “ahora estamos muy confiados porque falta menos para que termine todo esto”.

En relación a la evolución de su hermano, indicó que Agustín deberá permanecer aislado por un mes aproximadamente, analizando la evolución de su estado tras recibir la transfusión de médula. “No perdemos la confianza ni esperanza de que esto ya se está por terminar y se va a sanar”.

Por otro lado, Ezequiel relató su experiencia al momento de realizar la donación a su hermano: “estuve cerca de 8 horas internado, en ningún momento me sentí mal. Constantemente me hablaban, me apoyaban. Esto principalmente consiste en esperar, porque lleva un proceso muy largo. Nosotros hace tres meses viajamos para hacernos los exámenes de sangre, laboratorio”.

Finalmente, Ezequiel agradeció a todos los riograndenses que se encuentran apoyando la Ley Pedro Rocha de cáncer infantil. “Hoy uno nunca se imagina tener que vivir estas cosas, como nosotros gracias a Dios pudimos estar toda la familia entera acá, hay mucha gente y niños que están con sus madres solos, muchos gastos tener que viajar. Son muchas cosas”. 

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