El riograndense Pablo Iribarne es artista de efectos especiales y desde hace varios está instalado en Uruguay. Allí trabaja para varias productoras y desde el año pasado integra el gigantesco equipo que elaboró la serie “El Eternauta”
RIO GRANDE.- Mientras Tierra del Fuego invierte fuertemente para fortalecer la industria del conocimiento, un fueguino se convirtió en ejemplo para cientos de jóvenes, luego de haber formado parte del multitudinario equipo que trabajó en la posproducción de la serie argentina más vista de los últimos tiempos: El Eternauta.

Se trata de Pablo Iribarne, artista de VFX, quien hizo sus primeros pasos en Río Grande, cuando la tecnología era muy precaria y escasa, pero suficiente para encontrar en ella su vocación como editor de video.
“En el 98 empecé cebando mates en una productora de unos chicos que armaban publicidades y programas de TV. Eran Eduardo San Pedro, Marcelo Postay y Leo Caballer, que hoy trabaja en Canal 13. Me gustaba tanto, que ellos que me dejaban tocar las computadoras cuando se iban a almorzar. Tenía unos 20 años. Ellos me enseñaron y estuve trabajando un par de años ahí, aprendiendo”.
Junto con Mario García y Walter Uribe también hizo el programa de RPM de Puerto Motor. “Cubríamos La Vuelta a la Tierra del Fuego, hacíamos de todo un poco, nos divertíamos.
Después lo conocí a Eduardo Esmoris, y nos abrimos. Hicimos como una pseudo productora chica, que duró un poco nada más, mientras hacíamos El Café del Loco que salía por el Canal 2. Después ya me fui a Buenos Aires, donde hice de todo un poco mientras conseguía trabajo. Como era autodidacta no me animaba a pedir trabajo de lo que estaba haciendo en Tierra del Fuego, porque para mí Buenos Aires estaba a una escala mucho más alta que Río Grande”.
Sin embargo no demoró mucho en conseguir un trabajo como ayudante de camarógrafo lo que le permitió comenzar a retomar su oficio, y en 2004 cuando se mudó a Uruguay, trabajó en una productora muy chiquitita, y de ahí al canal estatal. Más tarde llegaron oportunidades en canales privados como camarógrafo, editor hasta enfocarse definitivamente a la posproducción en 3D, con computadoras. “Hice videoclips para No te va a gustar, para El Cuarteto de Nos y después ya como por el 2011 me puse a trabajar en mi casa”.
“A partir de ese momento, comencé a trabajar para mí, seguí en la posproducción, comerciales, y de todo un poco, siempre para afuera, para México, para Estados Unidos, para Londres, un poco para todos. Siempre contratado por otras productoras, de acá locales o externas”.
Hasta que llegó la invitación para ingresar a las grandes producciones de TV. “El año pasado, después de que empecé a especializarme en un software que es el estándar de películas, series y comerciales de Hollywood, unos amigos que tienen una productora y son socios con la productora argentina Boat, me convocaron. Empecé trabajando para la serie El Encargado y después en una película independiente sobre el Papa y finalmente salió esta serie El Eternauta para la cual trabajé casi todo el año pasado”.
Pablo dice que está feliz con el éxito de El Eternauta, aunque con modestia insiste en que su trabajo es apenas una pequeña pieza dentro del gran engranaje de la serie, de la que participaron más de 600 personas.
“Desde nuestro lugar, nunca imaginamos la repercusión que iba a tener. Si bien estábamos orgullosos de estar haciendo algo de esta calidad y decíamos qué bueno que está quedando, no teníamos ni la más pálida idea de que podíamos llegar a ser tal éxito”.
Su trabajo, como él mismo lo describe, “tiene la estructura de una línea de ensamble de una fábrica, por poner un ejemplo más cercano a Río Grande. Tenemos un montón de pasos, que está el 3D, el matchmove, está el que hace el track, está el que hace los gráficos, hay un montón de gente antes que llegue a mí. Cuando me llega a mí, yo tengo que hacer la composición de todos esos efectos que ya hicieron, la nieve, el fuego, que haya disparos, lo que sea que haya que incorporar a la escena, lo tengo que hacer yo, reemplazar las pantallas azules por, en este caso, toda la ciudad nevada que se hizo”.
“Mi trabajo y el de los demás que hacemos composición, es como finalizar la escena, darle el toque final usando ese software que se llama Nuke VFX. Por ahí, las escenas que yo hago duran dos segundos, pero llevan un montón de tiempo y dependen de muchas personas además de mí”.
Un producto de primera
Acerca de la calidad del producto terminado, opina que “fue muy profesional. No sé si se volcaron los millones y millones que invierte Estados Unidos, pero en la parte profesional, súper profesional, súper organizado, porque si no, este proyecto no tiene manera de salir, porque tiene muchas personas trabajando, muchos a la vez, gente que no se conoce, diferentes productoras, diferentes países, y poder redondear un producto como el que se redondeó, la verdad que está a nivel Estados Unidos, que es el nivel al que queremos llegar”.
En cuanto a las perspectivas que se abren a partir de este trabajo, Pablo sostiene que son innumerables. “Hay un montón de miradas que se posan acá, que dicen, ¡uh!, en Argentina, en el sur, también se puede hacer esto, se pueden hacer cosas que están realmente buenas, entonces abre una puerta grande”.
Mientras Pablo ya trabaja en la nueva serie protagonizada por Yayo Guridi y Darío Barassi “Gutierrez is mai neim” de Disney , ayer se anunció que habrá una segunda temporada de El Eternauta y eso ya es una buena noticia. “Realmente no me han dicho nada, pero es muy posible que, al haber estado involucrados en la primera, tengamos alguna participación en esta segunda”, sospecha.
Para Pablo, que hace mucho no vuelve a Río Grande, haber logrado salir de la publicidad para enfocarse en el cine y la TV, le permite disfrutar más de su vocación y alejarse del estrés que genera el trabajo contrarreloj. “Las películas y las series realmente me han dado un poco de oxígeno. Ya estoy llegando a los 50 y estoy como cansado ya de tanto batallar con esa parte, así que lo estoy disfrutando. Está bueno, es como un bálsamo”.