Un paseo por el Jurásico en Puerto Deseado

En un entorno natural de particular belleza, los cañadones deseadenses se erigen como colosos que han resistido el paso del tiempo, sorteando la fuerza que sobre ellos han ejercido el agua y el viento en un proceso geológico que se remonta al periodo jurásico.

PUERTO DESEADO.- Cañadones zigzagueantes, una oportunidad para la sorpresa todo el año: Dentro de la Reserva Natural Ría Deseado, el entorno favorece el desarrollo de todos los sentidos. Ante la inmensidad dominada por la estepa, árida y ventosa, se encuentran los zigzagueantes cañadones que se yerguen como protectores de una particular biodiversidad poseedora de una amplia variedad de especies de flora y fauna. Se trata de una posibilidad única de recorrer un sinfín de “pasillos” rocosos que exponen los caprichos que la Madre Naturaleza ha dejado en ellos, forjando su irregular fisonomía; cuevas, lagunas con comunidades de flamencos o cisnes y la presencia de uno de los pocos estuarios en el país, donde la entrada del océano Atlántico en el antiguo curso del río favorece el desarrollo de múltiples actividades náuticas según el comportamiento de las mareas.

Este sitio fue donde Charles Darwin acampó en 1833. El paisaje se caracteriza por las formaciones rocosas entre las cuales se encuentra la famosa ‘roca triangular’ que Conrad Martens dibujó para Darwin.

Todo ello es una invitación permanente a la sorpresa: caminar por los cañadones y encontrar un zorrillo, realizar kayak en el agua color verde esmeralda contemplando el ocaso, hallar ejemplares de aves típicas de la región; todo en armonía con un entorno natural que se mantiene ajeno a la intervención del hombre, donde el silencio se apodera del ambiente, favoreciendo una conexión absoluta con el medio. Navegar la Ría no es menos apasionante. Entre los múltiples cañadones es posible acceder a diversas calas, caletas e islotes. La cambiante marea hace de la costa un escenario particular a cada momento y existe la posibilidad de realizar excursiones náuticas nocturnas.

Acceso

El acceso a los cañadones se da por trillas vehiculares que permiten ingresar durante todo el año. Allí, las posibilidades son infinitas: es posible realizar escaladas en piedra, cicloturismo, trekking o senderismo, donde entre las idas y vueltas del irregular entorno es posible percibir las notas propias del contraste entre la estepa, la vegetación de los cañadones, producto de la humedad que en ellos se presenta, y el mar… ese campo azul profundo que expresa su magnificencia a lo infinito… Para las familias, las cuevas y recovecos rocosos propician espacios para picnics, es posible visitar la Gruta de Lourdes o aprovechar las instalaciones del Camping Municipal, hacer paseos dedicados a la observación de aves o descubrir entre túneles y cuevas las curiosas formas en las piedras.

Ría Deseado, las costas de playas de pedregullo y acantilados de roca jurásica también conforman ambientes propicios para la reproducción de muchas especies de aves.

Los cañadones: de elemento natural a rasgo cultural

La piedra que conforma los cañadones es extremadamente dura. Se trata de rocas silíceas, conformadas por restos sedimentarios y son el resultado de un proceso que se inició hace 160 millones de años en el periodo jurásico. La actividad volcánica y glaciaciones provocaron las hendiduras por las que la acción del hielo y posteriormente los vientos le confirieron su particular forma. Pese a ello, en Puerto Deseado, a través de canteras, se realizó la extracción de esta piedra que fue empleada en la construcción de los edificios de mayor relevancia: La estación del ferrocarril, el Banco Nación, el actual museo del hospital e incluso algunas lápidas en el cementerio.

Hacia el norte de la Ría Deseado se descubren diferentes cañadones ideales para visitar.

La piedra entonces deja de ser un elemento propio del ambiente para constituirse en un rasgo de la identidad deseadense, pues, el trabajo no era sencillo debido a las propiedades del material, por lo que se requirieron manos expertas para ello. La llegada de croatas, íntimamente relacionado con el desarrollo ferroviario, dio lugar a esta expresión: edificios que, aunque simples en sus líneas y despojados de una exuberante ornamentación, siguen recreando la soberbia de su tiempo como notas tangibles de la construcción y desarrollo de Puerto Deseado.

Una alternativa para todas las edades durante todo el año

Pisar suelo deseadense es recorrer una parte del complejo proceso que forjó el continente… Sus cañadones tangibilizan el tiempo en que todo era uno, antes de la aparición de la monumental cordillera de los andes. Las cuatro glaciaciones provocaron la aparición de cursos de agua que desembocaban en el Atlántico, tal como el río Deseado. Posteriormente, el peralte del fondo cambió y este comenzó a dirigirse hacia el pacífico; fue entonces cuando el mar ocupó el seco curso del río, estableciéndose como uno de los estuarios más característicos del país. El comportamiento de la ría responde a las mareas del océano, sube y baja y, por lo tanto, se erige como un lugar excepcional para las actividades náuticas.

En Cañadón del Indio se encuentra una colonia de cormoranes grises. Esta colonia está a cinco kilómetros hacia el oeste de Puerto Deseado.

Pero, más allá de las posibilidades de navegación, recorrer los cañadones a pie ofrece la realización de múltiples actividades recreativas que se ajustan a todos los públicos, y durante todo el año.

Visitar los cañadones de Puerto Deseado es una opción única para explorar el pasado geológico con opciones que fomentan actividades recreativo-turísticas al aire libre, en contacto con la naturaleza en su expresión más pura.

Tu boca sabrá a mí…

Aquí, en esta tierra de rojos, azules y del verde esmeralda, en los días eternos del verano y en los breves del invierno, las ollas y sartenes de los restaurantes humean al mediodía y a la noche para agasajar con su pintoresca oferta gastronómica a cientos de visitantes que arriban a la localidad.

“Programa Destinos Turísticos Responsables”: Meses atrás, la localidad de Puerto Deseado fue elegida para ser parte del “Programa Destinos Turísticos Responsables”, una iniciativa del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación para que las localidades a lo largo y ancho de la Argentina puedan adaptarse a los protocolos vigentes y fortalecer su gestión, a través de nuevos equipamientos, mejoras de infraestructura y digitalización de servicios. El apoyo económico recibido se materializó en las siguientes importantes acciones: Casilla de promoción turística y sanitaria: equipada con insumos sanitarios para el cuidado de las y los visitantes, además de artículos de promoción y difusión turística, la cual funcionará como un espacio de concientización y de recomendaciones sobre el buen uso y las buenas prácticas de las áreas protegidas, las obligaciones y responsabilidades de las y los visitantes. Cartelería: 10 carteles informativos ubicados en diferentes puntos estratégicos y de gran concurrencia, como la Plaza San Martín, el paseo temático “La Leonesa”, Plaza del “Vagón”, terminal de ómnibus, entre otros.

Aunque la propuesta que identifica a la Patagonia Argentina es la carne del cordero patagónico, esta ciudad pesquera ubicada sobre la ribera de un puerto natural de aguas profundas, tiene algo más para ofrecer y es allí donde marca la diferencia por sobre el resto de la oferta. La cocina deseadense combina con destreza aromas, sabores y texturas en una amplia gama de productos de mar frescos que solo en este lugar de la Patagonia Argentina vas a encontrar.

Es en esta ciudad, la del puerto donde atracaron los grandes navegantes de la historia en búsqueda de un refugio, es en la que te sentirás hechizado en tus cinco sentidos, con exquisiteces tales como almejas de la zona, merluza negra braseada con salicornias y varios frutos de mar.

Naturaleza en todos tus sentidos

Aquí la naturaleza se vive y se siente en todos sus sentidos. Respirar el aire puro y abrazar el horizonte infinito es un privilegio que pocos se pueden conceder. Los imponentes colores de la costa del mar Argentino y de la Ría Deseado que rodean a esta ciudad, se atravesarán en tu pupila y en tu corazón, como una postal majestuosa que te acompañará en la vida en forma de un mágico recuerdo.

El camino hasta el faro es pura estepa patagónica salvaje e inhóspita.

En invierno y en otoño, también se puede disfrutar de esta bella ciudad, y puedes hacerlo recorriendo sus circuitos costeros, sus cañadones, o visitando el Museo Ferroviario como propuesta para aquellos que gustan conocer de las historias que le pertenecen a cada lugar.

Por otro lado,  devotos de la fe católica poseen como alternativa de fin de semana la visita a la Gruta de Lourdes, un santuario natural, emplazado en un cañadón que se encuentra a tan solo 14 km del centro de la ciudad.

Cómo llegar

En auto: A la localidad de Puerto Deseado en la Patagonia Argentina se accede por la Ruta Nacional Nº 3 asfaltada hasta su cruce con la Ruta Nacional Nº 281. Desde este cruce son 127 kilómetros de camino asfaltado hasta llegar al final de la ruta en la ciudad de Puerto Deseado.

Desde Río Gallegos: Conduciendo hacia el norte por Ruta Nacional Nº 3, pasando las localidades de Cmte. Luis Piedra Buena y Puerto San Julián, hasta encontrar la Ruta Nacional Nº 281, por la cual deberá continuar hacia el este, pasando los parajes de Jaramillo y Tellier, y alcanzando finalmente Puerto Deseado. La distancia total del recorrido es de unos 788Kms.

Si de biodiversidad en la Patagonia se trata, Puerto Deseado es uno de los grandes referentes.

Desde Caleta Olivia: Recorriendo 93Kms. por Ruta Nacional Nº 3 hacia el sur, llegando a su cruce con la Ruta Nacional Nº 281. Desde allí, transitar 127Kms. más hasta Puerto Deseado.

En micro: Diariamente se puede llegar vía terrestre mediante líneas de transportes: colectivos desde Comodoro Rivadavia o desde Río Gallegos. Además existen vuelos que con frecuencia diaria vinculan Comodoro Rivadavia y Río Gallegos. Con frecuencia diaria hay vuelos desde Comodoro Rivadavia hacia el norte y hacia el sur. Fotos Créditos “Subsecretaría de Turismo de Puerto Deseado”.

Distancias a principales centros urbanos

Buenos Aires 2099 Km.

Comodoro Rivadavia 286 Km.

Calafate 781 Km.

Río Gallegos 730 Km.

Río Grande 1104 Km.

Ushuaia 1308 Km.

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