El secretario general de ASIMRA, Javier Escobar, dialogó con FM La Isla sobre la situación de la industria y las herramientas con las que cuentan para defender el subrégimen ante una postura “ideológica” del gobierno nacional en contra de la industria argentina.
RÍO GRANDE.- Por otro lado adelantó que se va a pedir a los empresarios y al gobierno que se arme una estrategia de defensa. Para el dirigente hay una cuestión ideológica del Gobierno nacional que hay que combatir a partir de la unidad. Apeló fundamentalmente a que diputados y senadores cumplan con su rol de defensa, más allá de su pertenencia partidaria, y sostuvo que no hay país desarrollado que no tenga industria. Advirtió sobre las consecuencias a muy corto plazo de la apertura de importaciones.
“Yo creo que erróneamente lo que hace el gobierno nacional, como ya escuchamos en otros gobiernos, es creer ideológicamente que detrás de cada industria existe el peronismo, y para ellos es mala palabra. Atrás de una industria se genera mano de obra, que lamentablemente está aplastada y destruida salarialmente desde poderes que están atrás del gobierno nacional”, dijo.
“Ellos intentan limitar ideológicamente primero las bases, y van construyendo una esclavitud ideológica donde el trabajador tiene que aceptar trabajar así, y uno tiene que tener la capacidad desde la dirigencia de combatir esto porque, si no, es fácil de doblegar”, señaló.
“La dirigencia gremial lo primero que tiene que defender es a los trabajadores, y combatimos contra la adversidad, porque cuando tienen la lapicera se hace prácticamente imposible. Esto ya lo vivimos y hay que volver a organizarse, y definir con qué estrategia”, instó.
“Parece raro decir que tenemos que vivir de otra manera, no a través de la industria, y es inconcebible. No existe potencia mundial sin industria. A nivel internacional se está viviendo una pelea industrial, que es una pelea sin armas, entre Estados Unidos y China. No existe una Patria sin industria y esta es la gran verdad”, sentenció.
Respecto de las herramientas que tienen, dijo que “no nos queda otra que dar la pelea y exigirle a los senadores y diputados que defiendan la industria fueguina. Hay que exigirle a los que fueron electos que cumplan con la defensa del territorio, no la defensa del partido, porque son cosas que se confunden. Creo que ni ellos mismos saben qué rol están cumpliendo. Les toca ser diputados o senadores muchas veces a dedo y no entienden que su rol es tan importante. Nosotros tenemos un rol de una seccional, de una provincia, no tenemos un rol nacional”, diferenció.
También admitió que debe haber una autocrítica interna. “Para adentro, los sindicatos tenemos que rever una nueva mirada, una nueva estrategia, y la pelea hay que darla también para adentro. Hoy vuelve a estar como primer punto la defensa del subrégimen industrial, que está corriendo riesgo y depende de un decreto. De acá a dos años vaya a saber adónde terminamos. En lo local tenemos que plantear que los electos defiendan nuestra industria y el territorio. Es irrisorio no defender la industria de Tierra del Fuego, que implica mantenernos acá haciendo soberanía”, subrayó.
“También tuvimos gobiernos peronistas que no hicieron lo que tenían que hacer y se hace muy difícil. Nosotros tenemos que criticar y repudiar cuando los electos no cumplen con su rol. Es la obligación de un dirigente sindical”, sostuvo.
Unidad intersindical
“Yo siempre apelé a la unidad intersindical, más allá de las miradas distintas, porque es la mejor herramienta que tenemos nosotros. No lo veo difícil y está empezando a haber reuniones para tener unidad y tenemos que tener la capacidad de que no llegue tarde esa unidad para empezar a trabajar”, manifestó.
“En Ushuaia también están trabajando otros gremios y la unidad intersindical tiene que ser una defensa frente al ataque nacional, sin mezquindades chicas y locales. La unidad tiene que ser plenamente en defensa de los trabajadores y de los derechos que tenemos. Ahora estamos en una situación de pelea de los derechos ya conquistados, no estamos por un nuevo derecho general, y es importante tener en claro eso”, pidió.
“Al arco político se le está pidiendo que empiece a tener un rol protagonista, como les corresponde. Además desde ASIMRA pensamos que es necesario tener un grupo industrial fuera de los cargos y todo tiene que ser armónico para encontrar ese punto de defensa. Se intenta trabajar en ese sentido y es difícil, pero es lo correcto. Adelante están los derechos y después lo que piensa cada uno”, remarcó.
Aseguró que “el delegado de planta tiene claro que primero tenemos que salir a defender todos juntos el subrégimen y después veremos. Lo importante es tener el objetivo claro de lo que se está defendiendo y a quién tenemos que exigirle que lo defienda”.
La voz empresaria
El dirigente apeló a una reacción pública del sector empresario, que muchas veces se escuda detrás de la voz de los gremios. “El empresario no está ajeno a salir a exponerse, si no, siempre nos usan para salir a repudiar lo que ellos mismos quieren repudiar y no se animan. Todos tienen que poner los pies adentro del plato”, reclamó.
“Yo mantuve reuniones en Buenos Aires con la organización y con algunas empresas y para nosotros es preocupante la apertura de importaciones, porque antes teníamos el contrabando y el bagayero electrónico, y hoy está oficializado y es legal. Es un reclamo que fuimos a plantear a nivel nacional, porque esto viene demasiado rápido. No son anuncios, sino que está pasando, y hay que ver qué acciones tomar. Hemos debatido en un congreso que ninguna industria está planteando mantener una producción general, sino que hacen resguardo de lo que pase de acá a las elecciones. Obviamente no saben para dónde puede salir el gobierno nacional”, observó.
“Nosotros no compartimos esa mirada porque, si este mes no se produce la misma cantidad, la gente queda afuera y ese es un daño que repudiamos. Obviamente nadie quiere mantener gente sin trabajo y los empresarios también se prestan a ese juego nacional para hacer lo que les sirve, que es meter este miedo psicológico y este engaño de que está todo mal y que ya todo se cierra”, cuestionó.
Advirtió que “las importaciones van a tener incidencia en muy corto plazo. Los salarios a nivel nacional están todos pisados, la gente tiene menos consumo y encima tiene un mayor descuento si compra afuera. Un teléfono que acá sale tres millones y medio se consigue afuera por un millón y también tiene que haber un control, porque no todo lo que se hace a nivel nacional es malo. Es excelente y lo que está mal es de la puerta comercial hacia afuera”, consideró.
“Hay que pedirle a los empresarios y al gobierno de Tierra del Fuego armar un plan de defensa de Tierra del Fuego, porque se instala que todo lo que se hace en la provincia es caro, y es totalmente mentira”, concluyó.