USHUAIA.- Atrás quedó la inexplicable decisión de cerrarlo y prohibir el ingreso de la comunidad educativa que luchaba por su recuperación. Hoy, el colegio José Martí está con vida y sus instalaciones muestran una realidad que se logró gracias a una decisión política de la gobernadora Rosana Bertone y su equipo de trabajo de Obras Públicas y del Instituto Provincial de la Vivienda.
No fue casualidad que el 25 de Mayo, día de la revolución que liberó a nuestro país, haya sido celebrado en instalaciones del José Martí. Fue una forma de demostrara a los próceres que cuando se quiere se puede, tal como lo hicieron ellos, hace 207 años atrás.
“No me va a alcanzar el tiempo para agradecer que nos hayan devuelto este edificio” es la reflexión de Julián Nóbile, director del colegio José Martí, quien luego de terminado el acto oficial tuvo un encuentro aparte con la gobernadora Rosana Bertone, con quien intercambió la experiencia vivida cuando decidieron recuperar un emblemático edificio escolar.
Nóbile agradeció a la Gobernadora y a todo su equipo de tareas, porque “han revertido el karma que tenía este colegio. Hoy estamos funcionando y haciendo lo mejor que sabemos hacer, que es educar”.
Ya están recuperadas sus 15 aulas, se han puesto en funciones dos laboratorios, uno de ciencias naturales y uno artístico tecnológico. También la biblioteca, pero lo que más orgullo despierta en la comunidad educativa del José Martí es que se ha puesto en funcionamiento el tercer piso donde funciona “el núcleo que tiene que ver con la coordinación de ciclo y la asesoría pedagógica, donde están todos nuestros profesionales de psicología y psicopedagogía, que son los que escuchan a los chicos cuando tienen algún problema o hacen de mediadores para trabajar cuestiones sociales o de vínculos”, contó Nóbile.
Con una matrícula de 650 alumnos, el colegio también recuperó el ascensor para el uso de personas con capacidades motrices disminuidas y también con baños adaptados para personas con discapacidad, en las tres plantas del edificio.