Se realizó el sábado la 2da jornada De Igual a Igual, sobre niñez y adolescencia trans. La identificación y la construcción de la propia identidad de género desde la niñez. El respeto y el acompañamiento de la familia y demás conocidos, temas fundamentales para las todas las personas, trans y no.
RIO GRANDE.- Francisco Finck es psicólogo en FAL LGBT, además es docente de la Universidad del Salvador y trabaja en el Hospital Rivadavia. Desde su experiencia Finck reconoce que encontrarse con un hijo o una hija que no se identifica genéricamente con su anatomía de nacimiento puede ser difícil de afrontar, pero es necesario reconocer que puede pasar y acompañar.
Lo primero es entender que el sexo biológico no indica necesariamente el género con el que la persona se siente identificado: “Son dos conceptos separados. Uno nace con una genitalidad, una anatomía, una fisiología específica que responde a lo que es convencionalmente conocido como femenino o masculino, pero eso no quiere decir que vaya a ser un varón o una mujer. Porque eso tiene que ver con una construcción social de los roles, las expectativas, lo que se espera de uno como mujer o como hombre”, explicó el psicólogo.
Es lo más natural cuando nace un niñe, si es un nene considerarlo un varón. Esto, explicó Finck, inmediatamente condiciona el estilo de vida, las costumbres, los proyectos que sus padres tienen respecto de ese bebé: “cuando yo digo que es varón, ya se le suma todo un ideal que es: le va a gustar el color celeste, le va a gustar el fútbol, va a tener novia, va a ser bombero, va a tener hijos, todo el imaginario que se hace respecto a eso. Y habitualmente esto fue aceptado así. Pero la existencia de personas trans o que no se identifican con los géneros varón y mujer, dan cuenta de que esto no es así”, recalcó.
Y agregó: “Las personas trans, lo que pasa es que construyen esta identidad de género que se va formando desde chiquito. Claramente uno puede deconstruir y construirse a futuro, plantearse otra situación. Pero cuando uno se está construyendo identitariamente desde chico, esto puede no coincidir con el género que se le asignó al nacer. De repente yo me construyo como nena, pero mi documento dice que yo nací varón”.
La forma más común en la que este proceso se manifiesta suele ser el rechazo hacia la ropa convencional para el género asignado, los juegos, los colores: “Hay niñes que llegan hasta a querer mutilarse sus propios genitales porque no se reconocen con el cuerpo que tienen. Hay un libro muy lindo que se llama “Yo nena, yo princesa”, que es el caso de Loana; la primera nena en tener el cambio registral, el DNI de nena a la edad de cinco años, y cuenta cómo fue este proceso para ella. Además, que fue un caso pionero en todo este tema de niños y adolescentes. Lo que tiene de interesante es que en este caso se da en una familia con mellizos: un varón identificado como varón y otro identificado que hoy es Loana. Y esto da cuenta de cómo los procesos identitarios van transformándose a medida que uno va realizándose y creciendo”, ejemplificó el psicólogo.
Entre las sugerencias para padres, docentes, y otros adultos que estén cerca de los niños y niñas que transitan este proceso están: “No determinarle la identidad transgénero porque muestre tendencias. Respetar la decisión del niñe. Puede decidirlo en algún momento, y si de acá a tres años no lo siente así respetárselo también, tener una escucha abierta. Acompañar, como acompañaríamos a cualquier hije, sin necesidad de estigmatizar, de discriminar. Tratar de abrir un poco la cabeza”, sugirió Finck.
“Yo entiendo que para un padre o una figura de crianza, es difícil una situación así. Porque hay que repensar toda esa proyección e idealización que uno tiene sobre ese hije que nació. Entonces implica un trabajo conjunto, de alojar a ese niñe, de acompañarle”, recalcó.
Otra de las sugerencias es realizar consultas médicas con profesionales que tengan perspectiva de género y diversidad, desde clínicos, psicólogos, hasta endocrinólogos: “hay profesionales en la ciudad que tienen perspectiva de diversidad y eso también hace que el camino sea mas beneficioso para une y para otres; porque une no va a caer en manos equivocadas. Nosotros en la Federación LGBT somos profesionales con perspectiva en diversidad de género. Y esto se da porque hay muchas consultas de pibes y pibas que vienen a consultar con alguien con perspectiva de género y diversidad temas de su sexualidad que en otras partes, son atendidos como algo patológico. O se les dice ‘tu homosexualidad es una etapa’, y hay profesionales que toman estos temas de una manera no tan abierta”, detalló el profesional.
“Es difícil, pero no hay que escandalizarse. Tomarlo con calma, como un proceso que no es sólo de la persona que está transicionando. Es una identidad nueva que hay que alojar”, concluyó el psicólogo.