“Madres de”: Testimonios de madres de famosos en un libro

Las autoras Emilia Frigerio y Violeta Santamarina conversan con las madres sobre cómo descubrieron la vocación de sus chicos y cómo los criaron. ¿Cuál fue su fórmula? ¿Cómo es ser «la mamá de»? Cada una aportó sus máximas emocionantes e inspiradoras, y las autoras agregan las suyas: demostrar a nuestros hijos el amor y el orgullo que sentimos por ellos. Imagen principal: «Yo le decía a mi hijo menor que dejara el básquet y estudiara para ser contador». Raquel, mamá de Manu Ginóbili.

Con notable sencillez y una concepción delicada y tierna de cada una de las protagonistas se trazan historias recientes, cercanas, sensibles, con los ojos abiertos de la imaginación y con el oído penetrante del espíritu, describen con conceptos profundos lo que el público no conoce de su trato íntimo en cada uno de ellos. Un libro para conocer a las mujeres que criaron grandes personalidades argentinas: sus hijos brillan en el deporte, el arte, la música, la política y los negocios. Cada capítulo abre las puertas a sus vínculos y al modo en que acompañaron sus carreras.

Madres de varones y mujeres célebres buenos modelos que imitar como:

Peque Schwartzman – Esteban Bullrich – Teresa y Armando Bo – Lucha Aymar – Florencia Cayrol – Marcos Galperín – Manu Ginóbili – Paloma Herrera – Chano y Bambi Charpentier – Peque Pareto – Alexis Mac Allister – Pierpaolo Barbieri – Ale Sergi y Juliana Gattas – Gusti Fernández – Dibu Martínez. Las entrevistas que no están en el libro fueron editadas en formato Podcast por La Nación y están disponibles en Spotify.

A grandes rasgos compartimos tramos de “Madres de” (Catarsis)

Dibu Martínez

¿Cómo es ser la mamá del Dibu campeón del mundo, campeón de América? ¿Cómo vivís ser la madre del ídolo de tantos? Es raro, pero llegó en el momento justo y yo sabía que lo podía lograr con el equipo. Cuando Emi se propone algo, lo logra. Es muy constante. Tiene una energía muy fuerte. Yo tenía fe como mamá, le decía “vamos a salir campeones”. Estaba muy confiada, había una energía muy especial con todos esos chicos y además estaba el mío.

Marcos Galperín

“Marcos fue un bebé facilísimo y además muy protegido por sus hermanos mayores. De chiquito ya era súper organizado, de libro. Eso nos llamaba la atención. Se preparaba la ropa para ir al colegio. Los cinco compartían un baño y él, en un rinconcito, dejaba todo listo, uniforme o ropa de gimnasia, según el día. Era muy autosuficiente e independiente” rememora.

“Madres de”, disponible en las librerías de todo el país, narra historias de amor y orgullo de mamás.

Manu Ginobili

Raquel se siente una mamá normal, alguien del montón. Fue la gente la que siempre le hizo notar lo que es ser la madre de Manu. “‘¿Vos te das cuenta de que está en la NBA?’ ‘¿Te das cuenta de que Manu tiene un anillo?’ ‘¿Vos te das cuenta de que Manu tiene tres anillos?’ No, no me doy cuenta. Tal es así que la primera vez que salió campeón yo estaba lavando el piso del garaje, pasó un chico que es ingeniero y me dijo: ‘¿Qué estás haciendo lavando el piso que sos la mamá del que está jugando la final?’ Cosas que se dicen…”.

Ale Sergie

Yo fui y soy una fan de Sandro. Una de sus nenas. Él tenía un imán con el público, y lo que genera Ale es parecido. Hablo del liderazgo de ese momentito, cuando por ejemplo Ale levanta un brazo y todo un estadio lo copia. Él transmite y la gente lo recibe. Cuando voy a ver a Miranda! me encanta mirar a mi hijo y a Juli, pero más me fascina mirar a la gente, lo que ellos generan en los demás.

Lucha Aymar

¿Cómo es ser la mamá de semejante leyenda?

Es sencillo; ella es la hija que tuvo muchas posibilidades de llegar arriba por su talento, su forma de ser y su entrega. Así lo veo yo. Luciana no iba a fiestas, sacrificaba todo por el deporte. La exigencia fue propia, algo que se impuso a sí misma y que emociona, es muy noble. El deporte sale del alma de cada persona, de cómo lo siente y cómo quiere ser. Su carácter la hizo diferente. Su autodisciplina fue la clave. Como mamá, ser testigo de eso fue fascinante.

Peque Pareto

¿Cómo definirías a tu hija?

Demencialmente tenaz. No hay nadie tan perseverante. Y tampoco tan noble. Siempre fue buena y amorosa. De chiquita la veía como un ángel, a tal punto que temía que Dios me la llevara y eso me angustiaba muchísimo. Sus triunfos deportivos son espectaculares pero no me obnubilan. Paula para mí es Paula.

Chano y Bambi Charpentier

No deja de ser una paradoja que te hayas formado en adicciones y que tengas semejante calvario en casa…

Es algo que vas aprendiendo y que se modifica a medida que transcurre el tiempo. Cuando yo estudié jamás supe que tendría un hijo adicto; ellos tenían 4 y 6 años. Trabajé en el Programa Andrés y quise especializarme en adicciones, no me preguntes por qué. Cuando descubrí que Chano fumaba porro, inmediatamente supe qué hacer. Me puse del otro lado del mostrador y pasé a ser una mamá más del grupo de ayuda. No era la mamá de Chano, sino la mamá de un adicto. Empecé a recorrer el camino desde el otro lado, a preguntarme qué tenía que ver yo con eso. Es una enfermedad multicausal, una conjunción de cosas. Reconozco que fui muy sobreprotectora; estaba enamorada de mis hijos, no toleraba verlos sufrir, estuve muy pendiente de ellos.

Juliana Gattas

Esta mamá recuerda a su hija menor como una niña dulce. Y si cierra los ojos puede volver a los viajes en auto juntas, en los que le preguntaba: “Mamá, ¿canto bien?”. Juli sabía de memoria cada letra de cada tema del cassette de Frutillitas. “Sí, mi amor, cantás bárbaro”, le decía una y otra vez Any a aquella chiquita que luego llenaría estadios.

Acerca de las autoras
 
Violeta Santamarina
Nació en Buenos Aires en 1975. Es graduada en Ciencias de la Comunicación en la Universidad Austral. Comenzó su carrera profesional en prensa gráfica, y de allí saltó a la televisión para producir contenido periodístico y luego ficción. Escribió para sitios web hasta que desembarcó en la radio, donde fue conductora varios años. En la actualidad escribe y produce podcasts para personas y marcas. Está casada, tiene tres hijos y le encanta conversar.
 
Emilia Frigerio
Nació en Buenos Aires en 1977. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación de la Universidad Austral. Trabajó en prensa escrita, en internet y como productora de contenidos en televisión en Estados Unidos y en Argentina. Ejerció como jefa de prensa en el ámbito de la comunicación política y desarrolló varios proyectos del mundo editorial. En la actualidad escribe y produce podcasts para personas y marcas. Está casada, tiene tres hijos y ama el mar, un rico café y leer ficción.
Las autoras de la obra Violeta Santamarina y Emilia Frigerio.

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