Endometriosis. “Yo no quiero que más mujeres queden mutiladas, como me pasó a mí”

Pamela tiene 38 años y padece Endometriosis. A los 34 ya tenía una histerectomía total, sabía que nunca sería madre biológica, y había pasado por el quirófano 3 veces. “A mí me descubrieron la Endometriosis hace diez años; y tardaron 15 en detectármela. Comencé a menstruar a los diez años; e iba al médico porque se me formaban quistes. Ya a los doce años, empecé con dolores y hemorragias”, relató.

Pamela Luna, padece Endometriosis, y hoy impulsa un proyecto de ley en su provincia.

RIO GRANDE.- El médico, como tantos otros, respondía a sus “me duele” con “Es que así es tu organismo, es normal. Ya se te va a pasar”. Había ciclos en el año, en los cuales, cada quince días Pamela volvía a menstruar: “No terminaba con una menstruación que ya empezaba con la otra. Era insoportable”, describió.

En enero del año 2008, la operan por primera vez, y le encuentran formaciones endometriósicas en todo el útero y vísceras: “Me voy al médico y le digo ‘mirá’. Yo algo había leído para entonces, pero la verdad es que no había mucho publicado todavía. Le digo a mi médico ¿qué hacemos? Porque habían pasado dos meses y para la segunda menstruación, otra vez sentía un dolor como si me abrieran las caderas. Nunca tuve hijos, pero son dolores, iguales a los del parto. Lo que se tiene son contracciones”, siguió explicando la mujer.

El médico en ese momento le dijo que no había tratamiento y le mandó tomar Ibuprofeno cuando tuviera dolor. Cambió de médico por primera vez, y le detectan dos fibromas en el útero: “por primera vez me mandan a hacer una ecografía transvaginal y cuando me ve, este nuevo médico no podía creer que yo no estuviera tomando nada. Cuando sale la ecografía tenía un quiste endometriósico del tamaño de una ciruela”, recordó Pamela.

Vuelven a operarla, y en la segunda cirugía, estuvo en el quirófano por cuatro horas: “Tenía un quiste reventado adentro del útero, más el que me que me sacaron, que también se reventó, y además tenía una cantidad de fibromas”, detalló.

Estuvo cuatro años con un tratamiento, y en ese ínterin viajó a Mendoza a otro doctor: “Él me dijo, que nunca iba a tener hijos, aunque tampoco él era Dios para decirlo con seguridad. Pero que sí iba ir pasando a la Endometriosis intestinal. Vuelvo a San Luis, con otro médico y ahí me agarré un cólico renal. Con esa ecografía me dijo que había que sacar el útero. Y la verdad que yo preferí que me lo sacaran, porque quería tener una vida”, siguió contando.

El dolor persistía, así que a través de una nueva ecografía le detectan un quiste en el ovario que le quedaba. Pospusieron la cirugía, para que pudiera terminar de recuperarse de la anterior, pero cuando vuelven a hacer la ecografía, ya tenía un tumor. La tercera cirugía, implicó estar entubada, y con sondas por varias semanas. Además, empezó a tener problemas intestinales y en abril del 2014, terminó otra vez en la guardia del hospital, con los intestinos estrangulados: “Mi diagnóstico era que tenía horas de vida, si no me operaban. En otro hospital me decían que entraba al quirófano pero no me garantizaban que me salvaba porque si la fibrosis me había tomado el colon, no había nada que hacer”, narró Pamela.

Las secuelas, persisten aún hoy y las está superando: “Estuve casi dos años en cama con depresión, comencé a hacerme tratar con un psicólogo, y un psiquiatra. Me llevó tiempo salir, y aprendí a aceptar lo que me estaba pasando. Pero estuve muy enojada. Tenía 34 años, me habían dejado sin trabajo en los dos lugares donde estaba trabajando; no podía tener hijos, no tenía una vida; era una situación complicada”, reconoció.

El año pasado, pamela se enteró de la existencia de un movimiento a nivel nacional que busca concientizar sobre la enfermedad. Se enteró de la existencia de un proyecto de ley nacional y comenzó a pedir reuniones con representantes del poder legislativo de su provincia para impulsar el proyecto, que hoy puede ser ley. “Los diputados de mi provincia me han apoyado muchísimo. Trabajaron en conjunto, dejando de lado colores políticos. Y la verdad que yo quiero que esto se detecte más temprano, porque no quiero que otra mujer pase lo que yo pasé, y lo que pasan muchas otras mujeres. No quiero que alguien termine mutilada, como yo”, concluyó Pamela.

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