YOKOHAMA, JAPÓN (AFP).– El entusiasmo de un River renacido y sus 15.000 hinchas en Japón se medirá hoy ante el Barcelona, gran dominador del fútbol europeo en la última década (con cuatro Champions), en la final del Mundial de Clubes en Yokohama (7.30 hora argentina), con la incertidumbre sobre la presencia de la estrella Lionel Messi.
Desde que el club azulgrana anunció el jueves que el argentino se perdía la semifinal (3-0 al Guangzhou Evergrande) por un cólico nefrítico, el Mundial ha girado alrededor de su estado de salud.
La última información del Barça es que Messi se quedó en el hotel mientras sus compañeros acudían al penúltimo entrenamiento, este viernes en el Estadio Mitsuzawa.
Algunos medios españoles han informado que el argentino ha expulsado la piedra que le causó el cólico. Si fuera cierto, ahora su disponibilidad dependería de la recuperación de los fuertes dolores sufridos en los dos últimos días.
Neymar llega
Sí parece que estará en disposición de jugar el atacante brasileño Neymar, en recuperación por una lesión muscular y que el jueves ya ocupó una plaza en el banco. Este viernes se ejercitó en solitario junto a un fisioterapeuta, pero incluso realizó ejercicios con el balón.
Pero con la ausencia de dos de los tres candidatos al Balón de Oro -junto con Cristiano Ronaldo-, el Barcelona pasó por encima al Guangzhou de China con una demostración de Luis Suárez, que firmó el primer triplete en la historia del Mundial de Clubes.
Ahora los azulgranas, que viven la mejor década de su historia (Champions en 2006, 2009, 2011 y 2015), pelearán por su tercer Mundial, el que les dejaría como club más ganador (desempatando con el Corinthians) en esta competición.
¿Mayada por Pisculichi?
La expectación ha sido tal que el viaje a Japón mencionado en los cánticos de aquella noche se desbocó y hoy se calcula que habrá unos 15.000 hinchas de la Banda el Estadio Internacional de Yokohama, en lo que es la mayor movilización de una hinchada en este torneo.
En lo deportivo parece que el técnico Marcelo Gallardo prácticamente no tocará el equipo que ganó 1-0 el miércoles al Hiroshima con muchas dificultades, pagando los casi 20 días que llevaba el grupo sin competir.
Posiblemente introduzca al uruguayo Camilo Mayada, un jugador de velocidad y potencia, por Leonardo Pisculichi en el centro del campo, en previsión de un partido en el que el Barcelona llevaría la iniciativa y a River le tocaría presionar a la espera de que surja algún contragolpe.
“Hay miles de batallas, de formas de meterse atrás. Defendiendo bien, teniendo la pelota y saliendo de la mejor manera”, señaló este viernes el mediocampista Leo Ponzio sobre la posibilidad de que el equipo centre el duelo en la parcela defensiva.