Representantes del Gobierno y líderes empresariales de Brasil reafirmaron su alineación y compromiso conjunto para enfrentar el anuncio de Estados Unidos de imponer aranceles del 50 % a sus productos a partir del 1 de agosto.
BRASILIA (Xinhua/NA).- La postura común fue anunciada tras una reunión en Brasilia encabezada por el vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria y Comercio (MDIC), Geraldo Alckmin.
En una conferencia de prensa posterior a la reunión, el presidente de la Confederación Nacional de la Industria (CNI), Ricardo Alban, afirmó que el Gobierno y el sector empresarial están “unidos y convergentes” en la búsqueda de una solución antes de la fecha prevista para la imposición de los aranceles.
Los empresarios brasileños también se comprometieron a intensificar el diálogo con el sector privado estadounidense. “No podemos quedarnos en la imprevisibilidad. Tenemos productos perecederos involucrados en este asunto”, enfatizó Alban, quien defiende la vía de la negociación con Estados Unidos.
En ese sentido, comentó: “Entendemos que Brasil no se precipitará en tomar represalias”.
En tanto, el presidente de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), Josué Gomes, afirmó que el sector tiene “absoluta confianza” en la capacidad de negociación del Ministerio de Relaciones Exteriores y del MDIC. “Daremos todo el apoyo y asistencia para que Brasil pueda llegar a un entendimiento que beneficie a las empresas brasileñas y estadounidenses”, comentó Gomes.
Por su parte, el vicepresidente Alckmin destacó que la intención del Gobierno es resolver el problema mediante el diálogo con el sector privado.
Alckmin calificó de inadecuadas las medidas estadounidenses e insistió que Estados Unidos tiene un déficit en su balanza comercial con gran parte del mundo, pero tiene un superávit en su balanza comercial con Brasil, tanto en el sector de servicios como en el de bienes.
“Brasil no tiene superávit comercial con Estados Unidos. De hecho, todo lo contrario. De los 10 productos que más exporta, ocho tienen aranceles cero. Por lo tanto, trabajaremos en conjunto con el sector privado”, evaluó.
Según él, el Gobierno brasileño está en contacto directo con representantes del sector industrial estadounidense que pueden verse afectados. La idea es fortalecer el argumento de que la nueva barrera arancelaria perjudica a empresarios de ambos países.
Alckmin no descartó la posibilidad de buscar el aplazamiento de la imposición del arancel si para el 1 de agosto Brasil y Estados Unidos no llegan a un acuerdo.
La Ley de Reciprocidad Económica, aprobada por el Congreso este año, puede ser utilizada para guiar la actuación del Gobierno brasileño. La reglamentación de la ley fue publicada este martes.
-“Casi un embargo”-
El presidente y director ejecutivo de la fabricante brasileña de aviones Embraer, Francisco Gomes Neto, aseguró que el arancel de 50 % a productos brasileños anunciados por Estados Unidos encarecerán en casi 9 millones de dólares el precio de cada aeronave.
La medida económica causaría una situación de posible inviabilidad similar al impacto de la pandemia de la COVID-19, lo que equivaldría a “casi embargo” económico, consideró el ejecutivo.
“La situación es muy seria para Embraer”, se quejó Gomes Neto en una videoconferencia de prensa donde realizó un primer balance del posible impacto del arancel de Donald Trump contra la tercera fabricante de aviones del mundo detrás de la estadounidense Boeing y la europea Airbus, la líder global en aviación ejecutiva.
El presidente de Embraer informó que Estados Unidos es el primer mercado para la compañía y que con la imposición del arancel de 50 %, a partir del próximo 1 de agosto, no existe, en el corto plazo, otro mercado que pueda “absorber la demanda”, lo cual equivaldría para la empresa un “casi embargo” económico porque afectará sus unidades fabriles de Brasil, de Estados Unidos y a sus proveedores en el país norteamericano.
Embraer opera en Estados Unidos desde hace 45 años y mantiene unos 3.000 empleos en el país.
Según datos de la compañía, los clientes estadounidenses representan el 45 % de las exportaciones de aviones para aerolíneas comerciales y el 70 % de los jets ejecutivos.
Al respecto, Gomes Neto mencionó que la tarifa del 50 % agregaría un costo adicional de 50 millones de reales (unos 8,96 millones de dólares) por avión producido, lo que totalizaría 2.000 millones de reales (unos 358 millones de dólares) al año para el fabricante.
Considerando el plan de crecimiento de Embraer hasta 2030, el impacto se elevaría a 20.000 millones de reales (unos 3.600 millones de dólares).
No obstante, Gomes Neto se dijo “optimista” de cara a las negociaciones del Gobierno de Brasil ante Estados Unidos y puso como ejemplo los acuerdos arancelarios a los que llegaron los estadounidenses en el sector aeroespacial con Reino Unido.
Trump anunció la semana pasada que impondría un arancel de 50 % a productos brasileños, al argumentar que se debe detener el juicio del Supremo Tribunal Federal contra el expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) por un presunto intento de golpe de Estado, y al pronunciarse en contra los proyectos de regulación de las empresas de redes sociales estadounidenses en Brasil.