Durante la temporada estival instalaron trampas para atrapar semillas e insectos y en los últimos días recogieron las muestras que serán enviadas a Buenos Aires para procesarlas y analizar los resultados.
USHUAIA.- En la primavera pasada, un equipo de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Tierra del Fuego en el marco del Proyecto “Impactar Ciencia y Tecnología” que lleva adelante el Dr. Pablo Cipriotti de la FAUBA, se propuso rastrear la dispersión aérea de la especie invasora Hieracium pilosella a lo largo de la Isla Grande de Tierra del Fuego.
Para ello, se instalaron 26 trampas de semillas e insectos en tres líneas estratégicas, frontera, centro y costa, para analizar cómo se mueve esta especie con el viento y la entomofauna asociada a la misma.
Según informaron ayer desde el INTA, con las muestras ya recolectadas, el análisis continúa en Buenos Aires, donde se continuará con el procesamiento de las muestras obtenidas y el análisis de los resultados.
Este trabajo colaborativo entre INTA y la UBA busca generar información valiosa para enfrentar un problema que afecta directamente a los sistemas ganaderos de la región. En la provincia estas actividades están a cargo de la becaria Ing. Agr. Macarena Cardozo, de la AER INTA Río Grande.
“Con estos datos obtendremos información valiosa para la mejora en las estrategias de control, en pos conservar y aumentar la productividad de los pastizales naturales de la región y, por ende, la productividad de los sistemas ganaderos”, explicaron desde la institución.
Una maleza que preocupa
La pilosella (Hieracium pilosella) es una maleza invasora de origen europeo que se ha convertido en un desafío productivo y ambiental para los campos de la provincia. Ante esta situación, el año pasado, el INTA Tierra del Fuego junto a productores, profesionales y empresas, asumió el compromiso de pensar y ejecutar acciones para contener su expansión y preservar la biodiversidad y economía locales.
En diciembre, la estancia Sara, en Río Grande, fue el escenario de una jornada de trabajo organizada por la empresa Tecnomyl, que convocó a un grupo de profesionales de todo el país para que, junto con el INTA, el Gobierno provincial, profesionales locales y productores, analizaran conjuntamente la situación actual. El encuentro incluyó recorridas por zonas afectadas y un taller técnico donde se discutieron estrategias para enfrentar esta problemática que pone en riesgo a los pastizales naturales y, con ellos, la producción ganadera local, la vida silvestre y la biodiversidad.
Durante la jornada, el equipo del INTA presentó un informe técnico elaborado especialmente para los participantes, luego de lo cual se abrió un espacio de intercambio de conocimientos sobre el impacto de esta maleza en la producción ovina y bovina de la isla y las diferentes estrategias que podrían emplearse para su control. Desde INTA Tierra del Fuego se destacó la importancia de combinar esfuerzos en investigación y extensión, desarrollando alternativas de control biológico y químico con el objetivo de generar el menor impacto posible para el ambiente.