
En La Carolina existen diversas actividades para realizar y lugares para visitar, además de disfrutar de un paisaje único, donde la historia y la naturaleza se fusionan como en una poesía.
SAN LUIS.- La Carolina es una pequeña localidad de origen minero situada al pie del cerro Tomolasta, en las sierras centrales de San Luis, departamento Coronel Pringles, provincia de San Luis. El valle que se abraza al río Grande y sus arroyos, dan color y vida al paisaje de este encantador pueblito que dista a sólo a 83 km de la ciudad de San Luis, siguiendo la ruta provincial N° 9.
La Carolina es un Pueblo Auténtico. Una invitación a hacer un alto en el camino para disfrutar de su turismo minero y la aventura en las sierras; conocer su historia de la época de la “fiebre del oro” y tomar contacto con perlitas de su huella arqueológica y alma poeta.
La Carolina es un pueblo de aproximadamente 300 habitantes a 1600 metros de altitud sobre el nivel del mar, con el aire freso y puro y rodeado de hermosos arroyos, se halla el casco principal del pueblo. Las calles recientemente empedradas, así como las casas, revestidas también en piedra originaria, conservan aún el aspecto original del pueblo colonial.
San Antonio de las Invernadas fue el nombre que en 1794, el virrey Sobremonte, gobernador intendente de Córdoba del Tucumán, cambió por el actual “La Carolina” en honor del rey Carlos III de España. La historia de la existencia del oro se refiere al tiempo en que Don Tomás Lucero, vecino del lugar, halló oro, y lo llevó a aquilatar a Córdoba. Muchos hombres llegaron al lugar en busca de la preciada riqueza. Entonces el marqués ordenó estudiar el terreno y para lograrlo trajo un trapiche de minerales; quizás fue el mismo que se trasladó a El Trapiche, y encargó moler el oro que provenía de la Carolina. Hoy queda muy poco oro debido a que a mediados del siglo pasado, los mineros y lavadores agotaron sus vetas hasta agotar las bocaminas. Esta historia del oro, sobrevive en el lugar en los pirquineros. Cuando el río crece y lo hace con su fuerza de arrastre, aun quedan unos pocos lugareños que esperan pacientemente con la ilusión de descubrir una fuente de riqueza.
Hoy, el potencial turístico de La Carolina parece despertar luego de un prolongado letargo, gracias a los vestigios de un esplendoroso pasado, que ayudan a promocionar la zona como un lugar para realizar turismo minero y contemplativo, en pleno contacto con la naturaleza.
En las inmediaciones de la localidad, se alcanza a escuchar el murmullo del arroyo Carolina, de aguas claras, que discurre con la promesa de lavar oro alguno de estos días.
Para disfrutar al máximo de la excursión en el interior de la mina, se es provisto de la vestimenta adecuada para realizar esta clase de actividad. Cascos con linternas y botas de goma son algunos de estos elementos. La actividad consiste en visitar el interior de los antiguos socavones. A medida que se entra en las profundidades de las minas, cuya extensión llega a los 300 metros, se logra apreciar distintos minerales de la corteza terrestre, formaciones de estalactitas, estalagmitas y fallas geológicas.
Es una experiencia única, cautivante y muy emocionante. No presenta mayores grados de dificultad, por lo que es recomendable para toda la familia. Fuente: turismo@lacarolinasanluis.com.ar
Gruta de Inti Huasi («Casa del Sol»)
Entre lo mucho que podemos visitar destacamos la Capilla de la Virgen del Carmen, Minas de Oro, Museo de la Poesía, Cerros Tomolasta y Sololasta, Camino La Carolina – San Francisco, y la Gruta de Inti Huasi o «Casa del Sol» que hoy descubrimos en pocas líneas. Esta gruta es uno de los yacimientos arqueológicos prehistóricos más importantes de América.
La gruta de Inti Huasi un domo andesítico de origen volcánico situado en la zona central de las sierras de San Luis en el a 20 km de La Carolina (San Luis) y a 100 km de la ciudad la capital provincial.
Esta gruta es considerada como uno de los yacimientos arqueológicos prehistóricos más importantes de América y es visitado por miles de personas cada año. Se conforma por dos socavones poco profundos que se encuentran protegidos naturalmente por una amplia arcada que conforma un vestíbulo natural.
La excavación arqueológica dio sorprendentes resultados sobre la historia de la gruta identificando en sus estratos más antiguos los contextos de la cultura pre cerámica Ayampitin, fechándose los restos de los niveles estratigráficos inferiores por el método de carbono 14, el primero efectuado en la República Argentina. Los resultados de las pruebas de radiocarbono remontaron la antigüedad del primer asentamiento humano de la gruta en 6.200 a.C.
Vialidad de la provincia de San Luis, mientras efectuaba excavaciones frente al talud del Cerro Inti Huasi en el año 1948, debido al trazado de un camino que llegaba al recinto, puso al descubierto gran cantidad de objetos líticos, utensilios de huesos, pinturas rupestres y restos humanos. Ante este hallazgo, se designó al Dr. Alberto Rex González para realizar los trabajos de investigación en el año 1951.
Las pinturas rupestres que existieron en el faldón rocoso al fondo de la cueva se fueron perdiendo paulatinamente hasta desaparecer totalmente debido filtraciones de agua en las rocas, grietas producidas por los movimientos sísmicos de la zona, siendo los más importantes los ocurridos durante la década de 1970
Actualmente, se puede visitar todos los dias del año,con entrada libre y gratuita. En el lugar existe una pasarela con exposición de restos óseos y líticos. En el edificio ahí situado se pueden apreciar restos óseos y líticos hallados en la zona.