BUENOS AIRES.- Los fabricantes de equipos y productos electrónicos deberán incrementar los componentes fabricados en el Continente para los procesos productivos de teléfonos celulares, de acuerdo a un cronograma tentativo que debería comenzar a regir el 1º de julio de 2016.
Según fuentes empresariales consultadas por el diario BAE, se prevé que a partir del 1 de julio de 2016, al menos el 10 por ciento de los cables y cargadores de los celulares debe ser de origen nacional para ir incrementando esa proporción hasta el 75 por ciento al 1 de enero de 2018.
Mientras tanto, en materia de baterías dispone que esa proporcionalidad debe ir del 15 por ciento a partir del 1 de enero de 2017 para llegar al menos hasta el 50 por ciento el 1 de julio de 2018.
El presidente de la cámara Cadieel, Jorge Cavanna, afirmó que “las fábricas que proveerán estos insumos son Pymes que han invertido en maquinaria, recursos humanos y han debido superar pruebas para garantizar que trabajan con estándares internacionales de calidad lo que, además, les abre una ventana de competitividad para el mercado global”.
El directivo consideró que esta política de “diálogo constructivo entre fabricantes y el Estado” dio “excelentes resultados”. En cuanto a las baterías, cargadores, circuitos impresos y cables de alimentación, la provisión por parte de la industria argentina se incrementó en un promedio del 50 por ciento”, mientras que en “motores y controles remotos para acondicionadores de aire hay una demanda sostenida”.