BUENOS AIRES (NA).- Con mucho más protagonismo ofensivo y menos desacoples defensivos, Independiente de Avellaneda le brindó ayer un grato recibimiento como entrenador a Mauricio Pellegrino al superar por 3 a 1 a Olimpo de Bahía Blanca, en el reinicio del torneo de Primera División.
Sin Federico Mancuello, suspendido, Mauricio Pellegrino tuvo que buscar la generación de fútbol de Jesús Méndez y el desequilibrio individual de Matías Pisano.
Y ambos cumplieron con creces, en los primeros veinte minutos, Independiente fue superior y exigió un par de veces al arquero Nereo Champagne.
Por eso no extrañó la apertura del marcador, cuando Méndez apiló camisetas aurinegras en el borde del área y metió un buscapié al segundo palo, donde la empujó Trencito Valencia.
Pero fue Joel Acosta el que aprovechó una siesta de la defensa del Rojo y una floja respuesta de Diego Rodríguez para poner el empate 60 segundos después de la ventaja inicial.
Independiente tuvo que volver a remar desde atrás y la mayoría de las veces su ofensiva repitió errores.
Cuando Champagne era figura, Martín Benítez, tan resistido por la hinchada del Diablo, volcó el partido a favor del local, con dos buenas definiciones.
Primero aprovechó un mal despeje de Sills de cabeza para definir con un tiro rasante contra el palo izquierdo, a los 30 minutos.
Y sobre el final, con Olimpo desesperado, recibió tras una apilada de Pisano de derecha hacia el centro, dribló entre dos y definió arriba cara a cara con Champagne.