Balance positivo para una nueva edición de la Hermandad

RIO GRANDE.- El mes de agosto es sinónimo de Gran Premio de la Hermandad para los amantes del automovilismo, y el paso de una nueva edición dejó distintas particularidades que la hicieron especial y única.

Seguramente que esta edición quedará en el recuerdo de todos por las distintas variantes que presentó el clima en los dos días de competencia, y sobre todo por el contundente triunfo de Luciano Preto, quien se quedó con la clasificación General y entró en la historia grande del Gran Premio emulando a su padre Daniel y a su tío, el gran Constante Moreno Preto.

Estas son algunas de las particularidades que dejó esta tradicional competencia, pero además han quedado varias cosas para resaltar al momento de hacer un balance de estos dos días intensos que, en la parte deportiva, fueron dominados claramente por Lucho Preto, hoy el nuevo rey de la prueba.

Las condiciones climáticas fueron el principal motivo de conversación durante todos los días de la carrera. Como es poco habitual por esta época del año, el sábado amaneció nevando en la ciudad, y la propia nieve apisonada era una complicación, sin embargo a pocos kilómetros saliendo de la ciudad, el piso cambió drásticamente y los pilotos encontraron un piso seco y duro, pero además la baja sensación térmica no permitía que el sol ablandara el barro, y el piso estuvo bastante firme, y eso fue una incidencia sumamente importante en el desarrollo de la justa.

El sábado, el ushuaiense Luciano Preto comenzó a acelerar su potente Honda Civic y empezó a superar autos en el camino y achicar distancias territoriales ante su veloz andar, que lo llevó hasta el segundo lugar de la categoría.

El chileno Luis Mladinic se impuso en la Primera Etapa en donde tuvo que trabajar mucho para completar el trazado, mientras que en la Segunda Etapa su tarea fue impecable hasta el sector de la Arcillosa en donde, luego de un duelo sin igual con Luciano Preto, su máquina dijo basta y hasta allí llegaron las ilusiones del puntarenense.

Rápidamente Preto se robó todo el protagonismo de la competencia, a pesar de que el resto también estaba participando. Luciano completó con prolijidad y sin desesperación los kilómetros finales y desde allí terminó de redondear un fin de semana soñado.

Un muy buen ritmo también le imprimió Matías Finocchio quien aprovechó el abandono de varios pilotos de punta, y le impuso su ritmo, para quedarse con su primer triunfo en esta dificilísima competencia automovilística.

Otro de los que estuvo imparable fue el riograndense Ricardo Barría, quien sumó una gran victoria y lo hizo a lo grande, ganando las dos etapas y llevándose los premios mas importantes de una categoría difícil que también sufrió el mal de ausencias, la “F”.

Al momento del balance en la categoría C, sin dudas que el gran ganador volvió a ser Hernán Zanetti quien, navegado por Gabriel Gandolfi cada año se afianzan como un binomio perfecto. Son además de prolijos, rápidos, nadie gana una carrera solo especulando o siendo prolijo, también hay que acelerar, saber llevar, entenderse adentro del auto, la suma de todos los detalles que llevan a los objetivos, por eso Hernán Zanetti volvió a ganar.

Eso es lo que hizo diferente a Zanetti, una etapa para hacer una luz y la restante para administrar y acelerar mirando a sus rivales; parece fácil pero no lo es. Un fin de semana soñado, otro mas para Hernán Zanetti y Gabriel Gandolfi. Muchos quedaron atrás, pero se trata de eso, comenzar a trabajar rumbo a la edición 45.

Un lindo duelo se generó en la categoría menor con varios pilotos que buscaban la punta. Juan Villarroel, fue el de mayor regularidad y rápidamente sacó diferencias en el camino, y mas allá de que Víctor Ibarra ganó la Primera Etapa, luego controló las acciones de la Segunda, en medio de una alegría enorme por el triunfo, igualando lo hecho en otras ediciones anteriores.

Por su parte la regularidad de Luis Marchisio tuvo su premio, y lo demostró nuevamente en esta Hermandad. El piloto riograndense se quedó con la General de la “B” tras una muy buena participación, emulando lo hecho el año pasado y consiguiendo su tercera victoria consecutiva, que le permite obtener de manera definitiva la Challenger. Un premio al esfuerzo y a la perseverancia para un piloto que no bajó nunca los brazos y hoy logra coronar su trabajo con este gran trofeo que no es mas que “una caricia al alma”.

 

 

 

Luciano Preto y Luis Mladinic protagonizaron un duelo inolvidable por los caminos fueguinos.