¡Maracanazo!

La Selección argentina derrotó a Brasil 1-0 en el mismísimo Maracaná. Nunca ante los locales habían caído en su casa por Eliminatorias, pero el Campeón del Mundo lo logró. El gol lo marcó Nicolás Otamendi con un cabezazo soberbio en la segunda parte. Messi se retiró lesionado.

BUENOS AIRES (TELAM).- Argentina terminó el año a toda orquesta con una victoria por 1 a 0 sobre Brasil en el mismísimo estadio Maracaná que significó quitarle ese récord de 65 partidos como local sin derrotas, desde que comenzaron las Eliminatorias Sudamericanas, y lo hizo después de un comienzo escandaloso en el que los futbolistas albicelestes se fueron al vestuario en señal de protesta por las agresiones que recibieron sus hinchas de parte de la policía local.

Imposible referirse a los 90 y pico de minutos del superclásico de las Américas sin hacer hincapié en lo sucedido antes de comenzar, porque por eso casi no hay partido y porque quiérase o no, condicion luego de marcharse al vestuario en señal de protesta por agresiones de la policía local a hinchas argentinos.

Parecía que el nuevo articulado del equipo argentino con Giovani Lo Celso por el delantero Nicolás González respecto de Uruguay y un Marcos Acuña más ofensivo que su relevado Nicolás Tagliafico, pese a las buenas intenciones no daban los resultados deseados.

Si esto fue así en la primera etapa, esa dinámica negativa descripta se agudizó en el comienzo del complemento, donde Brasil disfrutó en los primeros 10 minutos de sus mejores pasajes en el partido, sometiendo a Argentina a un asedio constante.

Messi herido, al que debieron masajear de urgencia antes del final del primer tiempo, y sus fieles soldados, a jugársela como siempre ante una multitud de 69 hinchas brasileños que bramaban constantemente y hacían vibrar el Maracaná como había pedido ayer su técnico Diniz.

Otamendi se fue al área brasileña a pura corazonada a los 18 minutos y convirtió justo en el partido en que llegó al quinto lugar entre los argentinos con más presencias en Eliminatorias Sudamericanas.

Claro que esta inyección no le permitió sin embargo a Argentina adueñarse totalmente del desarrollo, porque si bien disminuido, Brasil fue a pelearle el partido con menos armas de lo acostumbrado pero mucha entrega para evitar que la tercera derrota en fila en estas Eliminatorias y la pérdida del invicto como local no se concretara justamente ayer en el Maracaná.

Pero cuando todo se había vuelto a emparejar y hasta Lionel Messi, sentido, le había dejado la cinta de capitán a Ángel Di María, que así pasó a secundarlo en presencias en Eliminatorias con 52 partidos, otra vez esos duendes aparecieron representados por un codazo del recién ingresado Joelinton a Rodrigo De Paul, la figura del encuentro, que dejó ahora sí totalmente disminuido al local, mientras Argentina se ilusionaba firmemente con hacer otra historia grande en el Maracaná.

Y fue nomás, con Brasil perdiendo su invicto de 65 partidos desde que comenzaron las Eliminatorias jugando como local. Y Argentina cerró así otro año a lo grande, porque la “Scaloneta” lo hizo otra vez.

Y fue otra maracanada mas de esta Argentina cuyos jugadores fueron a saludar a los hinchas en el mismo lugar donde los habían defendido dos horas antes.

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