Real Madrid agrandó su leyenda con un Bale de fantasía

El conjunto merengue aprovechó una floja actuación de Karius y la magnífica definición de Bale para levantar otra Liga de Campeones.

KIEV (AFP).– Gareth Bale robó el protagonismo destinado en la final de la Liga de Campeones a Cristiano Ronaldo o Mohamed Salah. Con un doblete y sobre todo un bello gol de chilena, el galés ofreció al Real Madrid su decimotercer título, tercero consecutivo, en la victoria por 3-1 sobre el Liverpool.

El galés, que había entrado tres minutos antes en sustitución de Isco, logró el 2-1 en el 64, volando y rematando de espaldas a la valla un centro de Marcelo desde la izquierda.

El francés Karim Benzema marcó en el 51 y empató Sadio Mané, cuatro después.

Pero Bale, después del logrado en el 64, firmó su segundo tanto en el 83, de nuevo con la colaboración de Karius, que fue el otro artífice de la victoria del Real Madrid, al escapársele de las manos un disparo lejano del galés.

En la historia

Con este triunfo, el Real Madrid consigue su tercer título seguido, el cuarto en las últimas cinco ediciones (2014, 2016, 2017 y 2018) y Zinedine Zidane se convierte en el primer técnico en ganar tres títulos seguidos.

Cristiano Ronaldo, en un gris partido, como una buena ocasión que dispuso mediada la segunda parte, logra su quinto título (cuatro con el Real Madrid y uno con el Mánchester United), igualando el palmarés de Alfredo Di Stéfano y quedando cerca del récord de seis ganadas con el equipo blanco por Paco Gento.

El Real Madrid había jugado una mala primera parte, avasallado en todos los aspectos del juego por el Liverpool.

Pero cuando mejor estaba jugando, el Liverpool perdió a su estrella Salah a la media hora de juego, al lesionarse el hombro izquierdo en la disputa de un balón con Sergio Ramos.

Ante las dudas del conjunto inglés, el Real Madrid, que también perdió a Dani Carvajal por lesión en el 36, tuvo sus mejores minutos al final del primer tiempo y el principio del segundo, con un disparo al travesaño de Isco (48) y el tanto de Karim Benzema (51).

Pero cuando el Real Madrid había hecho lo más difícil y el Liverpool parecía noqueado por dos sucesivos golpes, llegó el tanto del empate de los Reds, de Mané (55) en una jugada de balón parado.

Con la presión alta, el Liverpool recuperaba balones con facilidad y hacía sufrir al Real Madrid, sobre todo por la banda derecha, donde Marcelo no podía con Mohamed Salah y con las subidas de Trent Alexander Arnold.

Jurgen Klopp había advertido que la mejor cara de Marcelo no es la defensa y el brasileño se veía superado por su banda.

Asfixiado por la presión y superado por el vendaval Red, el Real Madrid solo pudo tener su primera aproximación peligrosa en el minuto 15, que solo podía llegar en un contragolpe, concluido con un disparo alto y cruzado desde la derecha, de Cristiano Ronaldo.

El Liverpool llegaba una y otra vez y el Real Madrid se encomendaba a su portero Keylor Navas que trataba a apagar el incendio con intervenciones destacadas, como un disparo del lateral Trent Alexander Arnold, que atrapó el costarricense cuando parecía destinado a ser gol.

Pero todo cambió con la lesión de Salah, los errores de Karius y un Bale vestido de héroe.