Rafael Nadal sumó un nuevo título

NUEVA YORK (AFP).- Rafael Nadal soportó un espectacular intento de remontada y se apoderó de su 19no título en torneos del Grand Slam, al imponerse ayer 7-5, 6-3, 5-7, 4-6, 6-4 sobre Daniil Medvedev, en una electrizante final del Abierto de Estados Unidos, que duró casi cinco horas.

Rafa Nadal tuvo que batallar muchísimo para vencer el ruso Medvedev, en una electrizante final.

El triunfo no fue fácil para el español, segundo preclasificado, pese a que ganó los primeros dos parciales y tomó ventaja de un quiebre en el tercero. El ruso montó entonces una reacción impresionante, modificando su estilo y sorprendiendo al multicampeón.
Medvedev logró dos rompimientos en el último juego de cada uno de los siguientes dos sets, para obligar a un quinto. sin embargo, se quedó corto en su intento por ser el primer hombre desde 1949 en ganar una final del U.S. Open tras perder las primeras dos mangas.
Nadal le rompió el servicio para tomar una ventaja de 3-2 en el quinto set y lo logró de nuevo, con lo que se puso arriba por 5-2. Pero no pudo llevarse el campeonato con su saque, al incurrir en una doble falta en break point. Luego, desaprovechó dos puntos para campeonato, en 5-3.
Y en 5-4, Nadal se salvó de un punto para rompimiento. Acto seguido, convirtió su tercer punto para partido y se llevó su cuarto trofeo en flushing Meadows.
Si ello se suma a sus 12 títulos del Abierto de Francia, sus dos de Wimbledon y uno más en el Abierto de Australia, Nadal está ahora a un solo cetro en majors de alcanzar los 20 de Roger Federer, el máximo ganador entre los hombres en la historia del tenis.
“Sigo jugando, aquí estamos. Cuando llegué mi meta era producir chances para completar el gran objetivo, me di otra chance, como hice en Wimbledon, en Australia, como lo hice en Roland Garros, eso es lo que me da satisfacción, me da felicidad”, había dicho al alcanzar la final.
Por su parte, Medvedev jugó su primera final de Grand Slam tras un verano boreal fantástico, vencedor en Cincinnati y finalista en Washington y Montreal, donde perdió ante el propio Nadal. “Es uno de los mejores campeones de la historia de nuestro deporte. Simplemente es una máquina, una bestia en la cancha”, había dicho sobre el español antes del partido de este domingo.
Decenas de veces los daños físicos pusieron en jaque la carrera de Nadal. Los especialistas más destacados aventuraron que no sería posible que llegara a los 30 años en condiciones de jugar en alto nivel. Pero el español, uno de los competidores más extraordinarios de la historia, fue paciente, sabio y siempre halló soluciones para recuperarse, una y otra vez. Con su cuarto título en Nueva York (igualó la línea de John McEnroe en el torneo), alcanzó los 19 trofeos de Grand Slam, quedando a solo uno de una marca que parecía inaccesible, la de Federer. Pero para Nadal, se sabe, no hay imposibles. Y ya golpea las puertas de la eternidad.