En una reunión abordaron la organización de la marcha al Congreso por la Emergencia Social, que las organizaciones sociales planean para meter presión a los diputados y senadores para que apuren su tratamiento.
BUENOS AIRES (NA).- La CGT quedó cerca de un acuerdo con organizaciones de desocupados y cooperativistas para participar de una marcha al Congreso Nacional el próximo mes, en reclamo de la aprobación de la Ley de Emergencia Social.
El integrante del triunvirato cegetista Juan Carlos Schmid dio por descontado que en la central obrera «hay voluntad de participar» de la movilización, pero aclaró que eso será debatido este jueves en una reunión del Consejo Directivo, tras la cual se confirmará la decisión.
Las organizaciones sociales reclaman la declaración de la Emergencia Social y, en pos de que la iniciativa se vote en ambas Cámaras antes de fin de año, organizan una marcha frente al Congreso, que tiene como fecha tentativa el próximo 18 de noviembre.
La Ley de Emergencia Social prevé, entre sus puntos principales, establecer institucionalmente un diálogo permanente entre el Gobierno y las organizaciones de la economía popular y también el pago de un «salario social complementario» para estos sectores informales.
«Queremos que se generen un millón de salarios complementarios para lo cual se requiere de una partida presupuestaria importante», detalló el dirigente social Emilio Pérsico en la conferencia de prensa conjunta que brindó con los sindicalistas al término del encuentro.
La reunión se realizó en la sede de la CGT de la calle Azopardo, donde estuvieron integrantes de la cúpula de la central y de las agrupaciones Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa (CCC), y de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP).
De esta forma, ambos sectores continuaron el diálogo que iniciaron tras la reunificación de la central obrera, la cual resolvió en ese momento iniciar un acercamiento con los sectores que representan a trabajadores no registrados y desocupados.
En la reunión, tanto los gremialistas como los representantes de las organizaciones analizaron el diálogo que vienen manteniendo por su cuenta con el Gobierno y coincidieron en que «se registraron avances», en alusión a los bonos de fin de año, pero aclaró que hasta hora todo fue «un paliativo, sin soluciones de fondo» en lo que refiere a «poder adquisitivo y distribución del ingreso».