Sindicato de petroleros privados dijo que acuerdo por Vaca Muerta puede replicarse en otros sectores

BUENOS AIRES (NA).- El secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, defendió el acuerdo alcanzado con el Gobierno y empresas del sector para la explotación de Vaca Muerta y consideró que «no cabe la menor duda» de que se puede replicar en otros sectores petroleros.

Según anunció la semana pasada el presidente Mauricio Macri, las petroleras se comprometieron a invertir 5.000 millones de dólares en un año en el yacimiento que constituye una de las cuencas de petróleo y gas no convencional más grandes del mundo.

Se trata de un acuerdo con sindicatos y compañías que implica la baja de costos laborales con el fin de mejorar la productividad en Vaca Muerta y, en medio de la polémica en torno a la cuestión, Pereyra argumentó que los cambios se deben a que «desempeñarse en un yacimiento no convencional implica una nueva tarea para los que lo hacían en el convencional».

De ese modo, consideró que «no cabe la menor duda» de que el acuerdo alcanzado por Vaca Muerta se puede poner en marcha en otros segmentos petroleros.

«Estamos conversando con el Gobierno respecto de ir adoptando este nuevo paradigma a los convencionales», aseguró y sostuvo: «Nadie habla de reducción de salarios, sino de que las horas que se trabajen son las que se paguen».

Respecto de la posibilidad de que se aplique en otras actividades, subrayó: «No conozco en profundidad los convenios colectivos de trabajo de todos las actividades, pero en la medida en que los dirigentes busquemos formas de crear trabajo, hay que crear las condiciones».

Al justificar los cambios en el convenio laboral tras el acuerdo pautado por Vaca Muerta, insistió: «Es totalmente distinta la perforación en lo convencional que en lo no convencional».

«Tenemos un convenio colectivo de trabajo que se firmó en 2012 y 2013, en el cual todavía no existía la explotación no convencional», señaló y puntualizó: «Teníamos muchísimos problemas porque en turnos y dotaciones era diferente al convencional».

Evaluó, así, que se debe «adaptar la nueva metodología de trabajo» y sostuvo que el desplazamiento es diferente ya que «en el caso de la explotación convencional se cobran las horas taxi desde que el trabajador sale hasta que llega a la base, mientras en el otro sistema el equipo está siempre en el mismo lugar o se mueve entre diez y veinte metros».