El ingeniero Mario Ferreyra fue reconocido por la comunidad educativa de la UTN en Río Grande por su destacada trayectoria y su fundamental contribución al desarrollo educativo de la provincia, en un emotivo acto. La ceremonia resaltó la figura de Ferreyra como un «gran hombre» que forjó el destino de la comunidad y destacó su rol clave en la creación de la UTN y otras instituciones de FUNDATEC. La UCES lo nombró Profesor Honoris Causa y los alumnos del Jardín Rosario Peñaloza le entregaron 17 flores amarillas.
RIO GRANDE.- La Casa de la Cultura de esta ciudad fue el escenario de un profundo y sentido homenaje que le realizó la comunidad educativa de la UTN y la FUNDATEC al ingeniero Mario Ferreyra, figura central en la historia reciente de la educación y el desarrollo de la ciudad.
El evento se llevó a cabo ante una numerosa concurrencia que incluyó al intendente Martín Perez, representantes de instituciones públicas y privadas, y miembros de la comunidad educativa de las entidades vinculadas a la Fundación Tecnológica (FUNDATEC): el Jardín Rosario Peñaloza, la Escuela Austral de Enseñanza Bilingüe (EADEB), el Colegio Integral de Educación Río Grande (CIERG), el Instituto Superior del Profesorado (ISPRG), la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) y la Facultad Regional Tierra del Fuego de la (FRTDF-UTN). La música de la Banda Municipal ofició de telón de fondo para la sentida jornada.
Apertura y reconocimientos
En el inicio del acto se hizo hincapié en que el reconocimiento va más allá de la nostalgia, buscando «dar un justo valor a un hombre que con su vida, su visión y su trabajo ha aportado a forjar el destino de nuestra comunidad», aludiendo a Ferreyra como un «gran hombre». Se enfatizó que esta trascendencia se debe a la escala y el impacto de sus obras. En este sentido, se recordó su gesta de transformar una pequeña unidad académica en la «presencia universitaria más importante de nuestra geografía actual», la Facultad Regional Tierra del Fuego de la UTN, que ya formó a más de 2.300 profesionales.
Además de su rol como docente y visionario de la educación –fue clave en la creación del primer instituto de formación docente de nivel medio y en las instituciones reformistas de FUNDATEC–, se puso en valor su faceta como constructor y político. Se mencionó su gestión como secretario de Obras Públicas, cuando se concretó la Casa de la Cultura y se ganó terreno para la construcción de la avenida Perón, sentando las bases de la Río Grande moderna. El homenaje también destacó su constante militancia por la «soberanía tecnológica y productiva de Tierra del Fuego», visible en su trabajo como convencional constituyente, diputado nacional y sus gestiones para la instalación de la estación terreno en Torre. Sus sueños inconclusos, como el interconectado eléctrico provincial y el puerto de la ciudad, también fueron mencionados como parte de su visión de futuro.
En un momento de gran emotividad, a Mario Ferreyra se le entregaron diversos presentes. La Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) no dudó en nombrarlo Profesor Honoris Causa de la Universidad. Por otro lado, los alumnos del Jardín Rosario Peñaloza le entregaron 17 flores amarillas, en representación de las 17 familias que iniciaron la obra educativa y social que hoy es FUNDATEC.
La admiración del Intendente
El intendente Martín Perez brindó un emotivo discurso en el que agradeció a Mario Ferreyra en nombre de todos los vecinos de Río Grande, destacando su obra, trayectoria y el «sacrificio» puesto en la educación pública y en el desarrollo de la ciudad. El jefe comunal, quien se reconoció exalumno y graduado universitario, resaltó fundamentalmente la visión que tuvo Ferreyra, no solo en lo educativo, sino también en la transformación urbana que impulsó en la gestión del exintendente «Chiquito» Martínez, mencionando la avenida Perón, el monumento a los Veteranos y la propia Casa de la Cultura, obras que se hicieron «con visión» a pesar de las críticas iniciales. Perez también subrayó la vocación de servicio de Ferreyra como un ejemplo de construcción colectiva en «tiempos de tanta individualidad».
Finalmente, el Intendente compartió una anécdota personal: su hijo de 7 años, alumno de una de las escuelas de Ferreyra, siempre lo busca para «darle un abrazo». «La verdad que me llenó de amor, debo decirlo, porque digo que él, después de tan larga trayectoria, tenga esa conexión con los chicos, demuestra que las cosas se están haciendo bien. La ciudad de Río Grande te agradece tu trayectoria», concluyó.
Fabio Seleme y una descripción única
Fue el licenciado Fabio Seleme, secretario de Cultura y Extensión Universitaria de la Facultad Regional Tierra del Fuego quien, en su discurso, resaltó la singularidad de Ferreyra. «Cordobés de nacimiento, fueguino por elección y con corazón riograndense ypefiano, constructor y docente tecnológico, americanista, sinónimo de universidad, sanmartiniano y, por supuesto, peronista». El agradecimiento general no fue «un gesto de sentimentalismo ni de obsecuencia», sino una ratificación de que «la grandeza de un hombre se mide en las libertades y las posibilidades que deja abiertas para nosotros».
Mario Ferreyra
Al finalizar el acto, Mario Ferreyra, visiblemente emocionado, brindó sus declaraciones. «A este acto lo viví con mucha emoción, me hicieron sentir muy bien, como un ser humano reconocido por sus pares, lo cual gratifica mucho. Lo importante es que en estos trabajos, más que de proyectos individuales, son proyectos donde se integraron cariño, se integró pasión, se integró las ganas de servir a los demás, y creo que ese reconocimiento que a mí me hacen es extensivo a todos», afirmó, haciendo extensivo el agradecimiento a su familia y a los equipos de trabajo de la comunidad educativa.
Ferreyra fue enfático al asegurar que «lo importante es reconocer la familia como la principal, digamos, entidad educativa que tiene una sociedad; los valores se desarrollan ahí, y uno tiene que acompañar esos valores, los sueños que tienen los padres con sus hijos, y lo académico sale solo». Para el homenajeado, el proceso educativo debe «lograr una vinculación espiritual entre nuestros estudiantes y los profesores», ya que la tarea de un docente es «la construcción de almas, almas que sepan apreciar la verdad, la belleza y el bien». Finalizó reflexionando que, si bien la tecnología cambia, «el alma de un ser humano sigue siendo la misma».