BUENOS AIRES (NA).- La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, encabezó ayer un abrazo simbólico a la sede de la entidad ubicada en la zona porteña del Congreso, tras denunciar una maniobra orquestada por el Gobierno para forzar el desalojo del edificio.
La semana pasada, la referente del organismo de Derechos Humanos había apuntado contra el rector normalizador de la Universidad de las Madres, Javier Buján, a quien le adjudicó supuestas amenazas de ocupar la sede “por las buenas o por las malas”.
La medida de protesta fue acompañada por la tarde por dirigentes de organizaciones sociales, políticas, sindicales, culturales, de Derechos Humanos y por referentes del kirchnerismo.
“Defender el archivo y el honor de esta casa, que son los desaparecidos, es defender la Patria por la que soñaron nuestros hijos. Estamos dispuestas a dar la vida. Nos matarán antes de sacarnos. Por las buenas o por las malas, como dijeron, acá no pasarán”, desafió Bonafini.
La dirigente aclaró que el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (Iunma) funciona en la calle 25 de Mayo 544, mientras que la sede central de las Madres tiene domicilio en Hipólito Yrigoyen 1584, donde realizan su labor, atesoran su archivo y en donde construyeron un museo a partir de los reconocimientos y distinciones que recibieron en todo el mundo a lo largo de 40 años.
“Este lugar hay que defenderlo porque ellos quieren destruir lo que hemos construido las Madres, como han destruido tantas cosas que hizo el Gobierno anterior. Destruyeron con el odio de clase, con el odio de los gorilas. Quieren destruir la historia porque están involucrados porque son igual que los milicos, el mismo proyecto de Martínez de Hoz”, enfatizó.
Y agregó: “Las Madres vamos a defender esto con nuestra propia vida, que es lo único que tenemos para poner. Pero no los vamos a dejar pasar. Ese ‘No pasarán’, que cantamos tantas veces, lo vamos a poner en práctica. Antes de dejarlos entrar nos van a tener que matar”.
También participó el jefe de la bancada de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, quien sostuvo que “aquellos neoliberales que piensan que esto es un edificio se equivocan porque es memoria, verdad y justicia”.
En tanto, el exministro de Trabajo y actual legislador porteño Carlos Tomada comunicó a los presentes que este lunes el bloque de diputados que preside había presentado un proyecto para declarar a “La Casa de las Madres” como parte del histórico- cultural de la Ciudad de Buenos Aires.
A su vez, advirtió que desde que el presidente Mauricio Macri desembarcó en la Casa Rosada “hay una campaña de ensañamiento contra las Madres que no se puede sostener más”; mientras que el secretario general de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque, destacó que las Madres “son ejemplo de dignidad y compromiso”, y que eso “le preocupa al poder”.
El padre Francisco “Paco” Oliviera de la Isla Maciel, a su turno, afirmó que la sede de las Madres es un lugar “sagrado” porque allí reside “la memoria viva de hermanos y hermanas que dieron su vida por un patria justa, libre y soberana”.
También participaron del abrazo simbólico, entre otros dirigentes, el secretario general de ATE Capital, Daniel “Tano” Catalano; la hija de desaparecidos y candidata a legisladora porteña Victoria Montenegro; los candidatos a diputados nacionales de Unidad Ciudadana Vanesa Siley y Walter Correa (ambos de extracción sindical); el actual diputado nacional y candidato a concejal en Lanús Edgardo Depetri; la candidata a diputada bonaerense de La Plata Florencia Saintout; y el concejal de San Martín Hernán Lechter.