Cerraron la causa y el sumario administrativo con sanciones por las “torturas” a dos jóvenes

El hecho data del año 2011 cuando se conoció que un joven, hijo de quien hoy es el subjefe de la Policía, fue golpeado dentro de la comisaría Tercera de Río Grande y picaneado por un efectivo en la guardia del hospital. Por ese hecho cumplen prisión dos efectivos que ya fueron exonerados de la fuerza, pero la Justicia cerró la segunda causa buscando más responsabilidades penales. Ante ello la pasada semana la Policía cerró el sumario administrativo con sanciones a otros efectivos por “transgresiones al reglamento disciplinario”.
RIO GRANDE.- Se trata del caso del joven Franco David Torres de 21 años, hijo del hoy subjefe de la fuerza, quien fuera detenido el 27 de febrero de 2011 cuando se dirigió a la comisaría Tercera de Chacra II para reclamar por la detención de un amigo.

La versión de los efectivos dio cuenta de que el joven rompió un patrullero y agredió a un efectivo, de lo cual quedaron muchas dudas respecto de que la situación fue “armada” por los efectivos para justificar su detención.

Más allá de esto lo injustificable fueron las lesiones constatadas en el joven, tras más de 15 horas de una extraña y prolongada detención contravencional, entre las que se hallaron marcas de puntazos con una picana eléctrica.

Por esa situación fue condenado a prisión el sargento César Gómez, como autor de haber infligido esas lesiones en el joven Torres cuando este fue trasladado a la guardia del Hospital, así como el Cabo Matías Maggieri, como autor de los numerosos golpes que el joven recibió en la comisaría.

Ambos se encuentran actualmente en prisión y ya exonerados de la fuerza, pero la querella que representó a la familia del joven Torres pidió continuar investigando la responsabilidad de muchos otros efectivos que estuvieron en ese cuarto de guardia, los que en sus testimoniales increíblemente aseguraban no haber observado nada anormal esa mañana.
Causa cerrada y conclusión del sumario

Esto generó una segunda causa judicial en la que se investigaba la responsabilidad de otros uniformados y de los oficiales que esa mañana estaban a cargo de la comisaría Tercera, investigación que la Justicia cerró en diciembre pasado al entender que no existían más elementos de prueba.

Esta decisión no fue apelada y la faz judicial quedó cerrada.

A partir de esto comenzó la conclusión de la faz administrativa de parte de la institución policial que aguardaba la conclusión de la primera de estas.

Al respecto de la finalización del sumario administrativo el jefe de la policía, el comisario Oscar Nelson Moreyra, quien siguió de cerca este caso desde su inicio, señaló, “la actuación administrativa fue independiente de la judicial, la actuación judicial está dirigida a investigar la comisión de un hecho delictivo y sus autores, en el caso del sumario administrativo se investigan responsabilidades administrativas en el hecho”, dijo, señalando que las mismas consistieron en “diferentes transgresiones al reglamento disciplinario policial”.
Sanciones

La conclusión del sumario determinó que al por entonces jefe de la comisaría, el comisario Sergio Valenzuela, recibiera 40 deméritos para sus calificaciones en su carrera policial en la que no pudo tener ascensos desde ese entonces.

Valenzuela ese día no estaba en la ciudad, pero el sumario le endilgó la responsabilidad de no haber informado a la superioridad de lo sucedido, ya que el jefe policial tomó conocimiento del hecho cuatro días después por el padre de la víctima.

Asimismo se aplicaron 45 días de suspensión sin goce de haberes el subcomisario Andrés Alvarez y 28 días al principal Víctor Yáñez Levicoy; principales oficiales presentes en el lugar del hecho, quienes además tuvieron la responsabilidad de supervisar que los dos jóvenes estuvieron encerrados muchas más horas de lo que corresponde a la detención contravencional.

Las sanciones incluyen, además con 25 días de suspensión al principal Nicolás Casariego y al ayudante Cristian Andrés Verón Escobar.

Asimismo recibieron 50 deméritos los sargentos; Luis Alfredo Gómez, Patricio Eduardo Díaz Flores y Marcelo Maita.

La comisaría Tercera por aquel entonces cuando ocurrió un episodio que ni la investigación judicial ni la administrativa parecen haber llegado a dimensionar.