Uriel Espinoza ya entrena en Hebraica

Una de las figuras del 2023 y acaso de las máximas proyecciones del futsal fueguino, Uriel Espinoza, partió hacia Buenos Aires para ponerse la camiseta de Hebraica bajo las órdenes del capitalino Mariano Maida. Su palabra en exclusiva desde la ciudad de la furia.

BUENOS AIRES (Por Lien Tapia).- Los hermanos Espinoza han sido animadores del año en Camioneros, sin lugar a dudas, pero sobre todo la curva ascendente de ambos en el último Clausura que llevó al elenco de, en ese entonces Montiel, a disputar la final del certamen, ha sido una vidriera enorme. Tanto fue así que los ojos de Gimnasia de la Plata y de Hebraica se posaron en ambos.

Uriel, el mayor de los dos, contactado por Maida, llegará para reforzar la zona del pivot y así hacer sus primeras armas en la élite del Futsal nacional.

“Sin dudas el 2023 fue un gran año a nivel personal. A nivel grupal también tuvimos un gran año pero nos quedó la espina de no poder coronarnos. Es un sueño esta posibilidad, totalmente. Todo aquel jugador de la isla desea competir en el primer nivel del futsal argentino y pienso que es el momento justo ya que soy un jugador joven todavía, pero con mucha experiencia encima y muchas ganas de crecer en el deporte”, comenzó diciendo Uriel.

Y fidelizó: “Para serte sincero, no esperaba el llamado; yo ya tenía en mente jugar a nivel local nada más, tratando de conseguir el ansiado campeonato con el Camión, que es algo que me queda pendiente. Y además prepararme para representar a Ushuaia en el Nacional de Selecciones, pero surgió esto y cambiaron los planes. Deportiva y mentalmente me siento mejor que nunca, el año pasado trabajé mucho para estar a este nivel agarrando confianza conmigo mismo con la ayuda de mis compañeros, cuerpo técnico y la familia, que es lo más importante; así que espero estar a la altura en esta nueva etapa“.

La historia nos lleva a diciembre, una semana después de la final del Clausura, cuando Maida contactó a Espinoza con la propuesta de llevarlo a Hebraica con él.

“Después de las fiestas nos juntamos a charlar sobre la propuesta y me comentó que se le había bajado el tercer pivot y que vio en mí muy buenas condiciones para sumarme al plantel. Me pidió que sea lo más profesional posible, trabajar el físico ya que el primer nivel del futsal argentino es un ritmo distinto al de la isla, y estar bien mentalmente para lo que se viene. Fue muy correcto y me lo dijo muy convencido. Ese llamado significó mucho para mí, mis compañeros en Camioneros me comentaron de la manera que trabaja y de lo mucho que puedo llegar a aprender, eso me motivó mucho para dar el OK a la propuesta”, relata.

Con Facu Moreno como formador y Luciano Montiel en su última etapa, se animó a dar precisiones del legado: “Si no fuera por Facu no estaría donde estoy hoy, me dirigió desde los 4 años hasta el año pasado, es como un padre deportivo para mí. Viví experiencias increíbles con él, me formó a mí, a mi hermano y a una numerosa camada de jóvenes que hoy están entre los mejores de la ciudad, lo hizo como jugadores y como personas. Lucho, la última parte del año pasado, me ayudó muchísimo a agarrar confianza conmigo mismo, me dio muchos minutos en cancha y siempre me corrigió y me enseñó cosas con mucha claridad para terminar de afianzarme así en Primera. También fue importante en este paso a Hebraica, porque le dio muy buenas referencias de mi juego a Mariano. Siempre voy a estar agradecido a ellos”.

En relación a nuevos objetivos, enfatizó: “Va a ser un gran desafío en lo personal, deberé trabajar día a día para poder estar a la altura de un grandísimo nivel. Ya nos juntamos el plantel y el cuerpo técnico y hemos charlado de los objetivos y desafíos para la competencia que es justamente eso, competir de la mejor manera posible. En lo personal debutar en el primer nivel del futsal argentino, tratar de afianzarme al grupo, y como siempre tratar de aprender y así ser agradecido con esta oportunidad, además de disfrutar esta increíble experiencia”.

“Uno nunca deja de pensar en lo lindo que sería vestir la celeste y blanca, pero mi cabeza ahora solo es Hebraica. Como te digo, mi objetivo es entrenar para poder estar a la altura y ayudar al plantel desde el lugar que me toque estar y devolver la confianza que se me dio. Pero sí… ojalá en un futuro se me dé esa enorme experiencia de defender los colores más lindos. Ahora me toca ponerme nuevas metas, nuevos desafíos y sobre todo escuchar y aprender mucho de este lindo deporte que tanto llena y une. Esto recién arranca y voy a tratar de disfrutarlo al 100%”.

Así, una estrella más viaja de Ushuaia para cumplir sus sueños en la capital. El tiempo, el talento y el sacrificio le han dado a Espinoza la oportunidad de representar en la élite nacional a nuestra querida ciudad, y seguramente inflaremos el pecho por él.

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