Poco después de las 17:00, comenzó a circular la información del allanamiento policial en la vivienda de la periodista y militante feminista Gala Ferreyra. Además, fueron allanados el Espacio Par, y otra vivienda particular. Desde las organizaciones feministas, repudiaron el proceder del juez a cargo de la causa, y denunciaron persecución ideológica.
RIO GRANDE.- Ayer por la tarde, el juez Raúl Sahade ordenó el allanamiento de dos viviendas particulares y el local en el que funciona “Espacio Par”, una entidad autogestiva de arte y Cooworking.
Los procedimientos, habrían sido librados en el contexto de la investigación que se lleva adelante por las pintadas en algunas iglesias evangélicas el día miércoles 8 de agosto. Ese día se votaba en el Senado de la Nación el proyecto de modificación del Código Penal, para la legalización del aborto en Argentina.
Luego que trascendiera la información (no oficial) de los tres allanamientos que se estaban realizando en la ciudad, integrantes de la Colectiva Feminista, emitieron un mensaje de repudio: “A raíz de los allanamientos realizados en la tarde de hoy, en los domicilios particulares de compañeres (sic) militantes feministas de la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, por razones que aún desconocemos, nos autoconvocamos para solidarizarnos y repudiar lo que consideramos una clara persecución ideológica”, manifestaba la Colectiva en su página de Facebook.
El grupo de militantes, no contó con información puntual o fidedigna acerca de las causas judiciales hasta casi las 20 horas, cuando pudieron comunicarse con una de las militantes que había sido indagada, y contra quien se libró uno de los allanamientos en los que requisaron su computadora personal, y teléfono celular.
Al mismo tiempo, también el Espacio Par permanecía cerrado, y no había tampoco información sobre qué se estaba buscando puntualmente. “El espacio Par es un lugar donde se hace arte, seguro que van a encontrar pintura ahí”, dijo una de las personas que llegó al local mientras se realizaba el operativo.
En un clima de gran descontento e indignación, la Colectiva comenzó a convocarse y se decidió emitir un comunicado, para repudiar lo sucedido; al cierre de esta edición aún había profesionales y organizaciones adhiriendo: “Persecución a la militancia feminista en Tierra del Fuego. Por lo sucedido hoy 14 de agosto de 2018, en la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, las organizaciones abajo firmantes manifestamos nuestro máximo repudio a las acciones excesivas libradas por el juez Raúl Sahade, quien en el marco de una denuncia sobre daños realizada por Andrés Rubén Díaz, libró el allanamiento de dos domicilios particulares y un espacio autogestivo artístico”, manifestó el documento.
Para las 20 horas, aproximadamente, el grupo de militantes recibió confirmación de que uno de los allanamientos había arrojado resultado positivo, logrando secuestrar diversos elementos de interés para la causa.
“Los elementos en cuestión son carteles, imágenes, pañuelos, pintura y elementos personales como teléfonos celulares de quienes se encontraban en los domicilios. Los carteles, imágenes y pañuelos se corresponden con la demanda nacional e internacional de aprobación de una ley de aborto legal, seguro y gratuito”, explicó el comunicado.
Pero lo que realmente alarmó al grupo de militantes a favor del aborto legal, fue el hecho de que la propia Gala Ferreyra, había sido blanco de mensajes intimidatorios en las redes sociales, sólo unos días atrás. En una página de Facebook, bajo el seudónimo Puchi Sdje, se ve una captura de pantalla del perfil también de Facebook, de Gala Ferreyra con el comentario: “Acá esta una de las que estuvo cometiendo delitos y vandalismo anoche, ya saben qué hacer”.
En el comunicado, la Colectiva resaltó este hecho, que aún no generó investigación policial alguna: “Allanaron la casa de personas que coincidentemente días atrás, fueron denunciadas y hostigadas de manera infundada en redes sociales. El hecho presenta un exceso de persecución penal y desproporcionalidad que tiene como único fin el de perseguir y amedrentar a las personas que militan por la despenalización del aborto en Argentina”, sostuvo la colectiva.
“Repudiamos la persecución que estamos sufriendo por luchar por nuestros derechos. Intentan disciplinarnos, desarticular la organización popular y asustarnos. No lo lograrán”, finalizó el documento.